viernes, 25 de enero de 2008

FSM: FORO OTRA EDUCACIÓN ES POSIBLE/ UN SINDICALISMO DEMOCRÁTICO Y POPULAR ES POSIBLE.

Coordinador: Profr. Antonio Castro

Cintillo informativo: “Teoría Sindical y Sindicalismo democrático magisterial”

Ponentes: Jorge Cázarez Torres (Michoacán), Víctor Echeverría (Guerrero), José Luís Figueroa Rangel (Zacatecas).

Moderador: Daniel Ávila

Asistentes: 78 participantes

Relatoras: Oliva Alcántar Chávez y Carmina Herrejón Ramírez.

Uno de los ejes centrales de la reestructuración capitalista ha sido la desregulación laboral, estrategia totalmente agresiva contra la clase trabajadora, quien ha visto suprimidos sus derechos más elementales, reducida paulatinamente la contratación colectiva, disminuido el poder adquisitivo de su salario, canceladas y deterioradas sus prestaciones económicas, incrementadas las desigualdades sociales y tendencias hacia una creciente polarización social. Además del incremento del desempleo, la fragmentación de mercados laborales, el deterioro de las condiciones de trabajo, las dificultades para que las generaciones de jóvenes se incorporen a la actividad laboral y el incremento de la migración, de la cual la oligarquía también se beneficia.

Frente a la ofensiva neoliberal la vigencia de la organización sindical como instrumento de organización y defensa de los derechos laborales y salariales de los trabajadores, se encuentra severamente cuestionada. Está amenazada la existencia misma de los sindicatos.

Creemos que nuestro principal problema a lo largo de todos estos años ha sido la incapacidad para desarrollar un proyecto hegemónico, una propuesta que fuera más allá de los rasgos gremiales de nuestras reivindicaciones y de nuestros principios. No hemos podido hacer que trasciendan de las formulaciones abstractas o generales e incidan en nuestras estrategias y tácticas concretas para desarrollar la lucha política cotidiana, a nivel local y en el terreno nacional. La incapacidad de hegemonía es la imposibilidad de asumir los intereses nacional populares como horizonte y como expresión de una lucha que, retomando los intereses del gremio, se perfila como la batalla de la clase trabajadora, pero también, de aquellos sectores que pueden ser sumados a un nuevo bloque de alianzas para refundar la nación, como un primer momento de la necesaria liberación popular y socialista de México, América Latina y el mundo.

El sindicalismo como estrategia de lucha condena a los trabajadores a la subalternidad, a ser meros agentes reguladores de la venta de la mercancía fuerza de trabajo. El sindicalismo nos conduce fatalmente a convertirnos en una fuerza de presión que, en las condiciones actuales, sólo sirve para refuncionalizar el sistema.

Ahora resulta absolutamente evidente que, para enfrentar al charrismo, cuyo principal soporte es el Estado, requerimos de mucho más que simples militantes sindicales, exige del desarrollo de sujetos integrales y transformadores, de estrategias políticas y programas de oposición y construcción alternativa integrales, es decir, construir la opción político-cultural, emplazados en lo teórico y llevados adelante desde lo local y lo cotidiano. De la movilización, concientizacion y transformación permanente de los espacios de vida y social de los trabajadores de la educación y sus comunidades. Urge desarrollar una movilización permanente que, sin renunciar a los aspectos sindicales, asuma como lucha cotidiana la construcción del poder popular y el socialismo.

La CNTE ha venido haciendo intentos por catalizar un movimiento que, retomando la tradición de la escuela mexicana, proyecte al maestro como un educador popular, es decir, como un teórico, un investigador permanente fundido con sus comunidades, con una amplia capacidad de asombro e indignación, de tal suerte que razón y emoción se funden en uno solo para alumbrar y empujar la acción colectiva.

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