Relatoria Jueves 15 de mayo
Los principios que deben regir la Reforma Energética en México
El pasado jueves 15 de mayo el presidente de la Comisión del Senado Francisco Labastida condujo la segunda mesa de debate sobre los principios que deben regir la reforma energética en México. Los participantes en esta mesa fueron en el orden siguiente el Dr. Luís Rubio, Politólogo y Presidente del Centro de Investigación para el Desarrollo; el Ing. Javier Jiménez Espriú, Ex Secretario General de la UNAM y Subdirector comercial de PEMEX; la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, el Lic. Javier Beristain Iturbide y el Dr. Arturo Fernández Pérez, profesor y rector del ITAM respectivamente, y el Lic. Héctor Aguilar Camín, escritor y analista.
La Doctora Claudia Scheinbaum señaló que las iniciativas de reforma y creación presentadas por Felipe Calderón, a quien llamó presidente espurio, tienen como propósito central privatizar áreas estratégicas de la industria petrolera nacional violando la Constitución a la vez que obedecen a los lineamientos de los organismos financieros internacionales que han obligado a países en desarrollo aplicar una política de reformas donde se privilegia la ganancia privada sobre el desarrollo independiente y el bienestar de la mayoría del pueblo.
Enfatizó que la privatización que se propone va en sentido contrario a lo que está ocurriendo en el mundo en materia de empresas petroleras, donde la orientación es cada vez más hacia el control estatal y mayor integración vertical, como se aprecia no sólo en América Latina, sino en Rusia, Europa y Medio Oriente.
Como contrapropuesta, al doctora desarrolló una política energética integral en cinco líneas estratégicas para el fortalecimiento del sector energético. La primera de ellas fue PEMEX como motor de la economía nacional, que explicó habría de lograrse a través del aprovechamiento de las oportunidades de cada uno de los procesos productivos de la empresa. El que hoy PEMEX tenga problemas operativos, financieros y de eficiencia, que no le permiten aprovechar estas oportunidades, aseveró, es un problema muy diferente que corresponde a una política deliberada de desmantelamiento y descapitalización que lleva al menos dos décadas. Asimismo, aseguró que los petrolíferos deben elaborarse en México con inversión y operación en PEMEX, porque representan valor agregado, empleo, ingeniería y desarrollo tecnológico, así como certidumbre de los diferentes productos.
Para lograr este objetivo propuso reintegrar a PEMEX como una sola entidad que permita establecer una política de planeación integral, y revertir el sistema de precios interorganismos que ha dañado la inversión y la competitividad en la empresa; y evitar la duplicidad de gastos administrativos y burocráticos. También propuso Generar un nuevo sistema de precios dentro del sector energético sustentado en el costo de producción y la renta petrolera nacional no como actualmente se establece con los precios de los hidrocarburos en los Estados Unidos. Señaló que bajo esta premisa serían de inmediato altamente rentables las actividades de refinación y petroquímica de PEMEX, tanto las actuales como las nuevas inversiones y apoyarían a las diversas ramas industriales del país.
En segundo lugar estimó conveniente canalizar el grueso de los excedentes presupuestales del petróleo hacia PEMEX y que el Estado asuma la deuda de Pidiregas para liberar a PEMEX de su carga fiscal. En ese tenor hizo una propuesta redistribuir los excedentes hacia las actividades de exploración, producción, refinación, petroquímica, mantenimiento e inversión de ductos y almacenamiento así como en investigación en desarrollo de hidrocarburos y nuevas fuentes de energía. Estimó que la inversión en estos campos debería representar un esfuerzo sostenido en estos campos, pues esto nos daría eventualmente la capacidad tecnológica y la capacidad de negociación en la compra o renta de tecnología que fuera necesaria para emprender en su momento la exploración y producción en mayores profundidades.
Dentro de esta misma propuesta, consideró necesario replantear el actual esquema de deuda de Pidiregas de todo el sector energético, que a diciembre de 2007, ascendió los 62 mil millones de dólares, de los cuales cerca de 50 mil corresponden a PEMEX y que calificó como sumamente cara al ser financiada por los contratistas privados.
