No vamos a enfrentar a soldados con flores; solicita respaldo a organizaciones civiles
Fuente: la Jornada de Guerrero
Niega acusaciones de secuestro y violación; no me sorprenden que me llamen delincuente
MARLEN CASTRO
SIERRA DE GUERRERO, 27 DE JUNIO. Rodeado de sus jefes militares en medio de una empinada colina escondida por elevados árboles y una espesa bruma, el comandante Ramiro del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), llamó a todas las organizaciones civiles a que no los dejen solos, a que tengan presente que si andan armados es porque las autoridades no les dejaron otra opción.
“Fue la injusticia, la represión, la pobreza lo que nos orilló a esto. No por gusto agarré un arma y me vine para el monte”, dijo.
El jefe guerrillero, de aproximadamente 1.70 de estatura, moreno, ojos oblicuos, pelo lacio y fornido, está convencido de que la inteligencia militar conoce a la perfección todos los detalles de su origen y de su familia, pero aún así prefiere guardarse todos esos datos, por si está equivocado de la eficacia del enemigo.
“Ya saben quién soy, todo saben de mí, y si por acaso no lo saben hay que dejar que trabajen más”, ataja.
A pesar de su AK-47 a la espalda, su 45 al cinto, machete en mano y la custodia de sus 19 jefes guerrilleros, se conduce con cierta timidez ante los cuestionamientos de los enviados de los medios nacionales e internacionales.
Antes de la entrevista, Ramiro y su columna limpiaban la colina para permitir el crecimiento de las plantas de maíz, la forma de asegurar sus propios alimentos.
Niega que haya violado, secuestrado y matado a sangre fría, como dice su expediente en la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), donde tiene integradas al menos 11 averiguaciones previas por tales delitos.
“Que he secuestrado y violado, eso jamás, lo niego rotundamente, yo nunca en mi vida he hecho eso”.
De que ha matado, dice que no lo niega, pero ha sido consecuencia de la misma lucha armada.
“¿Cómo vamos a enfrentar al Ejército? Con flores, pues no, tenemos qué enfrentarlos con armas”, responde.
Además, sostiene que si está en la lucha armada no le sorprende que lo llamen delincuente.
“Así han llamado a la gente que lucha. No me van a alabar, pero la historia con respecto a las personas que ellos han llamado delincuentes, ha demostrado lo contrario”.
El comandante asegura que el ERPI tiene base social en las comunidades y eso ha sido porque han estado con la población, la han apoyado en lo que han podido.
“Casi todos somos campesinos, ese es nuestro origen”.
Ramiro reconoce que el discurso del subcomandante Marcos significó mucho en su formación como guerrillero.
“Aprendimos de su forma de relacionarse con la gente. Cuando dice que hay que mandar obedeciendo, para nosotros es muy importante. Nosotros estábamos haciendo eso pero no le habíamos puesto nombre”.
El jefe guerrillero afirma que el ERPI ha hecho alianzas con otros movimientos guerrilleros, pero señaló que era a la dirigencia nacional a la que correspondía mencionar con cuáles y si estas alianzas van más allá del país.
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