martes, 15 de septiembre de 2009

¡Reprimir es un delito! ¡Protestar es un derecho!

La violencia estructural en México

Fuente: La Barrena


En México vivimos una intensa violencia estructural, ejercida por las instituciones. La violencia estructural es aquella que no castiga la ley y que tiene que ver con las injusticias del sistema de sociedad en que vivimos. Estas injusticias son por desigualdad de oportunidades, por discriminación sexual o racial, migración, hambre y pobreza, y por violaciones a los derechos humanos.

La pobreza constituye una violación generalizada a los derechos humanos. Esta denigrante desigualdad que se vive en México no es solo económica, sino que se refleja en el goce y disfrute de todos los derechos humanos. A los más pobres se les niegan sus derechos como ciudadanos: no tienen protección contra la violencia policial; se les niega el acceso igualitario a las instituciones de gobierno y a los juzgados; sus domicilio pueden ser invadidos arbitrariamente y están forzados a vivir una vida no solo de pobreza si no de humillación permanente.

Esta violencia estructural se refleja en los altos niveles de discriminación. En México no se puede hablar de que exista una protección de los derechos humanos de los pobres. Existe además un alto grado de impunidad, pues de los delitos que denunciamos las personas el 98% por ciento nunca son castigados.

La política de represión y la criminalización de la protesta social, se realiza a través de acciones represivas policíacas que nunca son investigadas o sancionadas. También cuando el gobierno aparenta hacer “legal” la injusticia y utiliza la ley para castigar a quienes se enfrentan al Estado en la lucha por sus derechos.

Características del Estado represor:

•Renuncia al diálogo

• Utiliza a la policía

•Señala como delincuentes a quienes se manifiestan

• Militariza la vida cotidiana

• Detiene arbitrariamente, acusa falsamente, encarcela, somete a juicio y dificulta la defensa de lideres y participantes de los movimientos y protestas sociales

La protesta social, forma parte de la realización de los derechos humanos y una forma de lucha, también es un aporte a la calidad de vida democrática, es una demanda concreta para que todos seamos tratados como ciudadanas y ciudadanos, este derecho aparece como primer derecho y exige la recuperación de los demás derechos.

Es una de de las formas de garantizar los derechos de: libertad de expresión, libertad de manifestación, libertad de asociación, acceso a la información. Por tanto la protesta es un derecho, que han permitido que vean con más claridad las condiciones injustas en que vive gran parte de la sociedad.

Expresar el descontento de los ciudadanos frente a las decisiones que les perjudican y que no son tomados en cuenta. En México la protesta social ha sido uno de los medios para lograr el cumplimiento de los derechos humanos, y en algunos casos, ha sido la única vía.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha señalado que el reducir el goce del derecho de reunión y de libertad de asociación son graves obstáculos a la posibilidad de las personas de hacer valer todos sus derechos, dar a conocer sus peticiones y promover soluciones a sus problemas.

Los trabajadores deben ejercer su derecho a protestar.

Alianza Nacional Democrática de Trabajadores Petroleros (ANDTP) ha documentado y denunciado la represión y la ausencia de libertad sindical en el STPRM, así como las violaciones de los derechos de los trabajadores durante las elecciones de los años 1997, 2000, 2003 y 2006, ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Fuente: Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos “todos los derechos para todas y todos”

No hay comentarios: