ROBERTO RAMÍREZ BRAVO
Para el escritor Paco Ignacio Taibo II, el PRD “tuvo la oportunidad de componerse el fin de semana pasado (cuando renovó su dirigencia nacional) y la perdió”. Ahora, dice en entrevista “es un partido de funcionarios y burócratas”.
Político de izquierda, activista sindical, novelista, Taibo analiza en entrevista la situación actual del PRD y la izquierda en México, y, en el caso de Guerrero, dice, el gobernador electo Ángel Aguirre tendrá todas las presiones “incluidas las que salen de su cabeza” para moverse hacia la derecha, y si no hay un partido de izquierda que esté empujando, no habrá ninguna presión para que se mueva hacia ese lado del espectro político.
Y es que, explica, los gobiernos estatales emanados de coaliciones impulsadas por el PRD, no han transformado a las sociedades de las cuales han surgido. El autor de Pancho Villa, una biografía narrativa, entre otros cerca de 50 títulos, aprovecha un espacio para visitar las instalaciones de La Jornada Guerrero durante la grabación de un documental sobre la vida de Juan R. Escudero, el alcalde socialista de Acapulco de los años 20 del siglo pasado.
“Yo creo –dice de entrada– que el PRD ya no se compone”.
La oportunidad la perdió en el Consejo Nacional del fin de semana pasado, “porque el partido que estaba representado en ese consejo, no es un partido de militantes de izquierda, es un partido de asalariados, y lo que ahí estaba representado ya no es la base que fundó el PRD, y el intento de tener un partido que cambiara a México”.
Su visión del perredismo no es optimista: “Ya no queda militancia, sólo grupillos anquilosados en provincia, apenas sin representación, muchos de ellos centaveados por gobernadores priístas o presidentes municipales panistas, de gente que cobra un sueldo por militar, desprovistos de base social. Y ese partido, naturalmente, ¿qué hace? Burócrata vota por burócrata, perro vota por perro”, explica.
A diferencia del país, que “se ha movido a la izquierda”, la burocracia partidista del PRD “se ha movido a la derecha”, asegura.
“Es evidente que los chuchos tienen un pacto con Calderón. Es un pacto sin principios. ¿Cómo demonios puedes estar aliado con alguien con quien estás en desacuerdo en los problemas fundamentales? El manejo de la economía petrolera, estás en absoluto desacuerdo. El manejo de la economía en general, la manera en que se siguen aquí como si fuéramos esclavos de reata del Fondo Monetario Internacional; la política de la guerra contra el narco, un pinche delirio calderoniano, que le vale madre las vidas que ha costado; la política de derechos de las minorías: aborto, derecho de las minorías homosexuales, protección de la tercera edad. Al PAN le vale madres. ¿Cómo vas a pactar con un partido con el que tienes contradicciones graves con ellos en estas cosas?”
Esta política de alianzas con Acción Nacional “va a quemar a los restos de la burocracia”.
Incluso, propone a los militantes de izquierda quemar sus credenciales del PRD en el zócalo de la ciudad de México y fundar un partido “de izquierda real, donde se reúna la gente de izquierda que quiera militar, no que quiere hueso, dinero, espacio y que está ahí por la chamba” porque “ese partido ya no representa una voluntad de cambio”.
–¿Avizoras una ruptura formal?
–Sí. En principio, yo voy a quemar mi credencial. No la había quemado hasta ahora porque no la encontraba, la tenía perdida, pero ahora la quemo en el zócalo. Voy a llamar a mis amigos, y (lo haré) el miércoles, o el jueves. Ya me daré tiempo, porque estas cosas son en su tiempo. Voy a quemar mi credencial del PRD, esos cuates no me representan, no representan las ideas de izquierda.
–¿Y López Obrador, toda la gente que se ha movido hacia el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), deberían encauzar esa ruptura?
