lunes, 24 de diciembre de 2007

Las mujeres zapatistas y las agresiones paramilitares

1. Rumbo al encuentro en La Garrucha

Eugenia Gutiérrez

24 de Diciembre

Lo de “compañeros y compañeras” sí es cierto. En el Poblado 24 de Diciembre todo se vive en comunidad, especialmente las agresiones, el dolor, el hostigamiento y el desprecio en una guerra territorial/ económica/ política apoyada por varias instituciones y recrudecida desde que comenzó a gobernar sin victoria Felipe Calderón. Para contrarrestar de manera pacífica esa guerra, la Junta de Buen Gobierno “Hacia la Esperanza”, con sede en La Realidad, supervisa el flujo constante de Bases de Apoyo Zapatistas para que vigilen todos los puntos amenazados en los alrededores de esta comunidad que ya vivió una década de exilio. Se forman grupos de cien. Se cambian cada cinco días. Se llaman “plantón permanente”.

Con el objetivo de proteger al poblado de las agresiones prometidas por el principal abastecedor de las cafeterías La Selva, los hombres jóvenes, adultos y ancianos Bases de Apoyo hacen honor a su nombre, se organizan desde la autonomía, dejan sus casas, familias y responsabilidades y recorren todo tipo de caminos para convertirse temporalmente en lo que los habitantes de 24 de Diciembre llaman orgullosos “nuestras vigilancias”. La tarea no es fácil. Según palabras de los habitantes del poblado, “hay agua, hay zancudo, hay frío, hay calor” y ahí están las vigilancias. Coordinados desde la JBG, cumplen su deber todo el día y toda la noche, uniformados con nylon que rompe vientos y alimentados con mucho café. Desde los puntos amenazados hay que cuidarse del Ejército Federal, la Policía Estatal Preventiva de Chiapas y paramilitares priístas bien armados y de malas, integrantes de la Unión de Ejidos de la Selva y protegidos por la Policía y el Ejército.

En casa de Amparo y José hay cinco niñas, sin contar a la madre. La mayor tiene 12 años. La menor, poco más de un año. Se llama Hilda Guadalupe y tenía apenas tres meses cuando la suya y otras 30 familias llegaron a habitar otra vez este sitio de donde el Ejército Federal los expulsó en 1995. El regreso se lo propusieron a la JBG, la Junta los apoyó y volvieron hace casi un año. Primero, todo el mundo estuvo un mes completo en campamento con cocina común. Lo podrían haber desocupado unos días antes, pero cuenta José que decidieron que era mejor “dejar que el mes fuera cabal para que así pasara a la historia”. Fue por eso que exactamente un mes después de haber llegado, 31 familias se trasladaron por fin a sus solares y, pioneras, empezaron a construir.

Apenas habían tumbado cinco árboles para dejar de dormir a la intemperie cuando los priístas de la Unión de Ejidos de la Selva los denunciaron por talamontes y les echaron a la Forestal. Con la denuncia llegaron a cercarlos varios camiones con gente armada. Para contener la agresión de los malos gobiernos, José y otras 30 familias acudieron a un buen gobierno. Otra vez la Junta “Hacia la Esperanza” que interpuso entonces una demanda e impidió el desalojo. Lo que no se pudo impedir fue que la policía estatal de Juan Sabines siguiera, como sigue hasta ahora, cargando sus camiones con mil veces más que cinco árboles tumbados, todos producto de la tala clandestina. El 19 de abril de este año, la JBG denunció:

"En el terreno recuperado, pasan cortando el camino de la entrada del poblado como evitándoles a los y las compañeras que pasen en el terreno. Además que están destrozando y destruyendo arbolitos que el pueblo lo está cuidando. En esos días estuvieron trabajando entre 40 soldados y armados. También van en el manantial donde toman los compañeros su agua para cocinar y beber, dejando sus excremento a unos metros de la orilla del agua".

Con sólo dos de las trece demandas en la mano, tierra y libertad, los habitantes de 24 de Diciembre llevan casi un año luchando por once demandas más, aunque ya tienen muchos años de experiencia en sufrimientos. Cuentan Amparo y José que en 1995, cuando escaparon del Ejército Federal que les aventó Zedillo y se refugiaron en las montañas, aprendieron a comerse estos árboles con los que otros lucran. Durante una semana y por no haber podido prever la movilización, se alimentaron de bejucos y raíces acompañados de un poco de agua de lluvia. Hoy Amparo y sus cinco hijas revientan en risas cuando se les pregunta si echarán su discurso en el encuentro de mujeres en La Garrucha. Esta familia espera el primer aniversario de su vuelta a casa y sabe que puede hacerse realidad la amenaza paramiliar de desalojarlos este 24 de diciembre para que no cumplan ni un año en su tierra doblemente recuperada. Pero no por eso dejan de bailar. José presume que sus hijas bailan muy bien. Ellas demuestran que están listas para encuentros zapatistas y arman un reventón infantil con la música que sale de un radio de pilas. Toda la familia sabe que pondrá la vida si es preciso a fin de cumplir su aniversario y dejar que el año “sea cabal” para así, quizá, “pasar a la historia”.

Bolón Ajaw

Eso de que “no están solos” sí es verdad. Desde hace varios meses, las comunidades zapatistas se organizan para responder a las agresiones. Hay que apoyar de inmediato cuando los paramilitares queman casas y milpas, roban ganado, disparan al aire y al cuerpo, destruyen caminos recién trazados, cortan el agua, se la roban, la ensucian, amenazan a las mujeres, torturan a los niños o machetean a las Bases de Apoyo.

Hay un lugar donde la situación es muy grave. Por ser un sitio paradisiaco ya le echaron el ojo los mercaderes del turismo. Se llama Bolón Ajaw y según los informes elaborados por el CAPISE y publicados en su página de internet, las agresiones y amenazas que les ha lanzado la OPDDIC se recrudecieron en semanas recientes. Los informes resaltan no sólo la intensidad y la frecuencia de los disparos al aire que acosan a decenas de familias. También subrayan las amenazas verbales que, en este décimo aniversario de la masacre priísta en Acteal, hacen inevitable la asociación de ideas. Las amenazas van desde un “es mejor que se vayan de estas tierras” o un “los vamos a matar” muy general hasta advertencias tan específicas como “nosotros no tenemos esposas, agarraremos a sus esposas y a sus hijas, las vamos a violar y vamos hacer que sean nuestras mujeres”. En su repartición de odios, la OPDDIC no deja fuera ni a los más vulnerables cuando les advierte a los padres de niñas y niños zapatistas: “agarraremos a sus hijitos y los vamos a hacer pedacitos”, “vamos a cortar su lengua”.

