• Protestan por el 15º aniversario del Tratado de Libre Comercio entre México y Estados Unidos al liberarse totalmente aranceles de alimentos del agro arruinando a los campesinos
MEXICO, D.F., .- Más de 1,100 productos agropecuarios, entre ellos el maíz, el frijol y la leche de México, Estados Unidos y Canadá quedan libres de aranceles a partir de este martes para su comercialización, lo que desató protestas de campesinos mexicanos y la oposición en la frontera norte y en la capital.
El TLCAN llega al décimo quinto año de su implementación y con ello entra en vigor el anexo 302 del acuerdo, que libera totalmente de impuestos la importación de productos agropecuarios, procedentes principalmente de Estados Unidos, que según cifras oficiales en 1994 tenían aranceles de 250% y en 2007 de 11%.
El primer acto de protesta en contra de esta liberalización comercial tuvo lugar en la frontera norte de México, en Ciudad Juárez, donde unos 200 campesinos formaron un “muro humano” en el puente fronterizo con la localidad estadounidense de El Paso, Texas.
El bloqueo del puente fronterizo fue intermitente, si bien los manifestantes mantuvieron cerrados todos los carriles durante 20 minutos.
Durante la realización del “muro humano”, los activistas, que llevaban pancartas con leyendas como “sin maíz no hay país, sin frijol tampoco” y “disculpe las molestias, esto es una revolución”, dieron lectura al denominado el “Plan del Chamizal” en el que detallaron sus proclamas.
“El gobierno de Felipe Calderón ha prestado oídos sordos a las demandas de la Campaña Nacional sin Maíz no hay País y sin Frijol Tampoco y de prácticamente todos los sectores económicos, sociales y académicos del país que sostienen que el TLCAN tiene que renegociarse”, dijo el diputado Víctor Quintana.
Añadió que del acuerdo comercial se debe “excluir por lo menos el maíz y el frijol, dado que ha sido un desastre para el campo mexicano, para la seguridad alimentaria de la población, e incluso para la seguridad nacional y la gobernabilidad democrática del país”.
Los sectores campesinos mexicanos y la oposición advierten que la liberalización del comercio de productos agropecuarios dejará en franca desventaja a los campesinos mexicanos, incapaces de competir en precios y volúmenes con los grandes productores del norte.
La Confederación Nacional Campesina (CNC), la principal organización de agricultores de México, propone sacar el frijol y el maíz del TLCAN y advierte del riesgo de que países ajenos al TLCAN de Asia o América Latina triangulen sus productos a través de Estados Unidos y lo ofrezcan a menor precio.
En el terreno de los subsidios al campo, los productores mexicanos también quedarán rezagados porque, según la CNC, mientras un agricultor de Estados Unidos recibe un apoyo anual de unos 20.000 dólares, un mexicano se tiene que conformar con 770 dólares.
La secretaría de Agricultura de México aseguró que “el proceso de desagravación fue paulatino” pues en 2007 ya se había cumplido en 90% la eliminación de aranceles, por lo que en 2008 no debe haber “cambios significativos”.
Al mediodía, en la Ciudad de México, unos cien manifestantes de la denominada , realizaron un plantón en las afueras de la residencia oficial de Los Pinos.
Los manifestantes, según reportes de la emisora Formato 21, colocaron mazorcas en las afueras de la residencia presidencial, fuertemente custodiada por policías locales.
Para este miércoles, una sección del sindicato nacional de maestros y la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca convocan a una manifestación en la Ciudad de México, durante la cual protestarán ante la Embajada de Estados Unidos y la sede del Congreso mexicano.
En respuesta a lo que describieron como “política de guerra” del gobierno en contra el campesinado, cerca de un centenar de agricultores de una decena de organizaciones rurales, de trabajadores y sociales de México y Estados Unidos construyeron en el primer minuto del 2008 el muro humano en el puente Córdoba-Las Américas, con el cual iniciaron una nueva etapa de resistencia para defender la soberanía alimentaria del país, así como al maíz, frijol, azúcar y leche en polvo, cuyos aranceles fueron eliminados como lo establece el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Enarbolando la bandera mexicana y un par de caballos, los campesinos llegaron minutos antes de la media noche del 2007 a lo que aquí se conoce como “la joroba” del puente Córdoba, colocaron sus mantas de protesta contra la entrada en vigor de la última etapa del capítulo agrícola del TLCAN y portando sus carteles en los que advertían que están en “pie de lucha” y “esta es una nueva revolución” bloquearon tres de los cuatro carriles del puente.
Denunciaron que el TLCAN y el constante incremento de las importaciones de alimentos son “una contrarrevolución social y contrarreforma agraria que pretende volver a concentrar en una veintena de grandes corporaciones agroalimentarias mexicanas y transnacionales los vastos recursos que en 1910 y a lo largo del siglo 20 recuperaron campesinos e indígenas”.
También significan , “la deportación masiva de la población rural hacia las ciudades y regiones agrícolas modernas de México y hacia Estados Unidos para sostener la competitividad y las altas tasas de ganancia en el modelo maquilador y agroexportador y sostener la desfalleciente economía estadounidense con fuerza de trabajo abundante, precarizada e ilegalizada”. Los campesinos soportaron una temperatura de tres grados bajo cero; algunos de ellos tomaron las cartulinas con cada una de las letras y consonantes para destacar: “sin maíz no hay país, sin frijol tampoco”.
Sonrisas, aplausos, gritos de alegría y recordando a Francisco Villa y a Emiliano Zapata, volvieron a unir sus voces como el 16 de noviembre y octubre de 1993, y diciembre de 2003 -fechas en las que también realizaron movilizaciones de protesta en los puentes internacionales de la frontera norteña- para asentar: “¡Estamos en pie de lucha, mantendremos nuestra rebelión pacífica!”. Así iniciaron 2008.
Fuente: Granma on line.