Fuente: La Jornada de Zacatecas
Redacción
Nancy Betán Santana
Soy Patricia Cervantes, la madre de Neyra Azucena. Mi hija, como muchas otras en Chihuahua, desapareció el 13 de mayo de 2003. Acudimos a las autoridades, creíamos que podían hacer algo por ella y por nosotros, sus familiares, quienes hemos entrado en una angustia permanente. Pronto nos dimos cuenta de que, como en el caso de otras mujeres, las autoridades no quieren o no pueden hacer nada. Nunca la buscaron.
Esa es una declaración de otra mujer mexicana que se ha visto en la necesidad de emprender con sus propios recursos la búsqueda incansable de un dictamen justo ante la desaparición de su hija en Chihuahua. Su testimonio aparece en la página electrónica Justicia para Neyra. Libertad para Miguel David, uno de sus recursos contra la impunidad.
Tras seis años de la desaparición, no hay certeza respecto a la identidad de los restos que, le dijeron las autoridades, pertenecen a su hija; tampoco hay claridad porque un familiar de Neyra fue señalado falsamente como el homicida.
Por eso Patricia Cervantes viajó unos días una vez más desde Ciudad Juárez, Chihuahua, a la ciudad de México para demandar un proceso real e insistir en el castigo a los verdaderos responsables de la muerte de Neyra Azucena Cervantes, quien sólo contaba con 19 años de edad.
De Neyra únicamente regresaron a las manos de su madre, dos meses después, un pantalón beige de gabardina, una blusa negra, un par de tenis gris y un anillo. La presunta osamenta de la joven fue encontrada junto con dichos artículos, de manera casual, por unos niños que paseaban por la sierra de Nombre de Dios, ubicada en dicha entidad.
La última imagen de Neyra la tienen quienes la vieron camino a su casa, yéndose con su 1.65 metros de estatura, después de haber terminado su jornada laboral.
Tortura y cárcel para su primo
Tiempo después, elementos de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Chihuahua detuvieron a Miguel David Meza Argueta, primo de la víctima, quien fue torturado para declararse responsable directo de la muerte. Meza se negó y lo encarcelaron durante tres años.
“No todos hablamos el mismo idioma”, dice Patricia, tras recordar cómo el ex presidente Vicente Fox le aseguró en dos ocasiones, durante reuniones solicitadas por ella, que los feminicidios en Chihuahua no pertenecían a su jurisdicción.
Sin embargo, la labor de Patricia Cervantes ha tenido tal trascendencia que contribuyó con la liberación de Miguel David Meza a través de la difusión del documental elaborado en 2005, Doble injusticia, que fue presentado dentro del Festival Ambulante 2008 a lo largo del territorio nacional y donde se relatan las irregularidades en torno al caso.
Además, ha logrado que la investigación sea tomada por un fiscal en específico, quien acentuó que le ha entregado resultados notables, aunque ninguna arista es comparable con los del proceso anterior.
Hace unos días Cervantes visitó a Felipe Calderón en nombre del Comité Justicia Para Nuestras Hijas (creado el 9 de diciembre de 2003), acompañada del fundador del Festival Ambulante, Diego Luna, y Peter Gabriel, músico y creador de la organización de derechos humanos Witness y representantes de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos.
Asimismo, fue acompañada de Amnistía Internacional (AI); en la conferencia de prensa los señalados también se expresaron en contra de la violencia que viven las mujeres mexicanas día a día.
En la página electrónica de su sitio, Gabriel solicita a sus seguidores sumarse a la petición de Patricia a resarcir el daño a la familia de los afectados por el caso de Neyra a través de firmas. “Ya se han reunido más de tres mil”, aseguró.
Por su parte, Luna resaltó la importancia de los medios de comunicación convencionales y alternativos para que los feminicidios en México se den a conocer a toda la sociedad y no terminen sepultados, como los cuerpos de las víctimas. (CIMAC)
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