miércoles, 28 de noviembre de 2012

Amnistía Internacional celebra la liberación de dos presos de conciencia en Puebla.



El día de hoy, tras casi 3 años de injusta detención, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinó la liberación inmediata de los presos de conciencia José Ramón Aniceto Gómez y Pascual Agustín Cruz.

Amnistía Internacional (AI) celebra la decisión de tomada por la Primera Sala de la SCJN de hacer justicia y reconocer su inocencia.

José Ramón y Pascual son dos líderes indígenas nahuas quienes durante años han trabajado por garantizar el acceso al agua en la comunidad poblana de Atla, en el municipio de Pahuatlán. El acceso a este derecho ha sido motivo de disputas en esta comunidad durante décadas.

La organización está convencida de que su injusta detención y procesamiento ocurrieron como represalia por su legítimo trabajo en la defensa del derecho al agua en su comunidad.

“Estos tres años de injusticia son el reflejo de un débil sistema judicial, que lejos de garantizar seguridad y justicia se presta a perseguir a personas únicamente por el hecho de luchar por sus derechos” afirmó Alberto Herrera, director ejecutivo de Amnistía Internacional México.

“Lo más preocupante es los fallos que caracterizaron este caso, lejos de ser desafortunadas excepciones parecen más bien ser problemas estructurales característicos del sistema de justicia en México” agregó Herrera.

Amnistía Internacional pudo constatar que el proceso fue llevado a cabo en español y que en ningún momento tuvieron acceso a un abogado que hablara su lengua o un intérprete que estuviera familiarizado con su cultura, a pesar de que la Constitución les otorga este derecho. Tampoco se les respetó su derecho a una defesa adecuada y al debido proceso, pues tanto el Ministerio Público como el Juez los procesaron sin más evidencia que la declaración de la supuesta víctima y con base en dos testimonios que presentaban graves y evidentes contradicciones.

“Un país en donde un caso fabricado de manera tan absurda tiene que llegar hasta la Suprema Corte para aspirar a un veredicto con justicia, es un país donde la justicia es poco más que un sueño. Es momento de que las autoridades mexicanas tomen las medidas necesarias para evitar que esto continúe perpetuándose.” Concluyó Herrera.

La organización hace un enérgico llamado al gobierno mexicano para se tomen medidas inmediatas para asegurar que quienes defienden derechos humanos en México puedan hacerlo sin temor a sufrir represalias por su trabajo. Así mismo, Amnistía Internacional insta a las autoridades judiciales para que revisen de manera diligente otros casos de integrantes de comunidades indígenas que se encuentren actualmente detenidos y se aseguren de que su proceso se hubiese conducido de acuerdo con sus derechos y que de no ser así, se tomen todas las medidas necesarias para brindarles un adecuado acceso a la justicia.

Información adicional.

La investigación sobre las acusaciones hechas en contra de José Ramón Aniceto Gómez y Pascual Agustín Cruz se basaron en pruebas fabricadas y su juicio fue injusto. Ambos fueron detenidos en enero de 2010 y sentenciados en primera y segunda instancia por los tribunales de Puebla a más de seis años de prisión por el supuesto robo de un vehículo.

Tras revisar del caso detalladamente y entrevistar a los presos y otros testigos, Amnistía Internacional concluyó que la acusación contra los activistas fue fabricada como represalia por su trabajo para garantizar el amplio acceso al agua para la comunidad indígena nahuátl de Atla, municipio de Pahuatlán, Puebla y les declaró Prisioneros de Conciencia.

La liberación de los dos activistas se produce tras más de un año de intenso trabajo de litigio de la organización de derechos humanos Miguel Agustín Pro Juárez y de casi 8 meses de campaña de activistas de Amnistía Internacional. Al momento de su liberación se habían recolectado más de 30,000 firmas de apoyo a su caso provenientes de activistas en más de 100 países.

Treinta años de neoliberalismo

En concreto | Laura Itzel Castillo

 Es bien conocido que el 19 y 20 de noviembre se celebró el Congreso de Morena, donde se aprobaron los documentos básicos, consistentes en la Declaración de Principios, Programa de Acción y Estatutos. De igual manera se eligió al Consejo Nacional (en el cual quedé dentro de los primeros 20 lugares) y al Comité Ejecutivo Nacional, donde decliné contender para algún cargo. Aprovecho la oportunidad para agradecer a quienes me propusieron para tan importantes tareas.

Mediante voto directo y secreto, los mil 700 congresistas eligieron a los 204 consejeros nacionales, quedando como presidente del Consejo Nacional de Morena Andrés Manuel López Obrador, quien evidentemente obtuvo el mayor número de sufragios. Una vez instalado el Consejo Nacional se eligieron a los integrantes del Comité Ejecutivo Nacional, quedando como presidente de este órgano colegiado Martí Batres Guadarrama y como secretaria general Bertha Luján.

En las instalaciones del deportivo Plan Sexenal de la delegación Miguel Hidalgo se delineó el futuro de Morena para estos seis años y se aprobó su Plan de Acción, que se propone para el próximo año la realización de 300 asambleas municipales, 32 estatales, así como el inicio de una campaña de afiliación que tiene como meta un millón y medio de afiliados. La creación de una escuela de capacitación, fundamentalmente para los jóvenes.

Como primera acción está la manifestación que se desarrollará el próximo sábado 1 de diciembre en las principales plazas del país contra la imposición de Enrique Peña Nieto como Presidente de la República. En el Distrito Federal, la convocatoria es a las 11 horas en el Ángel de la Independencia.

Sin duda el regreso del PRI a los Pinos implica eso: regresión. La pretensión de aumentar el IVA de 16 a 22% anunciada por José Ángel Gurría, presidente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), es una clara muestra de lo que se avecina en nuestro lastimado país.

Las señales ominosas de la derecha están ahí con la aprobación de la contrarreforma laboral, también con la reciente modificación de la Ley Orgánica para la Administración Pública para fusionar la policía con la política. Ahí está preparándose la muy anunciada reforma energética, que ahora pretende entregar de contado lo que a duras penas queda de soberanía; la liberación de permisos para la siembra de maíz transgénico por parte de las empresas trasnacionales como Monsanto, para que ahora los campesinos paguen por el uso de patentes.

Ahí está la espiral de violencia que inunda de sangre el territorio, las desapariciones forzadas, los 90 mil muertos. También la modificación relativa a la reforma agraria para acabar de sembrar miles de casas en los ejidos cada vez más distantes de las zonas urbanas. Ahí están los desalojos de cientos de familias, las viviendas abandonadas y vandalizadas, dentro de enormes fraccionamientos fantasma; todo ello como una fotografía del México moderno, legado de la aplicación de 30 años de neoliberalimo.

Fuente: El Gráfico