FSM: Ponencia

El Plan Colombia en México

Leticia Tecla

El Plan Colombia impulsado por Estados Unidos y George Bush, ha contado con la complicidad de los gobiernos de Perú, Ecuador y Costa Rica para generalizar el genocidio, los crímenes de lesa humanidad y la violación de los derechos humanos.

Como bien sabemos las guerras y la venta de armas para las mafias organizadas dentro de la política y fuera de ella representan un negocio millonario, por ello la militarización del conflicto en Colombia y la compra de armamento de Uribe con el pretexto de luchar contra el narcotráfico los convierte en millonarios. Tres mil millones de dólares entregados por Washington. De esta cantidad más de 230 millones ha sido utilizados para la compra de aviones de combate para la fuerza aérea y la industria bélica del país, la cual gracias a ello, ya esta en condiciones de construir sus propios barcos de guerra, poder transportar a cien efectivos militares y a una tripulación permanente de 18 personas. También entrena, arma soldados y fuerzas especiales que operan desde cinco nuevas bases militares con más o menos mil soldados estadounidenses, o sea, prepara fuerzas contrainsurgentes con la anuencia y beneplácito del Gobierno de Uribe, Estas fuerzas y efectivos militares son utilizados indiscriminadamente contra la sociedad civil y la disidencia.

Por otra parte, también tienen como objetivo inmediato desestabilizar Venezuela, dentro de esta lógica entra también el reporte de la Comisión Powel de mayo de 2004, el cual no es otra cosa que la declaración de guerra a Cuba. En síntesis el Gobierno estadounidense aporta además de su alta tecnología, mecanismos mas modernos y sofisticados para reprimir los movimiento sociales y castigar la protesta popular, dentro de ello el uso de grupos paramilitares y escuadrones de la muerte han sido, y son en si, una constante acompañado de los planes económicos de ayuda de EE.UU., en todas sus formas: "Plan Marshall", "Plan de Recuperación en Irak", que es el que los sustenta.

En nuestro país: Calderón, su gobierno y sus partidos PRI y PAN, quieren trasformar la ley muy a su modo para ya no tener que hacer un Plan Cóndor por el que puedan ser juzgados, por llevar a cabo genocidios y crímenes de lesa humanidad, sino hacerlos con las leyes en la mano como: la "Ley contra el Terrorismo" y la "Ley de la neutralidad".

Dentro de este contexto es importante mencionar que la información es poder político, y esta se trasforma en poder militar, a partir de los servicios de inteligencia. Por este medio en el mundo se domina países, ciudades, regiones, y continentes: las estrategias militares y de seguridad nacional de la clase en el poder han ido sufriendo estas metamorfosis, después de la II Guerra Mundial, en base a los dos grandes bloques: capitalismo y comunismo (la guerra fría).

En este paréntesis habría que dejar en claro que el ser humano cuando nace, no existe en el ningún tipo de sentimientos: amor, odio, rencor etc., las instituciones sociales son las que se los trasmiten: Estado, iglesia, escuela, medios de comunicación, gobierno, etc. y son en consecuencia quienes inventan y crean los enemigos. Por ello, para emprender una guerra no basta con los soldados y las víctimas, las guerras se construyen inventando al enemigo, inventando los motivos, los argumentos, las razones, para saber quien es el peligroso, el subversivo, el que pone en riesgo los intereses del sistema neoliberal, para saber a quien eliminar. En consecuencia la guerra se convierte en la forma tecnológicamente mas avanzada de aplicar la violencia institucional, en contra de los pueblos.

Y es así, como a fines del siglo pasado e inicios de este, hemos estado viendo en vivo y en directo la guerra como espectáculo, como entretenimiento familiar, la violencia televisiva es parte de la penetración de la violencia, de su aceptación como norma, de la regulación entre el bien y el mal en esta sociedad, de eso, depende su éxito.

Y dentro de esta lógica introduce el término y concepto de terrorismo, invirtiendo en la práctica al ejecutor, que es y ha sido el poder estatal. El narcotráfico y el terrorismo son los instrumentos para justificar ante la sociedad so pretexto de su combate a los militares entrar en funciones de seguridad y vigilancia interna, siendo que estas les corresponden constitucionalmente a la policía, también permiten que estas funciones recaigan en civiles con el poder de utilizar armas de uso exclusivo del ejercito, y en consecuencia se crean los paramilitares, se forman los escuadrones de la muerte, las brigadas blancas, cuyo denominador común de todos ellos: es acabar con la disidencia organizada, con los movimientos sociales, con la misma sociedad civil, si toma partido para defender los derechos de otros o de ellos mismos

De esta manera los grupos de poder pueden en consecuencia: justificar desapariciones, limitar y socavar la libertad de expresión, de reunión y de movilización de la sociedad en torno a sus intereses; entonces, cuando esto sucede, so pretexto de luchar contra el terrorismo y el narcotráfico estos se convierten en un arma global en contra de los luchadores sociales y de la protesta civil y pacífica.