-Yo creo que el Morena tiene su propio calendario, su propia propuesta. El Morena es un fenómeno político-electoral interesante, estoy de acuerdo con muchas de las cosas que dicen López (Obrador) y el Morena, pero le falta el aglutinamiento que da un partido que hace política diaria. Parece que el Morena su lógica es: somos cuatro millones, juntemos otros cinco, multipliquemos por… Yo creo que hay una posibilidad de reconstruir un partido de izquierda del PRD, y que es necesario. No me siento a gusto con el PT ni en Convergencia. Tienen muchos peros por ahí en su pasado como para que yo me sienta a gusto con ellos. Desde luego no me siento a gusto en el PRD, y yo creo que muchos estamos en esa actitud y queremos un espacio propio, más allá de que confluyamos luego en el Morena, o que pertenezcamos al Morena, no veo una contradicción en eso.
–El Morena es por ahora el principal movimiento aglutinador de esa izquierda. Si no se fuera por ahí la constitución de un nuevo partido, ¿entonces por dónde?
–Yo creo que se iría por otro lado, porque el problema de un partido no sólo puede ser plantearse unas elecciones como fin y meta. Un nuevo partido tiene que plantearse el trabajo de solidaridad, la creación organizativa, el trabajo educativo, el trabajo político cultural, la solidaridad con los movimientos sociales, más allá de que puedas o no pertenecer al Morena y confluyas con el Morena. En términos de la propuesta electoral, a mí me parece la más coherente de las que hay en el aire, la más sana, pero yo sí creo que hay mucha gente en el partido que siente que necesita un espacio de expresión y que no lo encuentra.
Guerrero, sí, pero no
–Tú conoces Guerrero, ¿cómo ves la situación aquí, en que acaba de ganar la elección Ángel Aguirre, ex priísta?
–Yo creo que ha sido un paso adelante en un sentido, pero me suena a poco. ¿Dónde está el programa social? Yo quiero verlo. Hasta ahora ha habido multitud de gobernadores surgidos de coaliciones que ha promovido el PRD, ¿dónde están sus programas sociales? ¿Cómo han cambiado a las sociedades de las que surgen? La respuesta es: no la han cambiado, han negociado con la política económica del régimen, han negociado en lo social con el régimen. ¿Por qué no están en la cárcel los asesinos de Oaxaca? ¿Por qué en Chiapas no hubo una relación sana con el zapatismo, reconociendo los acuerdos de San Andrés? ¿Por qué en Baja California, años del PRD no significaron un cambio social, sino significaron una política de desarrollo en la lógica del capitalismo tradicional de decir órale que surjan las pinches presas, como si eso fuera progreso? Yo sí creo que estos gobiernos semi perredistas han resultado en la realidad muy conservadores, y hace falta una opción política por la izquierda.
–¿Podría ser el caso de Ángel Aguirre Rivero?
–Yo creo que sí. Presiones para que se mueva a la derecha, las va a tener todas, incluidas las que salen de su propia cabeza. Presiones para que se mueva a la izquierda, si no hay un partido si no hay un partido que esté empujando, no las va a haber. Cuando digo moverse a la izquierda es poner por delante los intereses de los campesinos, y no de los oligarcas.
–Una parte de la dirigencia estatal ya se ha acomodado en el gabinete.
–Siempre pasa eso: burócrata busca silla, es ley de vida. Eso planteaba el artículo que publiqué el sábado pasado en La Jornada. ¿Cómo puedes convertir a un partido de izquierda en una lata de sardinas? Muy fácil: vuelve asalariados a sus militantes, conviértelos en un carruselito donde van buscando puestos, quítale todo contenido ideológico, y cuando te digan: ¿y el programa?, dices, ¿en qué canal?
–¿La Parota?
–Está claro: hay una voluntad desde abajo, de la sociedad, diciendo que no, y hay una voluntad desde arriba manejada por intereses bastante oscuros diciendo sí. Defínete ante eso.
–Por Ángel Aguirre en un momento dijo que no, y luego que sí.
–Necesitamos un partido de izquierda que le diga pasa esto, esto y esto, y estas son las razones de los ciudadanos para decir no, ¿cuáles son las razones del poder para decir que sí? Que lo diga: “miren, somos unos hijos de la chingada, pero hay mucho dinero de por medio”, que lo diga.
Fuente: La Jornada de Guerrero