MARGENA DE LA O
Chilpancingo, 31 de marzo. El gobierno de Zeferino Torreblanca Galindo, que termina hoy, deja pendientes conflictos sociales y agresiones contra defensores de derechos humanos, así como crímenes políticos.
En el denominado “gobierno de transición” predominaron los conflictos, de los cuales muchos están vigentes. La presa La Parota, Puerto Marqués, el problema por agua en Tecoanapa, el hostigamiento a activistas, las comunidades que se oponen a la explotación minera, irregularidades en el sector Salud, normalistas de Ayotzinapa y asesinatos de de perredistas, por ejemplo.
Respecto a los homicidios no aclarados, sobresalen los 38 que tiene registrados el PRD, como el de Armando Chavarría Barrera, Homero Lorenzo, Álvaro Rosas Martínez, los indígenas Raúl Lucas Lucía y Manuel Ponce Rosas, entre otros.
En esa lista también se incluyen el ex dirigente del Partido del Trabajo (PT), Rey Hernández, y el del diputado local panista José Jorge Bajos Valverde.
La Parota fue un proyecto que el gobernador siempre apoyó, a pesar de la inconformidad de pobladores de la zona, quienes siguen en conflicto con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), en defensa de sus tierras.
Para tratar de imponer el proyecto, el gobernador se valió se asambleas irregulares que fueron desechadas, en las que una supuesta mayoría de comuneros aprobó la expropiación de mil 300 hectáreas de tierras para el desarrollo de la presa.
Sin repasar otros conflictos, con los normalistas de Ayotzinapa también fue severo. El 14 de noviembre de 2007 desalojó violentamente del Congreso local, a petición de quien fuera presidente de la Comisión de Gobierno, Carlos Reyes Torres, actual dirigente del PRD, a los estudiantes que solicitaban respeto a la licenciatura de educación primaria y plazas para los egresados.
Fuente: La Jornada de Guerrero
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