Fuente: La Jornada de Oriente (Puebla)
JAVIER PUGA MARTÍNEZ
El neoliberalismo no tiene lugar para los indígenas y campesinos, ya que sólo quiere empresas agrícolas trasnacionales en el campo y para ello busca eliminar las culturas regionales, lo cual de por sí ya es algo grave. Lo paradójico es que en México son los propios indígenas y campesinos quienes han hecho la mayor defensa y cuidado del agua, la tierra y el medioambiente en general que se recuerde.
Así los señaló Johanna Broda, integrante del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Nacional Autónoma de México, quien lamentó que en esa misma lógica el tema de los indígenas haya desaparecido por completo de estas campañas políticas, pues por ningún lado se escuchó alguna propuesta para favorecerlos.
La investigadora estuvo este viernes en Puebla para recibir un reconocimiento a su trayectoria profesional por parte del Colegio de Antropología Social de la Universidad Autónoma de Puebla, esto dentro de las actividades del Segundo Coloquio Nacional sobre Cosmovisión Indígena, el cual culminó el pasado 26 de junio.
En entrevista, Broda urgió al Estado mexicano y al resto de la sociedad en general a reconocer los derechos de los indígenas del país, como una forma de sortear las diferencias entre los diferentes grupos étnicos y los “otros”, es decir, el mundo occidental. Destacó la existencia de movimientos sociales de reivindicación de estos grupos, aunque cada vez menos tengan espacios abiertos en los canales oficiales de expresión política.
La cosmovisión indígena está integrada con la forma de percibir, observar y vivir con el medio ambiente, con relación a las montañas, al agua, al maíz, a la agricultura; estos son elementos tradicionales de la cultura de México que no deben menospreciar y dejarlos de lado, subrayó.
–Pero se dice que llevamos en este país 500 años de menosprecio hacia los indígenas–, se le insistió.
–Así es, pero aquí están los pueblos indígenas. Hay países en Latinoamérica que cada vez toman más conciencia, como en Guatelmala, donde los pueblos mayas han ganado mucho espacio, y en Bolivia.
–¿México está preparado para ser gobernado por un indígena?
–Es difícil. México es un país tan grande donde la población indígena es menor en número pero importante. En otros países sudamericanos la población indígena es la mayoría, por lo tanto la tiene más fácil. México tiene que aprender a ser pluricultural y para ello su legado indígena es fundamental.
La doctora en Etnología por la Universidad de Viena, Austria, su país de origen, sostuvo que el conocimiento antropológico de la cosmovisión de los pueblos indígenas debe estar fuertemente ligado al diseño y aplicación de políticas públicas para este sector de la población, y como ocurre diversas partes del mundo pero no en México.
En ese sentido, los rituales, la religión y la cosmovisión de los indígenas “realmente merece su estudio y conocimiento por el resto del país; se debe prestar más atención a estos temas. Por ello, aplaudimos el esfuerzo de la UAP para organizar actos como este”, afirmó la también ganadora del premio Universidad Nacional 2008.
“Es muy lamentable que en las campañas (políticas) no se incluya a los pueblos indígenas; hablan de tanto, que todo el mundo ya está harto, pero de ese tema nada”, señaló Broda.
El coloquio llegó a su fin este viernes con una amplia participación de los universitarios, así como de investigadores locales y nacionales. A decir de la coordinadora de Antropología Social de la UAP, Rosalba Ramírez Rodríguez, todos los grupos humanos tienen una forma muy particular de explicar y poner orden a lo que pasa en su realidad inmediata; comprender la lógica en la que se mueven es muy importante para no trastocar las diversas formas de vida, pues no es lo mismo nacer y vivir en las grandes ciudades que en las comunidades indígenas.
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