1. Rumbo al encuentro en
Eugenia Gutiérrez
24 de Diciembre
Lo de “compañeros y compañeras” sí es cierto. En el Poblado 24 de Diciembre todo se vive en comunidad, especialmente las agresiones, el dolor, el hostigamiento y el desprecio en una guerra territorial/ económica/ política apoyada por varias instituciones y recrudecida desde que comenzó a gobernar sin victoria Felipe Calderón. Para contrarrestar de manera pacífica esa guerra,
Con el objetivo de proteger al poblado de las agresiones prometidas por el principal abastecedor de las cafeterías
En casa de Amparo y José hay cinco niñas, sin contar a la madre. La mayor tiene 12 años. La menor, poco más de un año. Se llama Hilda Guadalupe y tenía apenas tres meses cuando la suya y otras 30 familias llegaron a habitar otra vez este sitio de donde el Ejército Federal los expulsó en 1995. El regreso se lo propusieron a
Apenas habían tumbado cinco árboles para dejar de dormir a la intemperie cuando los priístas de
"En el terreno recuperado, pasan cortando el camino de la entrada del poblado como evitándoles a los y las compañeras que pasen en el terreno. Además que están destrozando y destruyendo arbolitos que el pueblo lo está cuidando. En esos días estuvieron trabajando entre 40 soldados y armados. También van en el manantial donde toman los compañeros su agua para cocinar y beber, dejando sus excremento a unos metros de la orilla del agua".
Con sólo dos de las trece demandas en la mano, tierra y libertad, los habitantes de 24 de Diciembre llevan casi un año luchando por once demandas más, aunque ya tienen muchos años de experiencia en sufrimientos. Cuentan Amparo y José que en 1995, cuando escaparon del Ejército Federal que les aventó Zedillo y se refugiaron en las montañas, aprendieron a comerse estos árboles con los que otros lucran. Durante una semana y por no haber podido prever la movilización, se alimentaron de bejucos y raíces acompañados de un poco de agua de lluvia. Hoy Amparo y sus cinco hijas revientan en risas cuando se les pregunta si echarán su discurso en el encuentro de mujeres en
Bolón Ajaw
Eso de que “no están solos” sí es verdad. Desde hace varios meses, las comunidades zapatistas se organizan para responder a las agresiones. Hay que apoyar de inmediato cuando los paramilitares queman casas y milpas, roban ganado, disparan al aire y al cuerpo, destruyen caminos recién trazados, cortan el agua, se la roban, la ensucian, amenazan a las mujeres, torturan a los niños o machetean a las Bases de Apoyo.
Hay un lugar donde la situación es muy grave. Por ser un sitio paradisiaco ya le echaron el ojo los mercaderes del turismo. Se llama Bolón Ajaw y según los informes elaborados por el CAPISE y publicados en su página de internet, las agresiones y amenazas que les ha lanzado
Quienes recibieron esas amenazas fueron los compañeros Bases de Apoyo Manuel Jiménez Álvaro, Jerónimo Morales Álvaro y Manuel Méndez Silvano en su trayecto a la cárcel del Ejido Agua Azul y después de recibir una agresión de
"Al compañero Manuel Jiménez Álvaro fue pateado, golpeado a garrotazos y con la palma del machete azotado en la parte de la cara y cuello. Fue herido por una bala de pistola calibre 22 en la parte de la barbilla y el labio inferior derecho. Siendo el asesino el Sr. Jerónimo Urbina López y que gracias a la maniobra y aun estando en el suelo y mal herido, nuestro compañero, rodó haciendo un intento de giro librándose así a que esta bala, le provocara la muerte.
Los otros dos compañeros de nombre Jerónimo Morales Álvaro y Manuel Méndez Silvano fueron golpeados con garrote y a patadas en las partes corporales y pies y con el machete intentaron darle de golpes para provocar heridas mortales.
