viernes, 27 de marzo de 2009

Recelo ante medidas de EU pues podrían ser un disfraz



Fuente: La Jornada de Zacatecas

Riesgo de que agudicen la criminalización migratoria: Avila Cabrera

Francisco Javier Soria

-> Opinan investigadores de la UAZ sobre el refuerzo armado en la frontera

-> Avance, que asuma su responsabilidad en el narco y no sólo culpe México

-> Para erradicar la violencia deben atacarse causas, coinciden académicos

Para Lázaro Avila Cabrera, docente investigador de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), aunque es positivo que el gobierno estadunidense reconozca que es parte del problema del narcotráfico, el refuerzo de inteligencia policiaca en la frontera con México podría degenerar en combate a los cárteles y migrantes.
Por tal motivo, alertó para que el gobierno mexicano y la sociedad en general estén vigilantes y no se permitan retrocesos que criminalicen la migración, persecusión, vejaciones y muerte de mexicanos.

Por el contrario, para Jesús Correa, académico e investigador de la UAZ, pensar que la solución del recrudecimiento de la violencia en el país la tiene el vecino es desconocer el intervencionismo imperialista y una falta de respeto a las instituciones y a la autonomía mexicana.

Ambos universitarios opinaron en entrevistas por separado sobre la decisión del gobierno estadunidense de aumentar el número de agentes federales y crear un centro de inteligencia regional del FBI para reforzar la seguridad fronteriza ante los altos índices de violencia.

Avila Cabrera, de la Unidad Académica de Economía, consideró que lo único rescatable de la medida anunciada por Barack Obama –motivo de la visita ayer a la capital del país de la secretaria de Estado, Hillary Clinton– es que Estados Unidos se asuma como parte del problema de violencia que vive la frontera y varios estados de la República.

Avila y Correa, este último, investigador y docente adscrito a la Unidad Académica de Psicología, es clave en el problema del caos delictivo provocado por los cárteles mexicanos, pues el vecino país norteamericano es el consumidor más grande de drogas, además de ser el principal productor y vendedor de armas.

Son parte del problema; no nos ayudan: Avila

En definitiva, es una de las causas centrales de la violencia en México, precisó Avila Cabrera: “aún así, nunca he visto que entre los narcotraficantes más buscados haya estadunidenses”, asentó, al poner en duda la real intención de las medidas, “pero que no digan que vienen a ayudarnos”.

Sin desconocer la importancia del apoyo que pueda significar para el gobierno mexicano la decisión estadunidense es necesario el seguimiento puntual “para que esa policía y área de inteligencia se conviertan en otro muro no físico y perjudiquen a los migrantes mexicanos”, puntualizó Avila Cabrera.

En retrospectiva, señaló que el problema de los cárteles se incubó hace tiempo. “Obviamente, no nace con el gobierno de Felipe Calderón, aunque se acentuó en el sexenio de su antecesor, el también panista Vicente Fox. ¿Cómo fue posible que por la puerta principal y sin mayor obstáculo saliera el Chapo Guzmán de un centro de máxima seguridad?”, cuestionó.

La alternancia política en el poder influyó decisivamente, afirmó el economista, sin descartar que es un factor que favorece el desarrollo democrático y lamentablemente acarreó la aparición y crecimiento de los grupos de delincuentes.

“Antes de Miguel de la Madrid, todo el cuerpo gubernamental del país dependía del priísmo, mientras que ahora cada estado es diferente”, acotó, al precisar que los altos niveles de corrupción entre los funcionarios públicos sin duda representan otra de las razones que potenciaron la delincuencia.

Combatir delincuencia exige atacar las causas y prevenir

El especialista en Psicología Social, Jesús Correa, destacó entre las causas de la violencia desatada en México la degradación de la política como asunto de compadrazgos, so pena del divorcio con la sociedad.

Para el entrevistado, existe una deficiente planeación estratégica a causa de una clase política sin preparación ni compromiso: “los índices de drogadicción son sólo un síntoma de la mala administración pública, ante la falta de previsión, planeación y atención pública”, consideró.

Coincidió al poner en tela de juicio la coadyuvancia estadunidense: “únicamente es discurso, porque para disminuir los índices de violencia en México hace falta atacar sus causas y una prevención primaria”.

Al respecto, explicó que consiste en atacar los síntomas de un problema desde su formación, no cuando ha proliferado. El investigador de Psicología observó cómo antes México sólo era una ruta de acceso del narcotráfico y ahora es un polo de consumo, por lo que antes que nada debería prevenirse.

El también Psicólogo Social de la UAZ, Juan Martell Muñoz, desconfió de las medidas anunciadas, al aseverar que “parece que se trata de hacer el anuncio más grande, es decir, que alcance la mayor proyección mediática, pero es difícil que tenga un reflejo real en el problema de la violencia en México”.

Agregó que vivimos en una época en que están diluidas las políticas sociales, incluida la seguridad pública, suplidas por las decisiones en función de su resonancia mediática. Según Martell, quien coincidió con Correa, es necesaria la prevención como sistema de vida en la educación, en la salud y todas las ramas que se requiera.

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