Quienes recibieron esas amenazas fueron los compañeros Bases de Apoyo Manuel Jiménez Álvaro, Jerónimo Morales Álvaro y Manuel Méndez Silvano en su trayecto a la cárcel del Ejido Agua Azul y después de recibir una agresión de la OPDDIC que narra, de este modo, la JBG:

"Al compañero Manuel Jiménez Álvaro fue pateado, golpeado a garrotazos y con la palma del machete azotado en la parte de la cara y cuello. Fue herido por una bala de pistola calibre 22 en la parte de la barbilla y el labio inferior derecho. Siendo el asesino el Sr. Jerónimo Urbina López y que gracias a la maniobra y aun estando en el suelo y mal herido, nuestro compañero, rodó haciendo un intento de giro librándose así a que esta bala, le provocara la muerte.

Los otros dos compañeros de nombre Jerónimo Morales Álvaro y Manuel Méndez Silvano fueron golpeados con garrote y a patadas en las partes corporales y pies y con el machete intentaron darle de golpes para provocar heridas mortales.

Después de esta golpiza inhumana, nuestros tres compañeros fueron llevados a la cárcel de este ejido Agua Azul y en ese trayecto, les dieron de patadas en todo el cuerpo, costilla, brazos, cabeza, y cara. Fueron golpeados con la palma de los machetes". (Denuncia de la JBG, 20 de septiembre, 2007)

A unos kilómetros de ahí, miles de turistas visitan las hermosas Cascadas de Agua Azul sin saber el sufrimiento que arrastra ese río que los baña. Al revisar los testimonios de los habitantes de la zona es inevitable preguntarse cuántas mujeres y en qué condiciones físicas y emocionales asistirán a su encuentro con nosotras. Parte de la respuesta se intuye en la aseveración que hacen hombres y mujeres zapatistas que nos recuerdan que no se rinden. En su reporte de agravios, la JBG “Corazón del Arcoiris de la Esperanza” del Caracol de Morelia asegura que su palabra “no es de violencia, no es de humillación ni mucho menos de rendición”, y nos informa que los agredidos, las amenazadas, los golpeados van a seguir luchando “sin más que con lo único que nos mantiene en pie de lucha: por la justicia, por la razón y por la paz verdadera”.

Violencia paramilitar generalizada

De que existe el “buen gobierno” se tienen pruebas palpables. Algunas se encuentran en el seguimiento puntual que dan las Juntas a todas las agresiones paramilitares de lo que el CAPISE ha llamado “la embestida del Estado mexicano”. Los datos ahí están. Los nombres de los agresores, también. Las brigadas civiles de observación “Tierra y Territorio” han recopilado testimonios que narran agresiones de la OPDDIC, la ORCAO, la Unión de Ejidos de la Selva, la URCI, la OPAZ y la ARIC Unión de Uniones. Desde diversas instituciones y secretarías, todos estos grupos reciben apoyo de los gobiernos locales, estatal y federal a fin de despojar a las comunidades de miles de hectáreas que fueron recuperadas en 1994.

La JBG de Oventic, “Corazón Céntrico de los Zapatistas delante del Mundo”, ha informado de la violencia que hay en la Reserva Ecológica Cerro del Huitepec, muy cerquita de San Cristóbal de las Casas. El 16 de noviembre de 2007, la Junta presentó un informe de las amenazas de desalojo que se observan en una carta dirigida a Mariano Díaz Ochoa, que acaba de ganar las elecciones para presidente municipal de San Cristóbal. En esa carta, las autoridades de la Ranchería Huitepec Ocotal le ofrecieron al entonces candidato todo su apoyo y todos sus votos bajo la condición de que desalojara a todos los zapatistas que cuidan la reserva ecológica. El entonces candidato aceptó la petición y la convirtió en promesa de campaña. Su promesa es que el 2 de enero próximo, la reserva será desalojada. Para entonces, ya habrá terminado el “Tercer Encuentro de los Pueblos Zapatistas con los Pueblos del Mundo: La Comandanta Ramona y las Zapatistas”, pero no habrá terminado la angustia de las indígenas rebeldes que participen en él. No mientras sus tierras sigan siendo amenazadas y sus compañeros sigan siendo agredidos a golpes, balazos y machetazos.

Hagamos el intento de ponernos en el lugar de las mujeres que son familiares del compañero Leonardo que vive por la zona del Caracol de Morelia. El 10 de agosto, en el Municipio Autónomo Olga Isabel, fue atacado a golpes Leonardo Navarro Jiménez delante de su hijo Elías de 11 años. Elías corrió a avisar a su familia y todos llegaron al lugar del ataque. En ese momento, trece paramilitares de la OPDDIC le dispararon seis tiros a Leonardo, delante de toda su familia. Él quedó gravemente herido de tres balazos, uno de ellos en el rostro. La JBG narra lo que siguió entonces:

"Uno de sus hijos del compañero Leonardo Navarro Jiménez, de nombre: Juan Navarro Jiménez, de 29 años de edad, acude a su auxilio de su padre, rompiendo la valla que el grupo agresor obstruía su paso, y fue justo en ese momento, cuando uno de las mismas personas que retenían a su padre, le dispara con un rifle 16 calibre 22 automático, hiriendo con una bala en el hombro derecho y casi al mismo tiempo, recibe un machetazo hiriendo gravemente en la parte de la cien del lado derecho.

Una vez, balaceados a nuestros dos compañeros y herido a Juan Navarro Jiménez de un machetazo, sus familiares, hijos e hijas y de su compañera de Leonardo Navarro Jiménez, intentaron acudir al auxilio mientras estos paramilitares, huyeron al cafetal hacia el monte".

La compañera de Leonardo no huyó. Ella sigue enfrentando, cotidianamente, una guerra instigada, avalada y aplaudida por el Estado. No sabemos si ella y las mujeres de su familia y de su comunidad irán al encuentro en La Garrucha, pero sabemos que irán sus historias de organización y trabajo.

Las mujeres, los niños, los enfermos

Aquello de que “no nos vamos a rendir” sucede. Un ejemplo está en la comunidad de San Manuel, antes San Juan del Río y cercana al Caracol de La Garrucha, donde varias niñas y niños afirmaron en una entrevista a la Otra Niñ@s que no están dispuestos ni a vivir con miedo ni a rendirse. Cuentan las niñas y los niños que suelen ser molestados y agredidos física y verbalmente cuando se alejan un poco de la comunidad o cuando salen a dar una vuelta en su bicicleta. Se les arrojan piedras, se les insulta, se les amenaza, pero aseguran rotundos que van a continuar defendiendo sus tierras.

Según el informe de la Caravana de la Otra Campaña que visitó Chiapas del 17 al 20 de noviembre pasados, las niñas y los niños de otra comunidad, Benito Juárez, viven una situación semejante. El reporte de la brigada que visitó el Caracol de La Garrucha nos dice:

"Existen diversas amenazas contra la comunidad. Por ejemplo, el señor Feliciano González Guzmán de la ORCAO en estado de ebriedad amenazó con violar a las mujeres de Benito Juárez y dar de “chicotazos” a los niños, además amenazan de muerte a los pobladores de Benito Juárez cuando salen de compras por lo cual tienen que ir acompañados, en grupos de dos o tres personas. Las amenazas de muerte son constantes. Así también el hostigamiento es cotidiano".

