miércoles, 10 de junio de 2009

Lamenta viuda de Lucas fiereza para ultimar a su esposo, líder de la OFPM

Memoria del dirigente na savi la alienta a seguir en la lucha

Fuente: La Jornada de Guerrero


CITLAL GILES SANCHEZ

A tres meses del asesinato de Raúl Lucas Lucía, presidente de la Organización para el Futuro de los Pueblos Mixtecos (OFPM), su viuda, la regidora Guadalupe Castro Morales, reprochó la saña con la que asesinaron al dirigente, cuyo único delito fue defender a los indígenas marginados.

Por primera vez luego del asesinato de Lucas Lucía y el secretario de la organización, Manuel Ponce Rosas, Castro Morales concedió una breve entrevista en la que reveló que el dolor por la pérdida de su esposo la orilló a pensar en renunciar al cargo de regidora en el ayuntamiento de Ayutla, donde es integrante de la Comisión de Asuntos Indígenas.

Sin embargo, evitó comentar los avances que hay en el caso del asesinato de los dirigentes porque sus abogados son los que llevan el proceso. Recordó que al principio ella enfermó de dolor por la pérdida de su esposo, “no podía soportarla, y ahora que me quedé sola pensaba que no iba a poder”.

Castro Morales dijo que pasa una situación muy difícil y dolorosa, al grado de que a veces se pregunta por qué tuvo que vivir una situación de esa magnitud, porque su compañero se dedicaba a defender los derechos de la comunidad indígena.

“Es muy difícil, muy doloroso, pero gracias a Dios poco a poco me he levantado sola, por mis hijos; no todo el tiempo voy a estar así (de duelo), porque sé que mi esposo fue muy fuerte cuando él trataba de defender a los indígenas, así que eso me da fuerzas porque lo voy a hacer por él, donde esté me va a ayudar, como cuando vivía conmigo”.

Aunque más conciente por la pérdida de su pareja, Castro Morales criticó la forma en que ejecutaron al dirigente na savi, porque si de por sí pensaban matarlo, lo hubieran hecho cuando se lo llevaron y sin torturarlo.

“Siento mucho coraje, a veces pienso que por qué me lo quitaron así, a la fuerza, por qué si de por sí lo iban a matar, no lo pudieron matar el mismo día en que me lo quitaron, por qué me lo hicieron sufrir tanto, cuando mi esposo en la vida era bueno, defendía a todos los indígenas. Por qué tanta saña para matarlo”.

Aunque dice que no ha recibido amenazas ni hostigamiento luego de la muerte de los dirigentes, asegura que tiene mucho temor de que le pase algo a ella o a sus hijos. Reveló que pensó en ya no trabajar más en su cargo como regidora.

“Yo me encerré en mi casa, no salía, tardé casi dos meses sin salir, de hecho ya no quería regresar a trabajar como regidora, cuando iban a visitarme mis compañeros de trabajo me pedían que le echara ganas, que lo hiciera por mis hijos. Regresé a mediados de abril al ayuntamiento”.

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