Fuente: La Jornada de Veracruz
Cuatro años de estudios en la cuenca del Papaloapan, en municipios circunvecinos de Tierra Blanca como Omealca, Tlalixcoyan, Tezonapa; así como Cosolapa y Acatlán de Pérez Figueroa del estado de Oaxaca, investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), encontraron 200 mil casos de personas con insuficiencia renal que no tienen relación con la diabetes y con la hipertensión arterial, sino que su origen es ambiental, debido a que hay una gran cantidad de metales en la atmósfera provocados por el corredor industrial Orizaba-Ixtaczoquitlán-Córdoba, sobre todo por Cementos Apasco, la incineradora de residuos industriales y Kimberly Clarck.
Lo anterior fue dado a conocer por el investigador del Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina de la UNAM, Jorge Arturo de León Rodríguez, quien dijo que por la cantidad de casos ya se trata de la epidemia más grande del mundo, pero que las autoridades del Sector Salud tratan de ocultar, al decir que se trata de casos relacionados con la diabetes y con la hipertensión.
Sin embargo, dijo que durante cuatro años se analizaron a niños y adolescentes de la zona sin que estén enfermos de los padecimientos ya señalados, “creemos que estamos ante la epidemia más grande del mundo de origen ambiental, por los datos, esto incrementa la frecuencia un 200 por ciento, ya que la frecuencia mundial del padecimiento es de un caso en mil; en estos lugares tenemos hasta 6 casos por mil habitantes”.
Desde hace diez años, se hace el primer sondeo
Hace diez años, expuso, se incrementó el número de casos de insuficiencia renal terminal (IRT) en niños y jóvenes del municipio de Tierra Blanca, por lo que pediatras de las ciudades de Córdoba y Orizaba, solicitaron la intervención de los investigadores de la Facultad de Medicina de la UNAM.
De la historia médica de los casos revisados, se ha descartado causas de origen prerrenal y posrrenal, y la fórmula clínica de representación es la glomerulonefritis. Los males renales tienen su origen ambiental por la forma en que se presentan, explicó.
Los males renales por concentración de metales pesados
Sostuvo que hay un alto grado de probabilidad donde la concentración de los metales pesados que han encontrado los investigadores de Geología de la UNAM, coordinados por Gerardo Valviedo, vienen de la zona industrial de Orizaba-Ixtaczoquitlán y Córdoba, “estamos seguros que la contaminación se da por medio de la atmósfera; estamos seguros de descartar que sea por agua: el Río Blanco está muy contaminado, no hay duda, pero no hay forma de que sea a través de la descarga de las industrias, la propagación de estos tóxicos”.
Es preocupante que existan estos metales pesados porque son tóxicos que dañan seriamente al riñón, “tenemos preocupación por el Mercurio y el Plomo, y por su gran volatilidad, estos pueden desencadenar un mayor número de repercuciones, por ello, hacemos una campaña de detección oportuna en la zona, estaremos del 16 al 19 de este mes en Omealca y Acatlán de Pérez Figueroa, que son lugares que tienen una gran cantidad de casos de insuficiencia renal y vamos a medir la proteína en la orina a jóvenes de bachillerato y población abierta”.
En las cementeras, desde hace años, con el aval de un convenio federal con la Semarnat, se les ha permitido quemar residuos como "combustible alterno" en la producción de cemento, por ello Alejandro Calvillo, de Greenpeace México, señaló “nos preocupa el impacto sobre el ambiente y sobre la salud que esta decisión tendrá; de hecho, los hornos de cemento en los que se incineran llantas como combustible alterno, demostraron producir mayores emisiones de dioxinas, Mercurio, hidrocarburos poliaromáticos y metales pesados como Plomo, Zinc, Níquel y Vanadio.”
El problema no sólo es para las poblaciones que están alejadas de las zonas industriales sino también para las poblaciones cercanas. En el caso del corredor industrial de Ixtaczoquitlán, la situación está crítica porque la cementera es la que arroja más mercurio y es la industria de mayor tamaño, además de la incineradora que hace negocio con desechos peligrosos, tanto de la zona industrial como del extranjero, y nos preocupa porque no se tiene ningún control, “recibir desechos tóxicos de varios lugares es un peligro”.
Las sustancias químicas de origen industrial relacionadas con lesión renal:
Metales: Plomo, Cadmio, Cromo, Oro, Arsénico, Mercurio.
Hidrocarburos: tetracloruro de carbono, tolueno, cloroformo, ercloroetileno, Talio, etilenglicol, metanol, disufuro de carbono, tricloroetano.
Mezclas: gasolinas, solventes, plaguicidas, desengrasantes
Diagnóstico
La contaminación del Río Blanco es provocada por la industria de las ciudades de Nogales, Orizaba y Córdoba, ya que usan el río como vía de eliminación de sus desechos y sus caudales descienden a Tierra Blanca, el Río Blanco termina junto con el río Papaloapan, para formar la Laguna de Alvarado; se ha examinado el agua al utilizarla con ratas, y el líquido no les ha provocado males, dijo el investigador.
Comentó que los estudiados se han realizado también en poblaciones que tienen casos de IRT en infancia, y el agua que reciben algunos poblados es de pozos, por lo que la hipótesis de que fuera el agua del Río Blanco, se descartaría.
Algunas recomendaciones
Sostuvo que lo ideal sería contar con industrias de procesos productivos limpios.
Evitar la incineración de caña y basura.
Limitar el uso de fármacos nefrotóxicos como aminoglucósidos.
No abusar de solventes y plaguicidas, puede ayudar a reducir la carga de tóxicos que se liberan al ambiente.
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