Fuente: Amnistía Internacional
De acuerdo a reportes iraníes de que miembros de la milicia Basij han ejercido un excesivo uso de la fuerza contra manifestantes – y teniendo como contexto la historia de abusos cometidos por esta fuerza de seguridad -, Amnistía Internacional llama al gobierno de Irán a detener inmediatamente el uso de la milicia para vigilar las manifestaciones públicas.
La milicia Basij es una fuerza paramilitar formada por hombres y mujeres voluntarios, bajo el control de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC por sus siglas en inglés). Sus miembros son reclutados en escuelas, universidades, instituciones privadas y estatales, fábricas e inclusive tribus, y la milicia se usa frecuentemente para ayudar a mantener la ley y el orden y a reprimir las revueltas. Así mismo, frecuentemente se le ha acusado de utilizar métodos extremadamente brutales.
Muchos de los asistentes a las manifestaciones del fin de semana pasado argumentan que personal no uniformado y armado, presuntamente perteneciente a la milicia Basij, usó la fuera de manera excesiva y llevó a cabo violaciones a los derechos humanos - incluyendo golpes y uso de armas de fuego -, contra los manifestantes en las calles. El video de un miembro de la milicia Basij disparando desde un edificio usado por ésta durante las demostraciones del lunes 15 de junio, en las que al menos 8 personas fueron asesinadas, debió haber impulsado una investigación inmediata por parte de las autoridades y la emisión de instrucciones claras para prevenir futuros asesinatos. Otro video, que muestra a una mujer joven identificada como Neda muriendo aparentemente de una herida en el pecho, ha sido extensamente difundido como parte de las reclamaciones sobre el involucramiento de miembros de la Basij.
La respuesta de las autoridades iraníes no ha sido abrir una investigación extensiva para clarificar las circunstancias de cualquier muerte, sino emitir advertencias de que las protestas serán manejadas de una “manera revolucionaria” por parte de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, la milicia Basij y otras fuerzas policíacas y de seguridad.
“Los iraníes que quieren expresar su desacuerdo con respecto a los recientes eventos, relacionados con las elecciones, no tienen espacio para hacerlo pacíficamente, pues se encuentran con la violencia que ha sido legitimada por la mayor autoridad en el país”, dijo Hassiba Hadj Sahraoui, Director Adjunto del Programa para Oriente Medio y el Norte de África. “Es tiempo de que las autoridades iraníes permitan manifestaciones pacíficas y remuevan a la milicia Basij de las calles. La vigilancia de cualquier demostración pública debería corresponder a la policía u otras fuerzas de seguridad, debidamente entrenadas y equipadas”.
A pesar del discurso del viernes pasado, en el que el Ayatollah Ali Khamenei – Líder Supremo de Irán -, demandaba que se pusiera fin a las manifestaciones, el sábado hubo nuevas demostraciones a lo largo del país. De acuerdo a informes oficiales, 13 personas fueron asesinadas, muchas otras resultaron heridas, y hubo aproximadamente 400 detenidos. Una nueva manifestación, que se llevó a cabo el lunes en Teherán y tuvo alrededor de 1000 asistentes, fue acallada por medio de gas lacrimógeno y detenciones.
“Declaraciones de la policía, quien niega haber abierto fuego contra los manifestantes, y del Fiscal General de Teherán, quién culpó de los asesinatos a “terroristas armados”, parecen un intento de disociar a los órganos del gobierno de cualquier responsabilidad por el uso de violencia”, dijo Hassiba Hadj Sahraoui. “Esta es mayor razón para dejar de usar a la milicia Basij, pues no hay modo de que el público pueda identificarlos o se les exija rendición de cuentas. Si las autoridades iraníes no son capaces de controlar a esa milicia, deberían disolverla. Es irresponsable proveer armas y posteriormente, cuando los abusos ocurren, deslindarse de la responsabilidad”.
Amnistía Internacional insta a las autoridades iraníes a investigar todos los reportes de muertes, incluyendo posibles ejecuciones extrajudiciales, y a llevar a aquéllos que se determinen responsables frente a la justicia”.
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