En tercer lugar mencionó la importancia de Fortalecer las áreas estratégicas de PEMEX, pues aseveró que la contratación de empresas trasnacionales para la
ingeniería y ejecución de proyectos que viene realizando la empresa desde hace algunos años junto con los contratos de servicios múltiples, han ido menguando sus capacidades operativas y tecnológicas, vulnerando así su autonomía de gestión.
Su cuarta propuesta fue una mayor vinculación de la investigación y el desarrollo tecnológico en la producción y uso de la energía entre Pemex, el Instituto Mexicano del Petróleo y otras entidades públicas. Consideró necesario además establecer programas permanentes de investigación y desarrollo con la UNAM, el Instituto Politécnico Nacional, el Instituto de Investigaciones Eléctricas y otras instituciones públicas de educación superior e investigación.
Por ultimo, la quinta propuesta fue de la investigadora el funcionamiento de un Comité Anti-Corrupción en el Consejo de Administración de Pemex que, además de los actuales mecanismos de auditoría de Pemex, como parte del Consejo de Administración de Pemex, se forme un Comité Anti-Corrupción, con la tarea primordial de vigilar los contratos públicos, el conflicto de intereses y el tráfico de influencias.
Por su parte, PORFIRIO MUÑOZ LEDO aludió a la inconstitucionalidad de la propuesta de reforma energética presentada por el Ejecutivo a la vez que consideró necesario tomar en cuenta la experiencia del gobierno de Noruega, quien decidió crear una comisión real encomendada a los expertos, a los científicos, a los parlamentarios, a los actores económicos sociales, de la cual resultó, posiblemente, la major política energética que tenga país alguno para beneficio de sus habitantes. Si no queremos violentar la Constitución, -enfatizó, es necesario reconstruir el consenso nacional.
Y terminó sugeriendo incluir en el debate ocho prioridades relacionadas con el tema: la reforma hacendaria votada en este Congreso, como el marco financiero para abordar el problema de Pemex, la autonomía del Ministerio Público como principal arma contra el combate a la impunidad, el Tribunal Constitucional para la Defensa de nuestro ordenamiento supremo, el sistema competencial y fiscal de la Federación, para una correcta distribución de los beneficios al margen del favoritismo, la inclusion de mecanismos de democracia participativa, principalmente el comité económico y social que fue propuesto en la comisión especial para la reforma del estado concebida para enfretar problemas como éstos.
El Licenciado Luis Rubio, Presidente del Centro de Investigación para el Desarrollo, consideró prioritario incluir en la discusión de la reforma energética una perspectiva de desarrollo y no perder de vista la contribución que ésta tendría en elevar el nivel de vida de la población y abatir los índices de pobreza a través del fortalecimiento de su capacidad productiva, el aumento de su competitividad y abastecimiento de productos de calidad, en las cantidades requeridas y a precios internacionalmente competitivos.
En Segundo lugar consideró necesario replantear el manejo de los recursos que obtiene la paratestatal y los gastos a los que se han canalizado. El problema de la industria petrolera –acotó- no es de dinero sino de organización de la producción y de distribución de los recursos. Lo que realmente importa - enfatizó- es la eficacia y eficiencia con la que emplean los recursos que tienen.
Asimismo, hizo énfasis en fortalecer la transparencia y versatilidad de la empresa, pues señaló que la industria petrolera mexicana, fue organizada para explotar los recursos petroleros, no con criterios económicos de eficiencia y
productividad, sino con criterios políticos y partidistas, es una infinita tolerancia a la corrupción.
Tambien se refirió al obsoleto andamiaje de toma de decisiones de la empresa, pues sigue tomando decisiones al igual que en el contexto de la explotación petrolera en 1938, en una era distinta a la que caracteriza a la economía global en el presente.