Y es así como el Plan Colombia se convierte en la aplicación de la política estadounidense en América Latina y para que esta operación tenga éxito es necesario que haya castigos ejemplares, para todo aquel que se atreva a cuestionar estos planes y en consecuencia a ejercer la libertad de expresar críticas o errores en contra de los poderes fácticos, quienes podrán ser acusados o de terroristas o de narcotraficantes y estas serán las armas que utilizaran para eliminarlos. En Colombia eso han hecho y en consecuencia los derechos humanos están en extinción y en México están en proceso de serlo.

Dentro de este contexto otro elemento importante para lograr aplicar el Plan Colombia en México sin que la sociedad se oponga, el neoliberalismo utiliza los medios de comunicación para inventar a los enemigos (terrorismo, narcotráfico), que necesita, para en nuestro caso, internalizar el miedo y justificar la presencia de los militares en las calles, de esta manera, usan a estos como instrumentos y mecanismos de control y ejecutan en base a ellos: ajusticiamientos, muertes, torturas y desapariciones en cadena. Según estos comunicólogos, servidores de la mafia organizada, estos operativos militares sirven para salvaguardar la seguridad nacional. Obviamente niegan y omiten en su discurso las obligaciones del Estado de darles seguridad a los ciudadanos, sin violar la constitución.

Habría que mencionar que para que esta militarización se de en un país se necesita que este reúna las siguientes condiciones: tener un gobierno débil, ilegítimo y dudoso, y es por ello que generan y provocan: un clima de incertidumbre, terror, y miedo en donde el Estado se presenta por si mismo incapaz de darle a las personas: seguridad, confianza, y certidumbre, en cambio se empeñan en inventar enemigos para justificar: la represión.

El espionaje en base a estas medidas se vuelve parte del plan y de los mecanismos de control para castigar a los lideres sociales, porque: el narcotráfico, el gobierno y el ejercito cuando se alían, eliminan por la propia naturaleza de sus objetivos los derechos humanos en un país y se convierten en los responsables, en los terroristas, en los que aplican estos, y: son los que impiden a la sociedad ejercer sus derechos y coexistir pacíficamente, son ellos el obstáculo para que la sociedad civil pueda sentirse segura y a salvo en cualquier lugar, y a cualquier hora. El ejemplo mas claro es que el Gobierno de Calderón para ocultar su debilidad se rodea de soldados, militariza al país, y fortalece a la ultraderecha y sus grupos de operación militar y de ajusticiamientos: los escuadrones y caravanas de la muerte, en donde los agentes del Estado y los delincuentes se mezclan, son cómplices, se ayudan con el respaldo, conocimiento y permisividad de los gobiernos Federal y estatales. El Plan Colombia esta siendo aplicado en nuestro país, porque los poderes fácticos tienen todas esas características ya mencionadas anteriormente, es ilegítimo, es débil, es corrupto, y es cómplice de Estados Unidos. Por ello utilizan el terrorismo global y el narcotráfico en nuestro país, como arma para imponer la militarización y por medio de ella poder imponer el Plan Puebla Panamá y las reformas estructurales. Los ejemplos más claros de ello son los escuadrones y caravanas de la muerte, que ya operan en sitios como: Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Michoacán, Ciudad Juárez, y otras donde se multiplican los ajusticiamientos, decapitaciones y las formas más crueles y perversas que el Estado conoce para internalizar el terror y el miedo.

Por otro lado, infiltran con agentes del Estado las direcciones políticas de las diversas organizaciones sociales y de los sindicatos que trabajan para las agencias de inteligencia o grupos de poder del Estado y de la CIA, para realizar acciones de división y provocación para justificar la represión, de ello se desprende que los medios de comunicación e información como parte del poder fáctico, justifica estas acciones. Los periodistas disidentes son perseguidos y reprimidos, un ejemplo de ello es que nuestro país ocupa el segundo lugar en el asesinato a periodistas, eso nos basta para darnos cuenta que la democracia en México es una utopía y en nuestro país una dictadura disimulada por medio del fraude electoral, ante esta ausencia de legitimidad el Estado utiliza la violencia institucional: Sicartsa, Atenco, Pasta de Conchos, Oaxaca, San Luis Potosí, etc.

Por lo tanto las democracias reales solo existen en la teoría, Así los principios, valores y los marcos jurídicos en que se mueven estas a partir de los Congresos e Instituciones Internacionales que también controlan, son contrarios a la convivencia, la coexistencia pacífica, la salud ambiental y la felicidad de la humanidad.

Y si nosotros permitimos que esto siga sucediendo en nuestro país, la “guerra contra el narcotráfico y el terrorismo” sellara la alianza mas peligrosa de criminales: la ultraderecha: los paramilitares, los militares y el gobierno, los cuales se quieren convertir en mecanismo de control de la voluntad popular, lo que se significa y sintetiza en la práctica: en un monstruo de mil cabezas.