Cuando era niño me gustaba ir a la iglesia e imaginarme que dios sí escuchaba mis palabras. En aquellos tiempos era gratificante pensar que un ser supremo me cuidaba y se preocupaba por mí. Siempre que algo me afligía, acudía a ese recinto sagrado a desahogar mis pesares. Incluso, pensaba que con el simple hecho de estar dentro de la iglesia mis problemas se iban a solucionar al salir de ahí y haber hablado con dios.
Después de un tiempo, empecé a darme cuenta que había muchas Doñas Carlotas, en alusión a la canción de Arjona que dice: de mi barrio la más religiosa era Doña Carlota, hablaba de amor al prójimo y me poncho cien pelotas. Estas Doñas son las que conocemos como ratas de iglesia, ni más ni menos.
Con el tiempo fui creciendo y aprendiendo cosas nuevas en la escuela, en la vida cotidiana, con mis amigos y hasta de mis enemigos. Y empecé a darme cuenta que muchas cosas que me dijeron, no eran ciertas. Por ejemplo: por más pecados que hayas cometido en tu vida, dios te perdonará si te arrepientes de corazón. Esta frase me recuerda a hacienda, que por un lado nos mantiene sometidos a pagar impuestos a todos los simples mortales que caemos en sus garras, y por otro, a todos los que evaden y eluden impuestos (amigos y/o cómplices del régimen, por supuesto), les perdonan sus tranzas por haber ayudado a Peleliot Nessio a llegar al poder. Así de fácil, de un plumazo; borrón y cuenta nueva para mis amigos, dice Felipillo, mientras que para mis enemigos, hasta impuestos nuevos les creo para que me ayuden a mantener a la bola de parásitos que integran mi gobierno (IVA, IDE, IETU e INGA`TU).
Otra de las cosas, con las que ya no estuve de acuerdo con la iglesia, es que se nos dice: bienaventurados los pobres, porque de ellos es el reino de dios. Con esta frase se nos condena a la miseria y se nos limita para que busquemos una posición económica más holgada. Con la promesa que heredaremos el cielo, nos mantienen en la miseria. Pero eso sí, a los ricos se lo va a llevar el diablo, jaja.
No, yo prefiero irme también al infierno y no padecer este infierno (léase México) sin dinero.
Otra de las cosas con las que no estuve de acuerdo, y de hecho es la más lamentable, fue la pederastia. Es increíble que todavía haya gente que mande a sus hijos al catecismo. ¡Por favor! Ahí aprovechan los curas, y demás demonios del Edén, para abusar sexualmente de los niños sin que Perberto Rivera, la scjn, el legislativo y/o el ejecutivo, hagan nada para detener a estos hijos del diablo.
También, con eso de: al César lo que es del César y a dios lo que es de dios; cuando le conviene a la cúpula religiosa, instruyen a la feligresía para que no participe en las cuestiones electorales, pero cuando sus intereses se ven amenazados, hasta un partido político quieren crear.
Jamás podré estar de acuerdo con una religión que manipula, miente, persigue, reprime y que está al servicio de la mafia político-empresaurial que nos (des)gobierna.
En conclusión: La religión fue creada para que los pueblos sean sometidos, intimidados, manipulados y para llenarles de basura su mente.
Por eso, y muchas razones más, gracias a la religión soy ateo.
P.D. Les recomiendo que escuchen la canción “fiesta pagana” de Mago de Oz.
http://www.youtube.com/watch?v=fG_TM1PrcCY
POR SALUD MENTAL APAGA LA TELEVISIÓN
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