Destacó tambiñen que la discusión sobre la reforma de Pemex no debe girar en torno a su regimen de propiedad, sino sobre la eficiencia. El tema no es ciencia propia de la renta petrolera, sino cómo se emplea ésta, de tal suerte que contribuya decisivamente al desarrollo del país
Destacó que la estructura legal debe ser congruente con la función de la industria petrolera del país, y no al revés. “Es imperativo enfrentar el hecho de la declinación de la producción petrolera, y de que no hay soluciones fáciles o políticamente neutras”, aseveró, a lo que agregó que el futuro de la industria dependerá de la capacidad de explotación de los viejos campos petroleros, cuya baja productividad por pozo, exige gran necesidad gerencial; algo que no es una de las fortalezas de Pemex, en la actualidad.
Consideró clave la integración de un verdadero regimen de autonomía de gestión y el gobierno corporativo para el éxito de la empresa en las modificaciones que resulten de la reforma propuesta.
Y cerró mencionando que en otras latitudes la industria petrolera es fuente de orgullo para la población, mientras que en México la industria es fuente de desprecio y ese sólo hecho es una Buena razón para avanzar en una reforma que contribuya de manera efectiva e intensa al desarrollo de la economía del país.
-EL ING JAVIER JIMENEZ ESPRIU comenzó su intervención rechazando los argumentos del Gobierno de Felipe Calderón con respecto a que con la iniciativa Pémex se fortalece, que no hay contratos de riesgo en la misma, que no hay privatización, que los hidrocarburos son y seguirán siendo solo de los mexicanos y que no hay otra forma de incrementar nuestra capacidad de ejecución si no es con numerosas alianzas estratégicas.
Manifestó que las iniciativas de reforma del Ejecutivo se construyen a partir de datos sesgados, de un lenguaje engañoso y de algunas verdades a medias.
La propuesta de reforma del Ejecutivo, dijo, reduce arbitraria e ilegalmente el espectro que define la Constitución al Estado y la Nación y transfiere al sector privado nacional o extranjero funciones que la letra y el espíritu de la Ley suprema otorgan indubitable y exclusivamente al éste: “refinerías y oleoductos pierden su condición estratégica” aseveró. Y a esto agregó que el objetivo de la propuesta no es otra cosa que privatizar.
Aseveró que una reforma energética debe hacerse en beneficio única y exclusivamente de la nación y eso lo parte en una reforma energética integral que es importante y necesaria. Señaló tras ello que el dogma de que no tenemos ni el dinero ni la tecnología y por lo tanto no queda otra que asociarlos, entregando parte de la riqueza nacional, es un falso dilema que tiene su origen, queda claro, en las oficinas del Banco Mundial.
Tras ello, aseguró que la empresa tiene la capacidad de contratar la tecnología sin compartir una sola molécula de hidrocarburo. Destacó que mientras Brasil –por ejemplo- desarrollaba capacidades tecnológicas que lo tienen en la vanguardia, se ha debilitado al Instituto Mexicano del Petróleo.
Y cerró su intervención planteando las siguientes preguntas: ¿Cómo abordaremos, entonces, los retos del presente si nuestro compromiso con el porvenir de los mexicanos y con el desarrollo sostenible del planeta? ¿Cómo participaremos en la búsqueda de soluciones a los impactos sobre medio ambiente, nacional y global de las fuentes convencionales de energía? ¿Cómo decidiremos el ritmo de la explotación de nuestros recursos no renovables para garantizar nuestra seguridad
energética? ¿Cómo trabajaremos para lograr una mejor utilización de la
energía disponible para producir menos emisiones contaminantes y para acelerar los programas de ahorro de energía? ¿Cómo enfrentaremos el reto de incursionar en la actualización de nuevas fuentes de energía renovables y limpias hacia cuyo encuentro deben dedicarse importantes esfuerzos desde ahora? ¿Cuál debe ser nuestro papel en la revolución tecnológica que está frente a nosotros? ¿Queremos ser protagonistas o vamos pasiva y permanentemente a buscar alianzas estratégicas que nos digan cómo, dónde y cuándo en lugar de desarrollar conocimientos propios y tomar decisiones autónomas?
