martes, 8 de septiembre de 2009

Día de Acción Mundial: ¡Detengan la expansión de los monocultivos de árboles!


Estimadas amigas y amigos de Salva la Selva

Las plantaciones de árboles destruyen enormes superficies de tierras por todo el mundo. Su manejo a escala industrial desgasta los suelos y consume cantidades ingentes de agua. En su ambición de obtener ganancias, la industria de las plantaciones de árboles no conoce el respeto a la naturaleza ni a las personas que habitan las regiones por donde se extienden.

El próximo 21 de setiembre es el Día Internacional Contra los Monocultivos de Árboles. Una su voz a la de personas y organizaciones de todo el mundo y firme la Declaración Internacional ¡Detengan la expansión de los monocultivos de árboles!

Más información sobre este problema y sobre posibilidades y herramientas para organizar su propia acción encuentran en nuestra página web:


Ayúdennos a difundir este mensaje. Muchas gracias y un afectuoso saludo.

Guadalupe Rodríguez
Salva la Selva

Berlin, Alemania
Tel.: +49 (0)30- 51736879

Además: Oponerse es fructífero

Agrocombustibles: Activistas británicos están celebrando la decisión del Concejo de Ealing, de rechazar la construcción de una planta energética a base de biocombustibles. La comunidad se oponía, por los impactos de los monocultivos sobre el clima, el medio ambiente y las poblaciones en los países del sur, y por el incremento en la polución que esta planta habría significado en la localidad.

Minería: Salva la Selva ha contribuida en la elaboración de un informe presentado ante una comisión que investiga violaciones de derechos humanos por parte de empresas británicas “Rio Tinto y los impactos del proyecto minero de exploración Mandé Norte/Murindó en el territorio de las comunidades indígenas Embera y afrocolombianas en las provincias del Chocó y Antioquía, Colombia”.

Madera Tropical: la ciudad de Nürnberg, Alemania, se proponía elaborar los bancos de los parques públicos de la ciudad de madera tropical. La madera tropical es más duradera y requiere de menores cuidados que la madera nacional, argumentaban. Con madera certificada procedente de África, se ahorrarán casi 12 millones de euros en los próximos 25 años. Pero de la sostenibilidad prometida no hay ni rastro. Tras las denuncia de Salva la Selva en Alemania, la ciudad de Nurenberg quiere revisar su decisión.

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