En el Ejido Agua Azul también hay reportes de agresión hacia menores. Hace un mes, la JBG del Caracol de Morelia reportó el ataque de ochenta miembros de la OPDDIC del Ejido Agua Azul que ingresaron a Bolón Ajaw “portando Armas de fuego, machetes y palos, 20 personas portaban con pistolas calibre 22 y 38, seis más con escopeta y el resto con palos y machetes”. Los ochenta se enfrentaron con un solo hombre, Manuel Hernández, promotor de salud que no había salido a trabajar porque estaba muy enfermo. Los miembros de OPDDIC lo golpearon salvajemente hasta dejarlo inconsciente. No conformes, cuatro de ellos (Florentino Silvano Pérez, Alejandro Gómez Hernández, Marcos López Silvano y Miguel Hernández López), volvieron a las orillas de la comunidad esa misma noche sólo para torturar al niño Miguel Pérez Álvaro, quien había salido por agua. Los cuatro hombres le torcieron las muñecas hasta que Miguel, de ocho años, gritó de dolor.

Y así sucesivamente. Como ráfaga de metralla, las agresiones paramilitares se repiten y lastiman incrustándose en la carne de las actividades diarias: el huerto que rodea la casa, el cañaveral, el pozo de agua, el paseo en bici, el camino.

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Del 28 de diciembre de este año al 2 de enero del próximo, mujeres de diversos países llegarán a Chiapas para conocer las historias de lucha de la comandanta Ramona y las zapatistas. Habrá también muchos compañeros dispuestos a apoyar en la logística. Según reportes de observadores civiles, el ambiente generalizado de violencia institucional que muchas y muchos de los participantes rebeldes habrán vivido en sus comunidades no se había dejado sentir con tanta fuerza desde 1997, en los meses previos a la masacre que hoy conmemoramos. Cualquier mujer que tenga hijos, hijas, sobrinos, hermanitas, nietos podrá imaginar con facilidad la atmósfera angustiante en que las madres, las tías, las hermanas y las abuelas de estos niños y niñas amenazados por los paramilitares se han preparado para recibirnos. A veces duele la imaginación sólo de suponer la tensión nerviosa en que todas ellas deben haberse desplazado, reunido y organizado a lo largo de estos meses para relatar sus historias y ponerlas en boca y corazón de sus representantes.

Y sin embargo, después de casi catorce años de saber de la existencia del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, no es difícil suponer que las mujeres zapatistas llegarán al encuentro con el ímpetu de siempre, organizadas y sinceras, marcadas por el ejemplo de la comandanta Ramona y de otras mujeres que abrieron camino. No es que adivinemos. Es que las compañeras del Grupo de Mujeres del Municipio Autónomo de La Paz, del Caracol de Roberto Barrios “Torbellino de Nuestras Palabras”, ya lo dijeron aquel 2 de agosto de 2007 en que nos informaron que había sido quemada la casa de “María López Peñate, quien vive sola con su hija en la comunidad Francisco Villa”. Ellas lo dijeron: “Nosotras no nos vamos a desanimar, sino que vamos a seguir organizándonos más como mujeres zapatistas junto con nuestros compañeros”.

Sus historias nos esperan a partir del 28 de diciembre en ese Caracol que tiene un nombre que ya anticipa lo que será el evento: “Resistencia hacia un Nuevo Amanecer”, mejor conocido como La Garrucha, Chiapas, México.

22 de diciembre, 2007

Décimo aniversario de la masacre de Acteal


http://mujeresylase xta.org

Alerta sobre fin de La verdad sea dicha

De acuerdo con un mensaje que está circulando en blogs de Internet, el programa de televisión del “gobierno legítimo” de México, La verdad sea dicha, que se ve por canal 13 los martes a la una de la mañana, dejará de transmitirse por cambios en las leyes del Cofipe.
En ese mensaje nos invitan a ver los últimos dos programas: el del 25 de diciembre, donde se presentará un reportaje sobre lo sucedido hace diez años en Acteal, con impactantes imágenes, tomadas en el lugar de los hechos, y reveladores testimonios de los sobrevivientes, a escasas horas de la tragedia. La última emisión será el martes primero de diciembre y contiene un recuento de las acciones del movimiento de resistencia civil pacífica a lo largo del año. Es una pena que salga del aire el único programa que muestra la realidad de México y que de esa manera se lastime el derecho a la información de los ciudadanos y se atropelle la libertad de expresión en nuestro país. Usando como pretexto la democracia que ellos mismos ultrajaron en 2007, confeccionaron una reforma electoral regresiva que atenta contra los derechos de todos los mexicanos. Es una muestra más de cómo la mafia que ha usurpado el poder está en contra de que se sepa la verdad.

Alex Holt

Volante sobre el ASPAN, todos a difundir sobre la militarización de América del Norte


Agricultura y Desarrollo







Reporte Económico

David Márquez Ayala

Agricultura y Desarrollo (uno de dos)