En su el Lic Javier Beristain Iturbide exhortó a que en el planteamiento conceptual a preguntas fundamentales para la conducción de la política pública no termine en un debate ideologizado que pierda de vista los los efectos de las propuestas sobre la capacidad de la economía para crecer, redistribuir los beneficios del crecimiento y aumentar el potencial de desarrollo sustentable de la sociedad. Esos, en su opinión, deberían ser los principios que rigan la reforma energética, su contribución al crecimiento, a la redistribución y al desarrollo sustentable.
Señaló que la primera razón para abordar la reforma está en la creciente incapacidad del petróleo para actuar como un motor de crecimiento y un multiplicador de empleos e inversiones o de generar un saldo positivo de exportaciones netas al país. “Resulta paradójico que un país con dotación de petróleo registre una de las menores tasas de crecimiento económico de América Latina en los últimos años” lamentó el economista, y encontró la causa en el estancamiento de la producción petrolera.
Aludió a la dependencia de la Hacienda Publica del factor cíclico del Mercado petrolero, que ha proporcionado alivio a las finanzas pero sin ser una solución permanente. “De no hacer nada -prosiguió, y ante un crecimiento acelerado de la demanda interna de gasolina y otros derivados del petróleo, las importaciones de productos del petróleo continuarán aumentando o bien se dejará de exportar, dilema letal que sólo augura una contracción de la capacidad de crecimiento de la economía mexicana por la disminución de las divisas aportadas por el sector”.
En segundo lugar mencionó que una renta petrolera estancada o decreciente reduce los recursos del presupuesto del gobierno federal y de los estados para el gasto social y la inversión pública que han sido dos instrumentos poderosos de la política redistributiva interfamiliar e interregional del Estado mexicano.
Tras lo dicho, señaló que la reforma de Pemex debe aumentar la producción y la
exportación neta del petróleo y de sus derivados de manera sustentable; y, segundo, que aumente la eficiencia de Pemex y de los procesos que llevan al petróleo y sus productos al usuariofinal. En suma, se requieren aumentos significativos en las inversiones y en la productividad.
Antes de caer en un falso dilema entre sector público o privado estimó conveniente mencionar que “no es claro que las inversiones privadas en
infraestructura sin una buena regulación ni correcta asignación de los riesgos, y lo repito, sin una buena regulación y correcta asignación de los riesgos hayan den los resultados socials esperados”. “Tampoco es claro que la inversión de organismos y empresas públicas sin incentivos claros o capturados por grupos de interés, y lo repito, sin incentivos claros o capturados por grupos de interés lo hayan logrado”.
Por lo tanto, hizo énfasis en una reforma que con visión moderna procure lo mejor del mercado y lo mejor del Estado, a lo que agregó que esa parece ser la visión dominante en los proyectos de reforma energética: en ella “el gobierno debe regular y asegurar una correcta asignación de los riesgos tratándose de las inversiones de los particulares, y, por la otra, las referencias de mercados competitivos deben servir para generar incentivos a la eficiencia y evitar la captura de rentas monopólicas por los grupos de interés cuando se trata de empresas estatales”.
Es decir, la solución económica no es excluir al sector privado ni privatizar un recurso de la Nación, sino equilibrar la eficiencia de los mercados competitivos con la potestad rectora del Estado y la propiedad inalienable de la nación sobre el petróleo.
Utro punto importante aún ausente en la reforma energética propuesta señalada por el economista del ITAM fue la creación de una medida acorde a las mejores prácticas de gobierno corporativo, en las cuales es la participación de consejeros independientes, ciudadanos: “la iniciativa se queda corta, cortísima, ya que los
cuatro consejeros profesionales que se proponen, ni son suficientes, ni dos de ellos son independientes”.
A lo anterior añadió la importancia de fortalecer la presencia de un órgano regulador fuerte, con “dientes” y autónomo, para evitar los excesos monopólicos y proteger a los consumidores o usuarios en general de los abusos del poder de mercado de los prestadores de servicios.
En su turno, el Licenciado Hector Aguilar Camín hizo lectura del artículo 27 constitucional en su artículo sexto para destacar que ninguna de las restricciones a las concesiones de hidrocarburos se encontraban en el texto original de la constitución de 1917 y que la inconstitucionalidad alegable en la materia corresponde al texto reformado de 1960, no a la Constitución de 1917.
