Fuente: La Jornada de Jalisco
RAUL TORRES
Dentro de las actividades que se realizan por la presentación de la película Corazón del tiempo en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara, se presentó la tarde de ayer el libro Acteal: crimen de Estado, del periodista Hermann Bellinghausen.
El jardín del Colectivo 1939 se llenó poco a poco para escuchar las impresiones que sobre el libro tuvieron Margarita Robertson, Claudia Gómez, Evangelina Robles y Gloria Muñoz, quienes flanquearon al autor.
Las cuatro presentadoras coincidieron en que Acteal es una recopilación de horrores, y que su contraparte o antídoto esCorazón del tiempo, esa historia de amor que muestra la cara amable de lo que sucede en la selva chiapaneca.
Robertson reflexionó sobre la labor del periodista que penetra en las comunidades y se deja empapar de ellas para dar voz, desde abajo, a quienes ahí habitan.
Para Claudia Gómez, la lectura de Acteal... representa el orden de la memoria para utilizarla como arma para el futuro, pues recorre paso a paso las circunstancias que condujeron a la matanza del 22 de diciembre de 1997.
Planteó dos situaciones para la reflexión: ninguno de los autores intelectuales ha sido procesado y hasta ahora no hay reparación del daño; no hay justicia ni garantías para evitar que algo similar vuelva a ocurrir en el país.
Por su parte, Evangelina Robles consideró que la importancia del libro radica en que da seguimiento a la historia más allá del poder impuesto y ejemplifica cómo el Estado mexicano está dispuesto a pasar por encima de todo y a modificar la historia para tener control sobre los recursos.
“Es necesario leerlo y seguir indignándose para no permitir que la historia sea la impuesta por el gobierno y esto no vuelva a ocurrir”, señaló.
En su turno, Gloria Muñoz señaló que la estrategia que el gobierno utilizó en Acteal sigue vigente. “Acteal se conjuga en presente y en futuro si lo permitimos”.
Tras recordar que ésta fue una de las masacres más anunciadas, lanzó la pregunta: “¿qué nos toca hacer?”. Así, recordó que a Acteal le siguieron Aguas Blancas, Atenco, Oaxaca, “y podrían venir más si no hacemos nada (…) ¿dónde está la protesta?”.
Al final de la presentación Bellinghausen señaló que escribió Acteal... releyendo el trabajo de los reporteros, fotógrafos y articulistas que documentaron el caso desde mayo de 1997.
Indicó que ésa es parte de la gravedad del caso, pues fue quizá la matanza más anunciada, de la que más se advirtió públicamente y eso no cambió nada.
El periodista recordó que el más alto responsable de la matanza es el ex presidente Ernesto Zedillo, a quien no se le cuestiona el hecho y ostenta cargos con la mayor impunidad.
Insistió en que recordar y volver a contar Acteal es un arma para impedir que esto suceda, aunque cuestionó que ya nadie hable de la matanza en la zona arqueológica de Chinkuiltic, ocurrida el 2 de octubre de 2008.
Bellinghausen enfatizó la necesidad de entender y mirar que las resistencias de los más coboles están cambiando el país y esos cambios terminarán por beneficiar a todos. Por ello no hay que olvidar, dijo.
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