Realizado los días 25 y 26 de marzo en la comunidad de Jerusalén, del municipio de Las Margaritas,Chiapas
A la opinión pública nacional e internacional
A las comunidades y organizaciones de los pueblos indígenas
A las organizaciones de la sociedad civil
A los medios de comunicación
Al pueblo de México
Las comunidades y organizaciones autónomas, sociales y civiles reunidas en el Foro “Rescatando nuestra raíz en la defensa del maíz”, realizado los días 25 y 26 de marzo en la comunidad de Jerusalén, del municipio de Las Margaritas en Chiapas, reiteramos la importancia del maíz como fuente de vida, base de nuestra cultura y de nuestra alimentación, y elemento fundamental para la libre determinación de nuestros pueblos indígenas. Lo reivindicamos como bien cultural y derecho de los pueblos indígenas que exige el mantenimiento, la protección y desarrollo de nuestras propias semillas. El gobierno mexicano y su administración federal y estatal, han favorecido los intereses comerciales de las empresas transnacionales disponiendo un marco jurídico que atenta contra los derechos de los pueblos indígenas y campesinos, a través de la Ley sobre Producción, Certificación y Comercio de Semillas, y de la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados (Ley Monsanto) y la reciente reforma a su reglamento.
Denunciamos la contaminación de nuestros maíces nativos en la Zona Fronteriza de la Selva Lacandona en Chiapas, y que es efecto de las malas políticas y leyes establecidas por el gobierno mexicano para permitir la importación de granos transgénicos y la consiguiente contaminación no solamente en Chiapas sino también en otros lugares del país.
También puede ser un mecanismo de contaminación por transgénicos, la distribución de semillas híbridas -ajenas a nuestras comunidades-, mediante programas gubernamentales como “Maíz Solidario” en Chiapas.
Esto nos confirma que se trata de una estrategia no solamente permitida, sino intencionada en común acuerdo por el gobierno mexicano y las pocas empresas transnacionales que controlan el mercado mundial de semillas.
Estas empresas se quieren apropiar de nuestros maíces que hemos desarrollado a lo largo de miles de años como pueblos indígenas, para así someternos a su lógica capitalista de consumo y tener el control de nuestras semillas, mismas que hemos compartido con el mundo al ser centro de origen y diversidad de este cultivo.
Exigimos del gobierno y a las autoridades responsables de la SAGARPA, SEMARNAT y SSA, la definición de políticas y programas efectivos para la protección y preservación de todo el territorio nacional como centro de origen y diversidad del maíz, libre de transgénicos; asimismo, garantizar el ejercicio pleno de nuestro derecho a la salud y a una alimentación libre de transgénicos, en reconocimiento del maíz como base de nuestra vida comunitaria, cultural y espiritual.
Exigimos la derogación inmediata del decreto ilegal que reforma el reglamento de la “Ley Monsanto”.
Seguiremos promoviendo el libre intercambio de semillas nativas y su trueque en tianguis regionales; el fortalecimiento de la cultura y las tradiciones espirituales alrededor del maíz; el cultivo de nuestras semillas y la preparación de nuestras comidas tradicionales; y la recuperación de nuestras formas tradicionales basadas en el cuidado amoroso a nuestra Madre Tierra.
Hacemos un llamado a todas y todos los indígenas, campesinos y productores del país para que no confíen en semillas ajenas y dejen la siembra de híbridos, definiendo acciones colectivas para la preservación de las semillas nativas.
En la unión de las luchas y en la coordinación de todos los esfuerzos, podremos defender y ejercer nuestro derecho al maíz, a la tierra y el territorio, y al buen-vivir de los pueblos indígenas de México y el mundo.
Firmantes
Tojtzotzé li Maya, Unión de Organizaciones de la Sierra Juárez de Oaxaca, ARIC Unión de Uniones Independiente y Democrática, ARIC Unión de Uniones Histórica, Colectivo 8 de marzo de la SSS Una mirada más allá, Campesinas y campesinos independientes, Red en Defensa del Maíz Nativo, Campaña Sin Maíz no hay País, Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, Centro de Derechos Indígenas, Semillas de Vida, Edupaz, Tsomanotik, Ceiba y ENLACE Comunicación y Capacitación A.C.
