Crítica al capitalismo
Fuente: Boletín informativo del CNEE
La pesadilla de Darwin, de Hubert Sauper, es una excelente y terrorífica película que documenta no solamente el desastre ecológico que provoca la introducción de una especie foránea en un ecosistema (la perca del Nilo, en el lago Victoria), sino el desastre que es de por sí el capitalismo, que lleva uvas de África para los niños europeos y armas de Europa para los niños africanos, quienes viven en medio de la miseria, el hambre, la pandemia del sida, el abandono y la violencia.
Pero el título también hace referencia a Adam Smith, economista venerado como el patriarca de la ciencia económica moderna, a pesar de que su teoría es falsa, y el capitalismo y la destrucción cotidiana de la humanidad y de la naturaleza lo demuestran.
La analogía entre el capitalismo salvaje y la teoría de la evolución de las especies de Darwin es equívoca. Se supone que en la economía de libre mercado (una entelequia que nadie ha conocido en los hechos) sobreviven los más aptos, y los fascistas suponen que los más aptos son rubios y del norte.
Nada más falso: Mientras en la naturaleza, durante milenios, la evolución hizo nacer nuevas especies a partir de las anteriores, en el capitalismo hubo un boom de fabricación de mercancías, imperios y emporios en pocos siglos, pero lo que ha logrado es destruir la diversidad, no sólo de seres humanos y culturas, sino de especies naturales.
Por ello decimos que más que la pesadilla de Darwin deberíamos hablar de la pesadilla de Smith.
Javier Hernández Alpízar
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