En su World Development Report 2008 el Banco Mundial aborda, después de 25 años, el tema agrícolarural, titulando su informe Agriculture for Development bajo la convicción –un tanto tardía pero válida al fin– de que es hora de volver a colocar este sector en el centro del programa del desarrollo.
El mensaje central del docu-mento es que en el siglo XXI la agricultura sigue siendo un instrumento fundamental de desarrollo para alcanzar el objetivo del milenio de reducir cuando menos a la mitad para 2015 la proporción de personas que en el año 2000, y todavía, padecen hambre y viven en pobreza extrema. Según cifras de 2002, las más recientes a nivel mundial, tres de cada cuatro personas pobres en los países en desarrollo (atrasados) viven en zonas rurales –donde 2 mil 100 millones subsisten con menos de dos dólares al día y 880 millones con menos de un dólar al día– y la mayoría depende de la agricultura para su subsistencia. De los 5 mil 500 millones de habitantes de los países en desarrollo, 3 mil millones, casi media humanidad, viven en zonas rurales.
Para su análisis, el informe considera que la agricultura se lleva a cabo en tres mundos bien diferenciados: uno integrado por países fundamentalmente agrícolas, uno en proceso de transformación y otro urbanizado.
a) Países principalmente agrí-colas. La agricultura representa una alta proporción del PIB y es el principal impulsor de la economía pues genera en promedio el 32% del crecimiento de dicho PIB. En ellos la mayor parte de los pobres (70%) viven en las zonas rurales. De los países que integran este grupo (principalmente de África Subsahariana) 417 millones de personas habitan en zonas rurales.
Estos países, enfatiza el estu-dio, requieren una revolución de la productividad de los pequeños establecimientos agrícolas.
b) Países en proceso de trans-formación. En este grupo se catalogan la mayoría de los países de Asia meridional y oriental, del norte de África y del Medio Oriente, e incluye naciones como China, India, Indonesia, Marruecos y Rumania. En total su población rural asciende a 2 mil 200 millones de personas. En este grupo la agricultura ha dejado de ser la fuente principal del crecimiento del PIB (contribuye un 7% en promedio a dicho crecimiento), existe una creciente disparidad de ingreso entre las zonas rurales y urbanas; y la persistencia de la pobreza extrema en las áreas rurales es una importante fuente de tensión social y política.
“Para resolver las disparidades de ingreso en estos países –indica el informe– se requiere de un enfoque integral que abra diversos caminos de salida de la pobreza: el paso a la agricultura de alto valor, la descentralización de la actividad económica no agrícola hacia zonas rurales, y el suministro de asistencia para que parte de quienes se dedican a la agricultura pasen a otros sectores”.
c) Países urbanizados. En este grupo de países viven 255 millones de personas en zonas rurales; lo integran la mayoría de los países de América Latina y el Caribe, y muchos de Europa Central y Asia Central principalmente. En ellos la contribución directa de la agricultura al crecimiento económico es de 5% en promedio, y la pobreza es principalmente urbana, aunque en las zonas rurales viven el 45% de los pobres.
Para estos países el informe enfatiza en la estrecha relación que existe entre el desarrollo agrícola y la protección ambiental, e indica: “El gran impacto ambiental de la agricultura puede reducirse, al igual que la vulnerabilidad de los sistemas agrícolas al cambio climático. También es posible encauzar la agricultura para que brinde más servicios ambientales”.
Indicadores agrícolas
En el cuadro comparativo que hemos preparado (Gráfico 1) se aprecia que en México la población rural asciende a 24.8 millones de personas, el 24.3% de la población total, y crece a un ritmo de 0.5% anual (muy bajo por la fuerte emigración a las zonas urbanas o al exterior).
En el campo se emplean 6 millones 670 mil personas, 16.7% de la ocupación total, de los cuales 12.6% son mujeres.
El valor agregado agrícola asciende a unos 24 mil 340 millones de dólares, 3.9% del PIB, y representa unos mil 91 dólares por trabajador al año.
México tiene unos 27.3 millones de hectáreas en producción agrícola, apenas 1.2 hectáreas por habitante rural, de las cuales sólo 23.2% son de riego y el resto de temporal. La deforestación avanza a un ritmo de .5% anual, mientras que países como China, España, Chile, Estados Unidos, Francia, India o Turquía, al contrario, aumentan su superficie forestal cada año.
México produce 299 kilogra-mos de cereales por habitante al año, Estados Unidos mil 253 kg, Francia mil 45 y Argentina 941. El rendimiento por hectárea es en México de 3 toneladas; en Estados Unidos de 6.4 toneladas, en Francia de 6.9 y en Argentina de 3.9 toneladas.
Nuestro país produce al año 52 kilogramos de carne por habitante; Estados Unidos 133, Francia 115, España 125, Argentina 105 y Brasil 106.
México produce 253 kilogra-mos al año de frutas y vegetales per cápita; Estados Unidos 225, Argentina 283, Francia 317, China 390, Chile 469, Turquía 516, y España 700.
UNIDAD TÉCNICA DE ECONOMÍA SA de CV • ciudad de México • Teléfono / Fax: 5135 6765 • unite@i.com.mx











Reporte Económico

David Márquez Ayala

Agricultura y Desarrollo (segunda y última)