Ejido Jerusalén, municipio Las Margaritas, 26 de marzo de 2009
A la opinión pública nacional e internacional
A las comunidades y organizaciones de los pueblos indígenas
A las organizaciones de la sociedad civil
A los medios de comunicación
Al pueblo de México
Las comunidades y organizaciones autónomas, sociales y civiles reunidas en el Foro “Rescatando nuestra raíz en la defensa del maíz”, realizado los días 25 y 26 de marzo en la comunidad de Jerusalén, del municipio de Las Margaritas en Chiapas, reiteramos la importancia del maíz como fuente de vida, base de nuestra cultura y de nuestra alimentación, y elemento fundamental para la libre determinación de nuestros pueblos indígenas. Lo reivindicamos como bien cultural y derecho de los pueblos indígenas que exige el mantenimiento, la protección y desarrollo de nuestras propias semillas. El gobierno mexicano y su administración federal y estatal, han favorecido los intereses comerciales de las empresas transnacionales disponiendo un marco jurídico que atenta contra los derechos de los pueblos indígenas y campesinos, a través de la Ley sobre Producción, Certificación y Comercio de Semillas, y de la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados (Ley Monsanto) y la reciente reforma a su reglamento.
Denunciamos la contaminación de nuestros maíces nativos en la Zona Fronteriza de la Selva Lacandona en Chiapas, y que es efecto de las malas políticas y leyes establecidas por el gobierno mexicano para permitir la importación de granos transgénicos y la consiguiente contaminación no solamente en Chiapas sino también en otros lugares del país.
También puede ser un mecanismo de contaminación por transgénicos, la distribución de semillas híbridas -ajenas a nuestras comunidades-, mediante programas gubernamentales como “Maíz Solidario” en Chiapas.
Esto nos confirma que se trata de una estrategia no solamente permitida, sino intencionada en común acuerdo por el gobierno mexicano y las pocas empresas transnacionales que controlan el mercado mundial de semillas.
Estas empresas se quieren apropiar de nuestros maíces que hemos desarrollado a lo largo de miles de años como pueblos indígenas, para así someternos a su lógica capitalista de consumo y tener el control de nuestras semillas, mismas que hemos compartido con el mundo al ser centro de origen y diversidad de este cultivo.
Exigimos del gobierno y a las autoridades responsables de la SAGARPA, SEMARNAT y SSA, la definición de políticas y programas efectivos para la protección y preservación de todo el territorio nacional como centro de origen y diversidad del maíz, libre de transgénicos; asimismo, garantizar el ejercicio pleno de nuestro derecho a la salud y a una alimentación libre de transgénicos, en reconocimiento del maíz como base de nuestra vida comunitaria, cultural y espiritual.
Exigimos la derogación inmediata del decreto ilegal que reforma el reglamento de la “Ley Monsanto”.
Seguiremos promoviendo el libre intercambio de semillas nativas y su trueque en tianguis regionales; el fortalecimiento de la cultura y las tradiciones espirituales alrededor del maíz; el cultivo de nuestras semillas y la preparación de nuestras comidas tradicionales; y la recuperación de nuestras formas tradicionales basadas en el cuidado amoroso a nuestra Madre Tierra.
Hacemos un llamado a todas y todos los indígenas, campesinos y productores del país para que no confíen en semillas ajenas y dejen la siembra de híbridos, definiendo acciones colectivas para la preservación de las semillas nativas.
En la unión de las luchas y en la coordinación de todos los esfuerzos, podremos defender y ejercer nuestro derecho al maíz, a la tierra y el territorio, y al buen-vivir de los pueblos indígenas de México y el mundo.
Firmantes
Tojtzotzé li Maya, Unión de Organizaciones de la Sierra Juárez de Oaxaca, ARIC Unión de Uniones Independiente y Democrática, ARIC Unión de Uniones Histórica, Colectivo 8 de marzo de la SSS Una mirada más allá, Campesinas y campesinos independientes, Red en Defensa del Maíz Nativo, Campaña Sin Maíz no hay País, Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, Centro de Derechos Indígenas, Semillas de Vida, Edupaz, Tsomanotik, Ceiba y ENLACE Comunicación y Capacitación A.C.
Ejido Jerusalén, municipio Las Margaritas, 26 de marzo de 2009
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