Fuente: La Jornada de Guerrero
RODOLFO VALADEZ LUVIANO (corresponsal)
Atoyac, 18 de mayo. “Era difícil la vida en la sierra, pero el entusiasmo por defender nuestros ideales y transformar el país nos hacía aguantar las adversidades, las cuales jamás lograron doblegar al comandante Lucio Cabañas, quien luchó por liberar al pueblo de la pobreza”, afirmaron Guillermo Bello López y Nicomedes Fuentes García, miembros de la Asociación Nacional de Luchadores Sociales en México y ex integrantes del Partido de los Pobres.
Después de asistir al homenaje luctuoso a la memoria de los cinco padres de familia de la escuela primaria Juan Alvarez asesinados por la policía judicial hace 42 años, los ex compañeros del guerrillero narraron y recordaron a La Jornada Guerrero sus vivencias en los campos de batalla.
–¿Cómo era un día en el grupo armado?
–Un día en el grupo armado era duro, muy duro –recordó Bello–, pero el maestro organizaba comisiones para todo, para cocinar, vigilar, visitar a los campesinos.
–¿Cómo era Lucio Cabañas?
–Lejos de lo que pudiera pensarse que por las circunstancias su carácter era agresivo y tenso, no era así, tenía buen humor y hasta bromeaba, pero el mejor recuerdo que tenemos de él es su valor.
–¿Cómo era la convivencia de los que estuvieron en el grupo?
–Existe fraternidad a prueba de todo –contestó Fuentes– porque todos sabíamos que estábamos ahí por lo mismo, transformar al país, teníamos el mismo proyecto de nación a pesar de ser muy jóvenes.
–¿Cómo ven actualmente la lucha social en Guerrero?
–Por lo mismo que luchamos en aquella ocasión, ahora de nuevo es el eje central de la lucha moderna. El mismo Zeferino Torreblanca fue un fraude para nosotros; un señor necio, que podríamos comparar con el mismo Rubén Figueroa Figueroa.
“El estado sigue igual, lo único que ha cambiado es que ahora hay medios de comunicación y por ellos es que las carencias del estado originan el surgimiento de grupos armados”, concluyó.
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