A manera de grandes propuestas al reto de la agricultura en los países atrasados el World Development Report 2008 del Banco Mundial apunta:
1) Muchas naciones y millones de personas saldrían beneficiadas si los gobiernos (y los donantes) desandaran el camino recorrido durante años de desatención en materia de políticas y solucionaran el problema de inversiones insuficientes e inadecuadas en el sector.
2) Es prioritario incrementar los recursos de los hogares pobres, elevar la productividad de los pequeños agricultores (y de la agricultura en general) y crear oportunidades en la economía rural no agrícola que los pobres puedan aprovechar.
3) Para hacer realidad una agri-cultura para el desarrollo se requiere de políticas y procesos adecuados a las condiciones económicas y sociales de cada país, movilizar apoyo político y mejorar la gestión de la agricultura.
4) Para que las posibilidades se concreten hace falta la mano visible del Estado en la tarea de brindar los servicios públicos esenciales, mejorar el clima para la inversión, regular la ordenación de los recursos materiales y garantizar la obtención de los resultados sociales deseables (RE: asegurando la viabilidad económica de los pequeños y medianos productores, añadiríamos nosotros).
AGRO y TLCAN
Otro estudio del Banco Mundial titulado México 2006-2012. Creando las bases para el crecimiento equitativo, expresa sobre el tema:
“La agricultura ha sido uno de los rubros con desempeño especialmente deficiente en términos de crecimiento de la productividad. Las exportaciones agrícolas aumentaron con la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), pero el déficit agrícola neto en el comercio con Estados Unidos se amplió. México enfrenta a nuevos competidores en Estados Unidos y, a la vez, sólo ha tenido una penetración limitada en nuevos mercados. Los pequeños productores fueron los menos beneficiados con el TLCAN, sin dejar de lado que el sistema mexicano de innovación agrícola estaba en crisis a mediados de los años 90 y poco preparado para su entrada al tratado.”
“No obstante los altos y consistentes subsidios en la agricultura, las drásticas reformas internas y la firma del TLCAN, el desempeño del sector agrícola se ha venido rezagando desde los años 80 en relación con el PIB del país; de hecho, las cifras registran un decrecimiento anual promedio de -0.4% del PIB agrícola por habitante entre 1984 y 2004 (Gráfico 2).
“Asímismo, el Factor Total de Productividad (FTP) agrícola (que mide básicamente el impacto de mejoras tecnológicas) aumentó en América Latina y el Caribe de 1.39% anual en el periodo 1961-1980 a 2.31% entre 1981 y 2001, mientras que en México, al contrario, disminuyó de 2.26% (1961-1980) a 1.51% en 1981-2001 (Gráfico 3).
“No obstante que las exportaciones agrícolas a Estados Unidos (86% del total) aumentaron a partir del TLCAN, su crecimiento fue fragmentado y concentrado en algunos sectores de agricultura de riego y/o comercial de hortalizas, alimentos procesados y bebidas. En términos del balance agrícola neto (exportaciones menos importaciones) el saldo es negativo para México en relación con Estados Unidos, su socio principal, ya que dicho déficit se incrementó de -211 millones de dólares en 1991/93 a -1 mil 300 millones en 2001/03.
“La innovación tecnológica para el campo entró en crisis desde mediados de los años 90 por tres razones principales: a) la ineficiencia del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales y Agropecuarias; b) el desmantelamiento en 1994 del servicio nacional de extensionismo (asesoría y apoyo) agrícola, y c) la presión y el sesgo hacia la tecnología moderna que introdujo el TLCAN (RE: otros centros universitarios y mecanismos existentes parecen ser inoperantes o ajenos a los pequeños y medianos productores; varios trabajan además para las trasnacionales y son canales del saqueo genético del país). Es un hecho que las innovaciones tecnológicas en su actual distribución están acentuando la brecha entre la agricultura moderna y la tradicional en detrimento, desde luego, de los ingresos de esta última.
“Es necesario fortalecer la innovación agrícola y los sistemas de finanzas rurales, reevaluando el sistema de subsidios agrícolas. Se propone además la adopción de nuevos modelos para una mayor descentralización de los programas de desarrollo rural orientados a la producción. La descentralización efectiva, acompañada de una planeación más cuidadosa del desa-rrollo rural a nivel estatal, podría mejorar los resultados en términos del desarrollo rural.
“Ahora que con el 2008 terminan las exenciones arancelarias del TLCAN, los productores mexicanos enfrentarán una renovada competencia en productos como maíz, frijol, azúcar y leche en polvo, coincidiendo, además, según se ha planteado, con que programas transitorios de apoyo como Procampo serán discontinuados o reformados.”
En nuestra opinión, los estudios del Banco Mundial exponen para México un panorama agropecuario crudo y preocupante. Todas las naciones del mundo (o casi) cuidan, alientan y protegen su producción alimentaria, a sus agricultores, ganaderos, avicultores y pescadores. México lo hacía hasta hace cinco lustros, cuando la demencia neoliberal tomó el poder y decidió con infinita saña e insolencia que millones de pequeños productores, ejidatarios y campesinos debían ser competitivos frente a la globalización o desaparecer. Al efecto abrió fronteras, desmanteló la infraestructura de soporte al campo (comercialización, crédito, asistencia técnica, producción de semillas, fertilizantes y otros ins-umos), desapareció los precios de garantía, aceptó productos externos subsidiados, sobrevaluó el peso abaratando las importaciones, arrojó al campo a las manos de consorcios comerciales y agroindustriales voraces y sin control, e hizo, en síntesis, económicamente inviable a una gran parte del sector agropecuario del país.
Como consecuencia, somos ahora importadores netos de alimentos, y cientos de miles de habitantes rurales emigran cada año hacia ciudades ya atestadas y zonas industriales que ya no generan empleo, o bien hacia el exterior, principalmente a Estados Unidos, en cuya enorme economía ven posibilidades de sobrevivencia y progreso. Sólo que a quienes negociaron por México el TLCAN se les olvidó (o deliberadamente omitieron) estipular que a un libre flujo de mercancías y capitales debe corresponder un libre flujo de personas. No lo hicieron y ahora más de 6 millones de mexicanos sin documentos sufren en Estados Unidos un terrorismo migratorio sin precedente, y México el insulto de una frontera amurallada y militarizada.
Todo acuerdo que dinamice el comercio es en principio positivo si beneficia a ambas partes, guarda equilibrio entre dispares, aplica mecanismos compensatorios, respeta las necesidades y prioridades de cada quien, y no daña a grupos sociales o sectores económicos. Si no es así, ningún tratado puede prevalecer afectando sectores sensibles; obstaculizando el desarrollo; monopolizando, desequilibrando y desnacionalizando la economía, y causando daño profundo y permanente a grandes segmentos de la sociedad.
México está en posibilidad y derecho de negociar con Estados Unidos y Canadá, o incluso de aplicar unilateralmente medidas de contención a los excesos del libre comercio con base en cuatro argumentos centrales:
1) Evidencia de daño económi-co y social sensible en áreas agrícolas, industriales y de servicios.
2) Evidencia de comercio desleal e inequitativo en productos agrícolas básicos subsidiados.
3) El creciente rechazo y hosti-lidad hacia los trabajadores migrantes mexicanos que en acuerdos como el TLCAN tienen tanto o más derecho de libre circulación que los productos y los capitales.
4) La impostergable necesidad, dado lo anterior, de potenciar y proteger a los productores nacionales más débiles a fin de dinamizar la creación de empleos en forma masiva y dar así oportunidades de vida digna a los migrantes potenciales.
México debe recurrir en primera instancia a la argumentación y la negociación con sus socios del TLCAN a efecto de salvaguardar lo positivo y neutralizar lo negativo, pero también debe estar dispuesto en última instancia a renunciar al TLCAN y tal vez buscar otros acuerdos más modestos pero menos dañinos. El futuro del país está en un amplio comercio justo con el norte y en la integración económica con el sur.
América Latina ya entendió que neoliberalismo y desarrollo son incompatibles y casi ha logrado erradicar a los fanáticos del mercado. En México seguimos en el túnel de la inconsciencia y poco se puede avanzar cuando el mismo gobierno y una mayoría legislativa parecen estar en contra del país, su patrimonio y su pueblo.
El problema principal radica, por tanto, en que para negociar con sus socios, México debe tener antes un gobierno que esté dispuesto a hacerlo y bien, y esto hoy no existe.
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http://www.jornada.unam.mx/2007/12/24/index.php?section=opinion&article=022o1eco

Caso Lydia Cacho: manifestación frente a la Suprema Corte

Elena Poniatowska/ I

Caso Lydia Cacho: manifestación frente a la Suprema Corte


“Suprema Corte, Suprema Corte, violación a los derechos humanos.”
–¿Habrá como 400 personas? Yo creo que sí…
–Si no vinieron más es por la Navidad…
–Se ven bonitas las nochebuenas pegadas a la banqueta de la Alameda.
Al pasar, miro la pista de hielo instalada por el gobierno de Marcelo Ebrard. Está amurallada. Sólo pueden verse las gradas de los espectadores.
–¿Y no les cobran? –le pregunto a mi vecina.
–Sí, creo que sí, poquito pero cobran.
–¿Los patines o qué?… Están limpiando la parte superior de Palacio Nacional. ¡Qué padre!
–¡Qué bueno que los pobres disfruten las diversiones de los ricos! –se entusiasma mi vecina.
Una mujer baja de la acera y se acerca: “¿Qué está pasando? ¿Por qué protestan?”
–¡Es por Lydia Cacho! ¡Es por Lydia Cacho! Denunció a los pederastas en su libro Los demonios del Edén, la encarcelaron y el 29 de noviembre, la Suprema Corte de Justicia falló en su contra en vez de hacerlo en contra del gobernador de Puebla, Mario Marín.
–Me voy con ustedes, yo también sé mucho de explotación sexual y no quiero que México se convierta en el paraíso de los pederastas.
–Sí, eh… “Lydia somos todos”.
–En México, 85 mil menores son usados para producir pornografía infantil y 25 mil explotados sexualmente.
“¡Justicia sí, pederastas no!” –grita una muchacha.
Jesusa Rodríguez: “Estamos aquí saludando a niñas y niños valientes, un aplauso muy grande (aplausos y gritos) para las personas que van a hacer de México un país diferente. Tenemos presencia de chiquitos y chiquitas desde seis meses, un año y hasta 10 y 15 años”.
“¡No están solos, no están solos, no están solos!”, “¡recorte, recorte, a la Suprema Corte!”
Jesusa: “El segundo y gran reconocimiento que queremos dar hoy es a esa luchadora extraordinaria que ha cambiado la faz de nuestro país con su defensa de los niños y las niñas: Lydia Cacho (gritos y aplausos). ¡Todos somos Lydia! –vocea mi vecina y los manifestantes corean de nuevo: “¡Todos somos Lydia! ¡Todos somos Lydia!” Quiero informarles que están con nosotros grupos feministas que afirman que el juicio de los seis ministros de la Corte deja a la niñez mexicana en estado de indefensión.
“¡Lydia, escucha, el pueblo está en tu lucha!”
Jesusa: “Nos acaba de decir Elena que Lydia necesita de nuestra energía, que le mandemos toda nuestra fuerza así que desde aquí se la hacemos llegar”.
“Toda nuestra fuerza para Lydia Cacho”, “no estás sola, no estás sola”. “Toda nuestra fuerza para Lydia Cacho”.
–Que nadie aviente un huevo ahora, sólo al final vamos a hacer una rociada de huevos a la Suprema Corte (“Sí, sí”, gritos y aplausos: “¡Huevos, huevos, huevos!” sonrío al pensar que México es el primer consumidor mundial de huevo: casi 22 kilos por cabeza al año, según la encuesta Gallup). Y ese acto simbólico se va a hacer con huevos podridos para que sepan que allá adentro están más podridos que lo que les vamos a echar. (“¡Preparen, apunten, huevos”!) Apunten hacia las fotos amplificadas de los jueces que manchan la justicia de nuestro país y están recargadas en la puerta.
“¡Que renuncien, que renuncien!” “¡Qué vergüenza!” “¡Justicia, justicia, justicia!”
Un cartel advierte: “Suprema Corte de Injusticia corrupta versus Lydia Cacho”; “calificación: 0”.
Jesusa: “Esta es una convocatoria totalmente ciudadana, entonces vamos a escuchar la voz de la gente que quiere decirnos algo. Voy a pasarle el micrófono a esta señora”.
“El que apoya o exonera o solapa a un delincuente, es su cómplice. Mario Marín es cómplice de los pederastas.”
“¡Culpables, culpables!” “¡Pederastas, pederastas!”
Pienso en Lydia Cacho que dice que quienes compran a jueces y magistrados son los grupos de poder y quienes están vinculados con el crimen organizado. Pienso en Lydia, en su rostro grave, en la expresión seria de sus ojos oscuros, en lo que ella tiene de Pessoa, de Saramago, de Tabucchi, en el Portugal de sus ancestros. Seguramente le heredaron su valentía.
Jesusa: “Vamos a escuchar a otro ciudadano que trae un cartel que dice: ‘Presidente Felipe Calderón, ¿tú qué vas a hacer? Lydia Cacho te apoyamos. Suprema Corte de Injusticia Corrupta contra Lydia Cacho’.
“Sabemos que hay pederastas que en el nombre de Dios violan a los niños en México y ésos –señala la Catedral– no pueden quedar impunes.” (Aplausos)
“Renuncien, renuncien.”
Sube una mujer joven con una niña en brazos: “Denuncien, denuncien, denuncien, denuncien, hombres y mujeres por favor denuncien, pido su apoyo para mi hija que a los dos años y ocho meses fue agredida sexualmente por su padre y no se nos ha hecho justicia, no se nos ha abierto ninguna puerta, por favor ciudadanos ayúdenme y ¡denuncien, mujeres, denuncien! Mi hija ahora tiene cuatro años, mírenla, la averiguación previa está por resolverse después de un año siete meses, yo no puedo permitir que mi hija vea a su padre porque fue su agresor, ¡pido justicia ante las autoridades!”
“¡No están solas! ¡No están solas!”
La mujer llora y se limpia las lágrimas con la mano izquierda. Con la derecha abraza a su hija.
–¡Qué gran vergüenza!
“El hombre consciente ama y defiende al niño” –corean.
“Lydia Cacho, perseguida por documentar”, escribió El Fisgón.
Jesusa: “Ciudadanas y ciudadanos, necesitamos hacernos todos hacia atrás para permitir que los niños queden adelante y avienten los primeros huevos. ¡Los niños son primero!”
“¡Los niños son primero, los niños son primero!” “Un saludo para los magistrados”. La rechifla se desboca en mentadas de madre.
Unos niños, cada uno con su botella, vierten coñac sobre las pancartas de los jueces recargadas en la puerta de la Suprema Corte. “En este momento, los magistrados se están atascando de coñac corriente porque ni siquiera se merecen nada fino –explica Jesusa. Los niños rocían el coñac del góber precioso encima de los jueces”. “¡Que se haga para atrás la prensa si no quiere que le toquen los huevos!”
–¿Quién trae los huevos?
–Dentro de un momento les echaremos huevos podridos. ¡Todavía no los tiren, todavía no! –Jesusa levanta los brazos.
“Señores ministros, ustedes son un estorbo para el desarrollo de la infancia, tengan vergüenza, váyanse.”
“¡Ahora sí, preparen, apunten, huevos!” –ordena Jesusa.
Una treintena de huevos se estrellan contra la puerta.
“¡Muy bien!”
“¡Preparen, apunten, huevos!” y otra vez se estrellan docenas de huevos sobre la puerta de la Suprema Corte.
“¡Que renuncien, que renuncien!”
“¡Huevos, huevos, huevos!”
“El pueblo, unido, jamás será vencido.”
“Sí se puede.”
“Ya basta, ya basta, de tanto pederasta”.

