miércoles, 15 de abril de 2009

A sus 35 años, Judith ha pasado a ser otra víctima de la contaminación de El Salto

El tratamiento contra el cáncer la ha llevado a través de una docena de hospitales

Fuente: La Jornada de Jalisco

Lo único que pedimos es el saneamiento del río Santiago o que nos reubiquen, expresó

VIRIDIANA SAAVEDRA PONCE (I Parte)

Por lo menos una decena de camas hospitalarias en diversos nosocomios conoce Judith, una mujer que a sus 35 años, es víctima de la contaminación en El Salto, donde adquirió una casa a base de engaños por parte de la inmobiliaria, y donde al igual que ella, hay cientos de casos cuyo común denominador son las afectaciones a la salud que son ignoradas por las autoridades.

No es necesario ir muy lejos para darse cuenta de los malestares relacionados con la contaminación, explicó la mujer, que desde hace seis años se atiende por cáncer de mama y metástasis en los huesos, una enfermedad denominada por la Asociación Americana de Cancerología como “el cáncer que se propaga desde la parte del cuerpo donde comenzó, a otras partes del cuerpo”, ya que dijo, en su propia casa hay dos enfermos, su hijo Giovani y su esposo Ramón, uno de dermatitis, y el otro de una enfermedad en los ojos, “que no es conjuntivitis” y que dentro de sus sintomatologías muestra lagrimeo, irritación y molestia por la luz.

Quimioterapias, reconstrucción de seno, radioterapias, hospitalizaciones, y demás palabras relacionadas con el cáncer son cotidianas para Judith, atendida en el Antiguo Hospital Civil de Guadalajara, y que de acuerdo con la Unidad de Radiología del Centro de Imagen y Diagnóstico, presenta además un “proceso ostearticular degenerativo e inflamatorio” en hombros y rodillas, que igualmente han afectado su calidad de vida, por lo que exigió a las autoridades de los tres niveles de gobierno medidas rápidas y eficientes, ya que dijo, “es difícil vivir así. Tengo cáncer y metástasis en los huesos, y es difícil, porque además de eso, hay que estar respirando todos los olores del río, que la verdad son insoportables”.

“Lo único que pedimos es el saneamiento del río Santiago, o en su defecto una reubicación, porque no podemos irnos de ahí, ya que ese es nuestro patrimonio, y aunque nos lo vendieron con engaños, ahora estamos luchando porque hagan algo, o porque nos reubiquen”, dijo Judith, que además cuestionó por qué la inmobiliaria que les vendió su casa ha mostrado desinterés ante la necesidad de reubicación de los habitantes de Jardines del Castillo, el fraccionamiento en que vive, y donde asegura, hay cientos de casos similares al de ella, aunque algunos, reconoció, aún más olvidados, pues no cuentan ni con los mínimos recursos para trasladarse a Guadalajara y buscar atención médica.

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