Fuente: La Jornada de Oriente (Puebla)
ELIZABETH RODRIGUEZ LEZAMA
Calipan. La molienda se detuvo en el ingenio azucarero de este lugar bajo el argumento de que ya no hay suficiente agua, y se anunció el traslado de la caña que aún falta por procesar al Ingenio El Carmen, lo que generó una protesta y toma de instalaciones de la empresa por parte de los cañeros y camioneros de esta región.
Falta de agua fue el argumento del propietario del Ingenio de Calipan para suspender la molienda de la caña orgánica que los productores de la zona entregan a la empresa, lo que generó incertidumbre porque se anunció el traslado del producto natural al ingenio El Carmen, propiedad del mismo empresario.
Vino después el intento de obligar a los cañeros a trasladar por sus propios medios la caña, cuando al inicio la empresa se había comprometido a asumir ese gasto, lo cual generó una toma de las instalaciones del ingenio la mañana del sábado por parte de productores y camioneros, quienes exigieron una explicación a ese cambio de actitud.
Rubén Rodríguez, tesorero del ejido Guadalupe Victoria, manifestó que en realidad aún hay suficiente agua para continuar con la molienda, y expresó su preocupación de que esta nueva estrategia del ingenio tenga como fondo el no pagar a costo real la caña orgánica, toda vez que en el Ingenio El Carmen se mezclaría con caña cocida, lo que le quitará sus propiedades naturales.
Hubo una queja por parte de los productores contra sus representantes de la Confederación Nacional Campesina (CNC), Mario Hernández Cornelio, y de la Confederación Nacional de Productores Regionales (CNPR), Alejandro Oropeza Nieva, de quienes dijeron que sólo se preocupan por conseguir beneficios personales, “y los productores, que se mueran de hambre”.
Rubén Rodríguez destacó que las bodegas del ingenio siguen llenas de azúcar que el empresario ha sido incapaz de colocar en el mercado lo cual representa una pérdida importante y retrasa todo el proceso para saber a qué precio van a cobrar ellos la caña.
Finalmente, tras más de cinco horas de diálogo, se acordó que la molienda continuará hasta donde alcance el agua que se tiene disponible, motivo por el cual no se descarta que parte de las 150 toneladas de caña que aún permanece en los campos se tenga que llevar a otro ingenio.
En caso de que así se requiera, el empresario asumirá el costo del traslado, pues los camioneros de ésta región se opusieron a efectuar ese trabajo, al señalar que no resultaría redituable para ellos al no existir disponibilidad del dueño del ingenio para apoyar con esos gastos extras.
Con ese acuerdo se liberó el edificio del ingenio, pero todavía no hay certeza en el costo por tonelada de caña que se pagará a los cañeros y aún cuando hay el compromiso de continuar con la producción de caña orgánica son ya varios los campos que han sido quemados para aminorar los gastos del corte.
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