http://www.jornada.unam.mx/2007/12/23/index.php?section=opinion&article=a03a1cul


Elena Poniatowska/ II y última

Caso Lydia Cacho: manifestación frente a la Suprema Corte

Lydia Cacho no es una mujer indefensa, aquí estamos todos nosotros –me dice una mujer de cabello blanco.
–Dirige en Cancún un centro de atención para mujeres víctimas de violencia. El Unifem (Fondo de Desarrollo de Naciones Unidas para la Mujer) la tiene dentro de sus especialistas en violencia y género. Se ocupa también de las madres de las mujeres asesinadas de Ciudad Juárez.
–¡Cuánta dignidad, cuánta valentía!
Jesusa: “Queremos informarles que hay una mujer que dignamente acaba de renunciar al cargo de fiscal especial (aplausos). Alicia Elena Pérez Duarte se enfrentó a la porquería –que no se puede llamar de otra forma– que han hecho estos magistrados, si es que así se les puede llamar a esos corruptos: Guillermo Ortiz Mayagoitia (presidente de la Corte), Sergio Valls, Salvador Aguirre Anguiano, Mariano Azuela, Olga Sánchez Cordero y Margarita Luna Ramos. ¡Mírenlos! Allí están recargados en la puerta, miren sus pancartas, mírenlos bien para que se les queden grabados y no se nos olvide en qué manos está la justicia”.
Una ciudadana se acerca a decirme que la ahora ex fiscal especial, Alicia Elena Pérez Duarte se tardó en renunciar para proteger a su gente, quiso dejarla segura en la fiscalía.
–Todavía traigo muchos huevos –una señora señala su bolsa con dos cajas con seis blanquillos cada una.
Jesusa: “No vamos a permitir que continúe este estado de cosas”.
Una muchacha con una gran boca roja blande un cartel. Sobre su blusa escribió: “Soy la justicia”. Su cartel dice: “No más pederastas, no más corrupción, no más impunidad”. Lydia Cacho llevaba una playera parecida cuando acudió al juzgado.
Jesusa: “Aquí tenemos a una compañera que ha logrado reunir 8 mil firmas. Queremos agradecer a todos los ciudadanos que vinieron a esta marcha y decirles que varias organizaciones civiles exigen la renuncia de los magistrados. No quitaremos el dedo del renglón hasta que los pederastas estén en la cárcel, incluido Norberto Rivera, Yunes, Gamboa, Nacif, Marín. Aquí seguiremos luchando, no vamos a dejar a los niños indefensos, vamos a luchar y vamos a ganar”.
–Lydia Cacho jamás imaginó que escribiría un libro sobre una red de presuntos pederastas. Su libro se enfocaba más bien a la vida de las víctimas de abuso…
–Por eso la trataron como una criminal…
–Investigó la vida de las niñas y dio con un asunto de crimen organizado que tiene que ver con pederastia, pornografía infantil, lavado de dinero y complicidad de gobernantes.
–Yo ni sabía de la explotación sexual infantil en Cancún.
–Allá sucede de todo.
–Cuando yo conocí Cancún era un paraíso –interviene el novelista Agustín Ramos–, sólo había un hotel y una playa con arena que parecía harina… Como diría Lydia Cacho, los demonios se apoderaron de ese edén para hacer toda clase de negocios y de fechorías.
“Niños y niñas contra Marín”, vocean una y otra vez. “Justicia corrupta que apoya a delincuentes”, “¡Ya basta, ya basta, de apoyo a pederastas!”, “¡Juicio político a Marín!”, “¡Todos somos Lydia!”, “Que renuncien, que se vayan los jueces”, “Ellos son los cerdos”.
La actriz Dolores Heredia lleva en brazos a la más joven manifestante: una bebita de dos meses que aguanta el sol y los gritos. “Niños y niñas, estamos con ustedes”, “¡Justicia sí, pederastas no!”
¿Y el sonido, quién trae el sonido? –pregunta un muchacho frente a la puerta de la Suprema Corte de Justicia.
Una ciudadana de sombrero blanco toma el micrófono: “Fuera la porquería de este país, que se vaya la mierda de este país. Este movimiento es del pueblo, ya basta de corrupción, la Suprema Corte de Injusticia solapa y protege al góber precioso y al gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, a todos los que tienen a este país sumido en la miseria y la desesperación. Por un lado los curas predican el Evangelio desde el altar y atrás de él violan niños, y ¿qué pasa? Repican las campanas para acallar al pueblo. ¡Fuera la Suprema Corte de Injusticia!
“¡Fuera, fuera, fuera!”
Se oye una voz que alienta a la siguiente oradora: “¡Duro, duro!”
–¿Quién nos gobierna y para qué? –pregunta Agustín Ramos, el rostro enrojecido por el sol. Cada día hay una mala noticia, que Perverto Rivera esto, que Pemex lo otro, que la señora Ascención murió de gastritis mal atendida, que lo de Acteal no es cierto, que la inundación de Tabasco fue culpa de la luna llena y no de las trasnacionales que venden energía eléctrica. En este país tienen que pasar 30 años para que se empiece a saber la verdad y los culpables se les indulte por seniles, como Luis Echeverría. Cada día estamos más indefensos, Elena. Por eso Lydia Cacho es todos nosotros, porque también nos pueden encarcelar y torturar, sin juicio, sin cargos, sin testigos.
“¡Ese apoyo sí se ve, ese apoyo sí se ve!”
–Los ministros de la Suprema Corte cobran sueldos millonarios que pagamos los ciudadanos –me dice mi compañera de marcha.
–El gobierno no tiene palabra.
“Gran parte de la sociedad mexicana no puede asistir –mucha gente no viene por razones económicas, porque no tiene para su pasaje–, pero muchos se solidarizan con esta protesta desde su casa”, explica Jesusa.
Un hombre fuerte toma el micrófono: “Los magistrados actúan mal, tienen hijos, no piensan que pagarán sus culpas en sus hijos, Marín pagará sus culpas, al igual que Kamel Nacif. Por eso estamos aquí, para apoyar a Lydia Cacho, únanse, todos los que tienen hijos y nietos, yo tengo nietos, por eso vine a la manifestación”.
–A nosotros no nos van a hacer menos.
“¡Justicia, justicia, justicia!”
–A quienes les va peor es a los 13 mil niños de la calle…
–¿A poco son tantos?
–A ellos los buscan los pederastas. Les ofrecen casa y comida.
–El ejemplo mayor de la influencia de las redes de pederastia es la alianza entre el gobernador de Puebla, Mario Marín, y el empresario Kamel Nacif, que quisieron destruir a Lydia. ¡Pero no pueden con ella! ¿Sabías que las botellas de coñac de las que hablan son muchachas?
Jesusa: “Son los ministros quienes han manchado esta institución, son ellos los que la han hecho pedazos. Cantemos ahora junto a los niños el Himno Nacional mexicano”.
¡Qué bonita Jesusa con su rebozo blanco y su voz alentadora!
“Mexicanos al grito de guerra, el acero aprestad y el bridón, y retiemble en su centro la tierra, al sonoro rugir del cañón…”
“¡Viva México! ¡Viva! ¡Viva Lydia Cacho! ¡Viva! ¡Vivan los niños y las niñas de México! ¡Vivan! Gracias, ahora vamos a ir todos al Hemiciclo a Juárez a comer.”
Jesusa y Liliana agradecen: “Los domingos la gente lleva de comer para todos. ¿Has probado el chicharrón en salsa verde de Emilia?”

http://www.jornada.unam.mx/2007/12/24/index.php?section=opinion&article=a07a1cul

Domar al tigre a golpe de micrófono

México SA
Carlos Fernández-Vega

cfvmx@yahoo.com.mxcfv@prodigy.net.mx

Domar al tigre a golpe de micrófono
Campesinos mexicanos, en indefensión
En 15 años no se logró mejorar la productividad