Después de esta golpiza inhumana, nuestros tres compañeros fueron llevados a la cárcel de este ejido Agua Azul y en ese trayecto, les dieron de patadas en todo el cuerpo, costilla, brazos, cabeza, y cara. Fueron golpeados con la palma de los machetes". (Denuncia de
A unos kilómetros de ahí, miles de turistas visitan las hermosas Cascadas de Agua Azul sin saber el sufrimiento que arrastra ese río que los baña. Al revisar los testimonios de los habitantes de la zona es inevitable preguntarse cuántas mujeres y en qué condiciones físicas y emocionales asistirán a su encuentro con nosotras. Parte de la respuesta se intuye en la aseveración que hacen hombres y mujeres zapatistas que nos recuerdan que no se rinden. En su reporte de agravios,
Violencia paramilitar generalizada
De que existe el “buen gobierno” se tienen pruebas palpables. Algunas se encuentran en el seguimiento puntual que dan las Juntas a todas las agresiones paramilitares de lo que el CAPISE ha llamado “la embestida del Estado mexicano”. Los datos ahí están. Los nombres de los agresores, también. Las brigadas civiles de observación “Tierra y Territorio” han recopilado testimonios que narran agresiones de
Hagamos el intento de ponernos en el lugar de las mujeres que son familiares del compañero Leonardo que vive por la zona del Caracol de Morelia. El 10 de agosto, en el Municipio Autónomo Olga Isabel, fue atacado a golpes Leonardo Navarro Jiménez delante de su hijo Elías de 11 años. Elías corrió a avisar a su familia y todos llegaron al lugar del ataque. En ese momento, trece paramilitares de
"Uno de sus hijos del compañero Leonardo Navarro Jiménez, de nombre: Juan Navarro Jiménez, de 29 años de edad, acude a su auxilio de su padre, rompiendo la valla que el grupo agresor obstruía su paso, y fue justo en ese momento, cuando uno de las mismas personas que retenían a su padre, le dispara con un rifle 16 calibre 22 automático, hiriendo con una bala en el hombro derecho y casi al mismo tiempo, recibe un machetazo hiriendo gravemente en la parte de la cien del lado derecho.
Una vez, balaceados a nuestros dos compañeros y herido a Juan Navarro Jiménez de un machetazo, sus familiares, hijos e hijas y de su compañera de Leonardo Navarro Jiménez, intentaron acudir al auxilio mientras estos paramilitares, huyeron al cafetal hacia el monte".
La compañera de Leonardo no huyó. Ella sigue enfrentando, cotidianamente, una guerra instigada, avalada y aplaudida por el Estado. No sabemos si ella y las mujeres de su familia y de su comunidad irán al encuentro en
Las mujeres, los niños, los enfermos
Aquello de que “no nos vamos a rendir” sucede. Un ejemplo está en la comunidad de San Manuel, antes San Juan del Río y cercana al Caracol de
Según el informe de
"Existen diversas amenazas contra la comunidad. Por ejemplo, el señor Feliciano González Guzmán de
En el Ejido Agua Azul también hay reportes de agresión hacia menores. Hace un mes,
Y así sucesivamente. Como ráfaga de metralla, las agresiones paramilitares se repiten y lastiman incrustándose en la carne de las actividades diarias: el huerto que rodea la casa, el cañaveral, el pozo de agua, el paseo en bici, el camino.
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Del 28 de diciembre de este año al 2 de enero del próximo, mujeres de diversos países llegarán a Chiapas para conocer las historias de lucha de la comandanta Ramona y las zapatistas. Habrá también muchos compañeros dispuestos a apoyar en la logística. Según reportes de observadores civiles, el ambiente generalizado de violencia institucional que muchas y muchos de los participantes rebeldes habrán vivido en sus comunidades no se había dejado sentir con tanta fuerza desde 1997, en los meses previos a la masacre que hoy conmemoramos. Cualquier mujer que tenga hijos, hijas, sobrinos, hermanitas, nietos podrá imaginar con facilidad la atmósfera angustiante en que las madres, las tías, las hermanas y las abuelas de estos niños y niñas amenazados por los paramilitares se han preparado para recibirnos. A veces duele la imaginación sólo de suponer la tensión nerviosa en que todas ellas deben haberse desplazado, reunido y organizado a lo largo de estos meses para relatar sus historias y ponerlas en boca y corazón de sus representantes.
Y sin embargo, después de casi catorce años de saber de la existencia del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, no es difícil suponer que las mujeres zapatistas llegarán al encuentro con el ímpetu de siempre, organizadas y sinceras, marcadas por el ejemplo de la comandanta Ramona y de otras mujeres que abrieron camino. No es que adivinemos. Es que las compañeras del Grupo de Mujeres del Municipio Autónomo de
Sus historias nos esperan a partir del 28 de diciembre en ese Caracol que tiene un nombre que ya anticipa lo que será el evento: “Resistencia hacia un Nuevo Amanecer”, mejor conocido como
22 de diciembre, 2007
Décimo aniversario de la masacre de Acteal
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