sábado, 27 de junio de 2009

Voto nulo o autoflagelación



Escrito por Adriana Mújica M.
Viernes, 26 de Junio de 2009 00:00

La autoflagelación es una enfermedad o desorden emocional; es auto maltratarse, según el Diccionario de la Real Academia Española. Este asunto del voto nulo me hace pensar en ello, pues encuentro que la supuesta “reacción ciudadana” natural de anular el voto, es una autoflagelación.

Las leyes electorales de nuestro país, llámese el Cofipe o los códigos estatales, no contemplan ninguna posibilidad de que nadie ponga la menor atención a un voto nulo.

Pero, desafortunadamente, la mayor parte de la población desconoce las legislaciones electorales y, además, está cayendo en una trampa hurgada por mentes bastante interesantes. Dicho en otras palabras, si a una votación solamente acudieran a votar solamente “x” candidato y su honorable madre (si es que la tiene), con esos únicos dos votos habría ganado la elección (bueno, eso suponiendo que hubiera logrado que su madre votara por él) y de esa manera el “ganón” con el voto nulo ciudadano hubiera sido justamente ese personaje contra el que la ciudadanía pensaba protestar.

Ese es el ejemplo más extremo y lo que sí podría pasar es que solamente acudan a las urnas, a dar un voto válido, en primer lugar los propios candidatos/as y militantes de los propios partidos y, en segundo lugar, todas aquellas personas que fueron presionadas, obligadas o forzadas de diversas maneras a dar su voto (porque tienen becas, porque están en programas como el oportunidades, porque están en la nómina gubernamental, etc.). Y con eso se darán perfectamente por bien servidos (especialmente los llamados partidos “grandes”) que asegurarán su triunfo y le pintarán un violín a la ciudadanía que “protestó” anulando su voto.

Pongamos un ejemplo más a detalle. Según los análisis electorales de las últimas tres elecciones, el PRI, PAN y PRD han manejado un determinado porcentaje del llamado voto duro. Si sacamos un promedio de las elecciones pasadas obtenemos que cada partido tiene un voto duro (es el voto que se marca como constante para éste más allá de la candidatura correspondiente). Por ejemplo en la casilla 212, el PAN tuvo 80, el PRI 72 y el PRD 54. En 2006, en dicha casilla, la elección local se ganó con 299 votos y la elección federal con 331. Ello significa que se obtuvo entre el triple y el cuádruple del voto duro que tenía el partido ganador.

Siguiendo este ejercicio, lo único que se lograría con el voto nulo ciudadano, sería que en esa casilla resultara ganador quien tuviera el mayor voto duro y/o, en su caso, hubiera podido obligar a más ciudadanos a que fueran a votar (cuestión que regularmente quienes más lo pueden hacer son los que están en el gobierno en esos momentos, en este caso el PAN o quienes hubieran podido comprar más voto como históricamente lo ha hecho el PRI)

Así las cosas, la protesta ciudadana del voto nulo se habría ido a la basura y ganarían justamente los Partidos que más rechazo tienen en la actualidad (rechazo especialmente entre quienes están haciendo el llamado al voto nulo)

Por ello, desde que escuché la primera llamada al voto nulo, lo primero que pensé es que seguramente son el mismo PRI y PAN quienes lo están promoviendo pues es a quienes más les convendría como la forma más fácil de ganar las elecciones y hasta la más barata pues tendrían que comprar menos votos para obtener el triunfo.

Existe otra vertiente interesante de analizar. Resulta que mucho del descontento de quienes están llamando al voto nulo estriba, supuestamente, en la cuestión de las prerrogativas de los partidos, esto es, la lana que se da a los mismos.

Sin embargo, o no han leído el código o se están haciendo patos, porque por ejemplo el Código Electoral del estado libre y soberano de Morelos establece que: “El monto total del financiamiento público, será el que resulte de multiplicar el total de ciudadanos inscritos en el padrón electoral por el equivalente de un 85 por ciento de un día de salario mínimo vigente de la zona económica a la que corresponda en el estado”. O lo que es lo mismo, ¡el voto nulo no les quitará un solo peso de lo que reciben de prerrogativas! Y menos mientras la credencial para votar se siga utilizando como la casi única credencial de identificación (incluyendo el acceso de la chavalada a los antros) de manera que la gente se seguirá inscribiendo ante el IFE y seguirá engordando el padrón electoral y, por tanto, las prerrogativas de los partidos.

Total que lo del voto nulo, más bien, me suena a nulificar la voz de la ciudadanía descontenta haciéndole creer que anular su voto será una buena estrategia de protesta siendo que, en realidad, será especialmente útil pero para el PAN y el PRI.

Hay una sola posibilidad de un voto nulo que resulte verdaderamente útil para la ciudadanía. Se trataría del voto comprado y lo explico a detalle.

Desde hace muchas elecciones se inventó el llamado “carrusel electoral” que consiste en que una persona de algún partido asiste a su casilla lo más temprano posible y en lugar de depositar la boleta correspondiente deposita un papel cualquiera para llevarse la boleta a una “casa de control” en la que marcarán la boleta sobre el logo del partido y se la entregarán a una segunda persona que irá a la casilla, tomará la boleta nueva que le entreguen y se la guardará para llevarla a la “casa de control” y depositará la que le dieron previamente marcada, y así hasta que la jornada electoral les alcance, entregando a cada una de esas personas una lana por prestarse a ello (medrando con el hambre de la gente).

Este carrusel sufrió una modificación gracias a los avances tecnológicos de la telefonía celular con posibilidad de tomar foto y en la elección del 2006 lo que dos Partidos hicieron (sí, le atinó usted al pensar de cuales dos se trató) fue que le pedía a la gente que en lugar de tomar la boleta y llevársela lo que tenían que hacer era marcarla como les indicaron y tomarle una foto para demostrar que así lo hicieron, foto que deberían de mostrar en la “casa de control” para que les dieran su lana.

El caso es que ahora me acaba de llegar un interesante volante que habla de ambas modalidades de compra de voto y que invita a que la gente que necesita urgentemente ese dinero lo acepte pero… se le invita a que una vez que le tome la foto habiendo marcado el partido señalado o que le hayan entregado la boleta ya marcada y en ambos casos antes de echarla en la urna ¡le haga una cruz que inutilice tota la boleta! y así la deposite en la urna. Cierra el volante diciendo: “Te habrás ganado una lana, darás la oportunidad de saber cuántos votos intentaron comprar (y quiénes) y tu voto no les servirá. Con ello habrás recobrado tu dignidad”.

Así las cosas, desde con estas sencillas líneas quiero decirle a la gente que no se deje manipular con el llamado a anular el voto, que le están utilizando de una manera descarada para de todas maneras ganar y salirse con la suya. Que siempre habrá alguna opción que valga la pena. Que conozcan a sus candidatos/as, que analicen las propuestas y que definan una opción que puede ser de voto en cascada o de voto diferenciado pero que vayan y ejerzan su derecho de votar, que no le dejen las cosas fáciles a los Partidos con mayor voto duro y con mayores mañas o posibilidades de compra o coacción de voto, que serían los ganones de esta artimaña. No se autoflagelen.

amujicamurias@yahoo.com.mx

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