Fuente: La Jornada de Guerrero
REDACCIÓN
En la víspera de la masacre de 17 campesinos en el vado de Aguas Blancas, durante el gobierno de Rubén Figueroa Alcocer, el Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI) llamó a la población a estar atenta “ante la alerta roja en que nos encontramos” y a las organizaciones no gubernamentales a “multiplicar su labor ante la escalada de esta nueva faceta de la guerra sucia contra el pueblo desde el narcopoder del Estado mafioso”.
A su vez, el Comité Clandestino Revolucionario de los Pobres-Comando Justiciero 28 de Junio (CCRP-CJ28J), hizo un llamado a la población a asumir todas las formas de lucha, incluyendo la vía electoral, a la que calificó como “válida y respetable” donde convenga a la lucha popular. Sendos comunicados fueron enviados por correo electrónico a las redacciones de los diarios aludiendo a la matanza de Aguas Blancas.
El ERPI destacó la noticia del asesinato de los dos ecologistas de Ajuchitlán, Leonel Castro Santana y Ezequiel Castro Pérez, quienes “vivían defendiendo la vida y los bosques en el poblado pobre del Espíritu” y ahora “se suman a la ya larga lista de las víctimas de la impunidad”. También citan los casos de Aguas Blancas, El Charco –donde 11 indígenas fueron asesinados por el Ejército el 7 de junio de 1998–, las 600 despariciones durante la guerra sucia de los setenta, los asesinatos de Raúl Lucas y Manuel Ponce, entre otros.
El CCRP-CJ28J pide al pueblo “ser cuidadoso y no caer en la provocación” impulsada por el gobierno federal. “Si es necesaria, ejerzamos la autodefensa armada, pero dar motivo gratuito al huracán de la violencia irracional de este gobierno ilegítimo sería caer en un gran error”.
Finalmente, pidieron responder con más trabajo político organizado a la criminalización de la lucha social.
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