“Con una Constitución como la mexicana, que en menos de un siglo ha sido cambiada cerca de 500 veces, 476, para ser preciso, resulta particularmente caprichosa la idea de que la Constitución no puede tocarse”, aseveró.
En su iniciativa de reforma el gobierno ha respetado, de dientes para afuera, como todo, del texto constitucional tratando de saltarse sus restricciones mediante cambios a las leyes secundarias, es una astucia y es una simulación.
Y agregó: “esta soberanía incurriría en una astucia y una simulación equivalentes diciendo que no tocará un texto que se incumple todos los días porque es el que “encarna” la voluntad de la nación; la voluntad de la nación, hasta donde puede verse, es no cumplir ese texto,
En la opinion del escritor la iniciativa que se discute no privatiza a PEMEX. “Privatizar en sentido estricto quiere decir, creo yo, que la empresa sea vendida a capitales privados, como se vendieron”. “En mi opinión, la pregunta adecuada no es ¿Si debe haber o no contratos privados en PEMEX, sino dónde y cómo?” a lo que autorespondió “ la respuesta obvia es donde convenga para que PEMEX
sea la empresa eficiente, que no es”.
Y enseguida abordó el tema de la transparencia de la paraestatal, en donde sugieró un regimen que termine con la opacidad, la corrupción y la ineficiencia que
Han caracterizado a la empresa. “Hacer de PEMEX una empresa transparente, es requisito previo --creo yo-- de todo lo que quiera plantearse para
modernizar la empresa.”
-EL Dr. Arturo Fernandez Perez, rector del ITAM mencionó estar convencido de la urgencia de actualizar el marco regulativo y organizacional que norma la gestión de la industria petrolera; porque ésta no es satisfactoria.
Advirtió que de no hacerse a la brevedad, con la transparencia debida y la claridad adecuada, la Nación no podrá ejercer debidamente la soberanía sobre el petróleo, porque de continuar las tendencias recientes, la renta petrolera se disipará y menguará; el desarrollo de la industria tropezará con enormes problemas y su desempeño será un lastre para el país; en vez de ser un puntal.
Al igual que Hector Aguilar Camín, señaló que ningún elemento de la iniciativa
contiene medidas de privatización, entendida ésta, como la transferencia de activos o sociedades a la esfera privada. En todo caso, se propone subrogar la prestación de algunos servicios, aclaró.
Consideró que el centro del debate debe ser la reorganización de la industria petrolera y en la modernización del marco regulativo. “Creo que cualquier estructura debe responder a la captura de la renta petrolera por el Estado mexicano”. Y en consecuencia, de ello, añadió, la reforma debe resultar en los mecanismos debidos de explotación, gestión y operación de la industria petrolera, que permitan que el Estado mexicano capture integralmente dicha renta, para conseguir el interés público que se persigue.
Conideró necesario separar en el debate lo que es renta petrolera o de lo que es, rendimiento a la actividad industrial y empresarial que realiza Petróleos Mexicanos, porque ello permitiría definir muchas otras cosas. Y agregó, no hay renta petrolera en las actividades de refinación, petroquímica, transporte y distribución: “Ahí no hay rentas petroleras, ahí hay rendimiento del capital invertido, ajustado por el riesgo y por la eficiencia”
Entonces, -prosiguió a mi en principio me parece adecuada para el interés publico la Iniciativa de permitir la actividad de maquila, de refinación en territorio nacional y en permitir a los particulares participar en las actividades de transporte, distribución, en este último caso adecuadamente regulados. De hecho sería para mí preferible, incluso, modificar la Constitución al respecto y permitir abiertamente la participación de los particulares en estas actividades con el debido régimen de libre concurrencia, regulación y competencia.
Por ultimo, el rector del ITAM también se refirió a las propuestas de autonomía de gestión de PEMEX y de su reforma para decir que la operación ineficiente de esta empresa es una fuente de disipación de la renta petrolera y que en consecuencia, es necesaria una operación más eficiente, transparente y honesta de PEMEX, por lo que consideró necesario crear un consejo de administración con miembros independientes y especializados.