A punto de que suenen las campanadas para la apertura agropecuaria total en el marco del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), los discursos gubernamentales y sus frases huecas pretenden convencer de que el campo mexicano “está preparado”, llega en “mejores condiciones”, está “listo para afrontar la apertura” y de que “aquí hay mucho corazón para salir bien librados”, entre otros enunciados célebres.
Pero la realidad es muy distinta al discurso y al fraserío, porque, como siempre, el gobierno pretende domar al tigre a golpe de micrófono. De entrada, el abismal desequilibrio en materia de subsidios deja a México en verdadera indefensión ante los productores estadunidenses, por mucho que la “continuidad” presuma su “presupuesto histórico” para el campo mexicano.
Tan sólo en 2005, los subsidios agropecuarios totales que el gobierno de Estados Unidos otorgó fueron casi 20 veces superiores a los que en el mismo año otorgó el gobierno de México. Para el periodo 2004-2008, se estima que el gobierno estadunidense subsidie, de acuerdo con la Ley Agrícola de 2002, con más de 150 mil millones de dólares a sus productores agrícolas, mientras en México se considera que, en el mismo periodo, los subsidios a los productores no excederán 27 mil millones de dólares, de acuerdo con el más reciente análisis que sobre el particular elaboró el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados.
La misma fuente subraya que, a pesar de las limitaciones que supuestamente “impone” la Organización Mundial de Comercio a algunos países para que reduzcan el monto de los subsidios que otorgan a sus productores, entre 2000 y 2005 la asistencia oficial del gobierno estadunidense a su sector agropecuario alcanzó montos sin precedente. Se estima que en dicho periodo Estados Unidos otorgó subsidios agropecuarios por 611 mil 300 millones de dólares, mientras en el mismo periodo los subsidios totales otorgados por México a su sector agropecuario ascendieron a 46 mil 300 millones (13 veces menos que su vecino del norte) y en Canadá a 51 mil 400 millones.
México, pues, muy apartado está de las alentadoras frases que manan del micrófono oficial. Lejos de ello, a pesar de contar con cerca de cinco lustros para restructurar y fortalecer el campo, llega a la apertura perfectamente debilitado, toda vez que desde un inicio el capítulo agropecuario del TLCAN fue negociado en condiciones de grandes asimetrías entre los tres países, particularmente por la brecha en los niveles de productividad de los respectivos sectores en Estados Unidos, Canadá y México, como señala el citado análisis.
El desequilibrio entre las tres naciones también se refleja en los recursos que cada uno de ellos destina para estimular la producción agrícola y apoyar las exportaciones de los bienes agropecuarios. En general, los compromisos que se pactaron en el capítulo agropecuario del TLCAN no reflejaron plenamente el menor nivel de desarrollo de la agricultura mexicana comparada con la de sus socios comerciales, ni en plazos de desgravación ni en niveles de mercado.
Con la entrada en vigor del tratado, en 1994, se aceleró la apertura del sector agropecuario mexicano a la competencia externa, por lo que los precios internos de los bienes agropecuarios se han vinculado más estrechamente a los precios externos, ante lo cual los productores locales respondieron elevando la producción y los rendimientos, sin que ello lograra neutralizar totalmente el impacto de los precios sobre el valor total de la producción y de los ingresos. Así, después de casi 15 años de haber entrado en vigor, la productividad del sector agropecuario mexicano no logró mejorar suficientemente como para acortar la brecha con los países socios de dicho acuerdo; asimismo, tampoco se logró mejorar el nivel de ingreso ni los salarios de los trabajadores del campo.
Además, se ha reducido a la mitad la participación del sector agropecuario en el PIB total (de representar 7.9 por ciento en 1988, para 2005 sólo era de 3.4 por ciento), lo que ha agravado el desequilibrio estructural de la economía mexicana y se refleja en los bajos ingresos agropecuarios y la baja dinámica de los mercados internos.
En general, durante estos 15 años de operación del TLCAN se presentaron algunos cambios en las relaciones de intercambio entre los países firmantes. Por una parte, en México se registró un crecimiento de las exportaciones de frutas y hortalizas, principalmente a Estados Unidos; por otra, se incrementaron las importaciones de granos y otros alimentos del vecino del norte y en menor medida de Canadá, por lo que se ha mantenido en estos últimos años el déficit en la balanza comercial agroalimentaria y aumentado el abastecimiento externo del consumo aparente nacional de alimentos.
Las ventajas arancelarias que aparentemente recibió México por parte de sus socios comerciales del TLCAN se fueron gradualmente erosionando por diversos factores: la revaluación cambiaria, el aumento de los subsidios que otorgan los gobiernos estadunidense y canadiense a sus productores agrícolas, y los diversos acuerdos comerciales que Estados Unidos fue suscribiendo durante los años de operación del TLCAN con países cuyas producciones agropecuarias compiten con las mexicanas.
México comenzó a perder presencia en las importaciones agropecuarias totales de Estados Unidos, incluyendo productos en los que fue exportador neto de elevada competitividad (tomate, café y frutas, entre otros). Sin embargo, han sido las barreras no arancelarias y las prácticas desleales de comercio (dumping y subsidios) que utilizan los gobiernos y productores agrícolas de los socios comerciales de México los que más han afectado el desarrollo de nuestro sector agropecuario, ya que ésas han generado competencia desleal entre los productores de los tres países en detrimento de los agricultores mexicanos.
Pero, dicen, México “está preparado”.
Las rebanadas del pastel
Felices fiestas, y aquí nos encontramos el miércoles 26.

http://www.jornada.unam.mx/2007/12/24/index.php?section=opinion&article=020o1eco

Murieron este año 562 mexicanos en la frontera: PRI

Ciro Pérez Silva

El PRI en la Cámara de Diputados informó ayer que durante 2007 ocurrieron 562 muertes de mexicanos que intentaron cruzar la frontera con Estados Unidos y que unos 560 mil paisanos emigraron este año a ese país en busca de empleo, destaca un documento de trabajo sobre migración elaborado por esta bancada legislativa.
“Es una cifra superior incluso respecto de alguno de los años de gobierno de Vicente Fox, y eso a consecuencia de la nula generación de empleos y la ausencia de una política migratoria de protección por parte de México”, aseguró Edmundo Ramírez Martínez, del grupo de trabajo en materia migratoria de la bancada tricolor en San Lázaro.
Destacó que al finalizar 2007 el saldo para los migrantes es negativo respecto de su intento por cruzar la frontera; además, se ha incrementado el número de mexicanos que buscan el sueño americano, principalmente mujeres, jóvenes e incluso niños.
“Unos 560 mil mexicanos salieron este año hacia Estados Unidos, la mayoría arriesgando su vida y cientos encontraron la muerte”, insistió Ramírez Martínez.
En el gobierno de Felipe Calderón es evidente que poco o nada se avanzado para revertir la sentencia a muerte de 54 mexicanos que se encuentran en Estados Unidos. “Es un tema inexistente en la agenda con el vecino país”, agrega el documento.
Ramírez Martínez, coordinador de dicho grupo de trabajo, señala que además de los ya sentenciados, existen otros 118 casos de mexicanos que están en la antesala de la muerte en Estados Unidos, es decir, que sus casos pueden derivar en la pena capital.

http://www.jornada.unam.mx/2007/12/24/index.php?section=politica&article=010n1pol