por Laura Itzel Castillo
(publicado en El Gráfico el 20 de febrero de 2008)
México lleva 25 años siendo el laboratorio de las medidas económicas del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial. A pesar de que la derecha ha insistido hasta el cansancio sobre sus beneficios, los lamentables resultados están a la vista.
40% del PIB de México depende de Estados Unidos. Por esto, no son nada alentadoras las expectativas que tenemos. Recientemente, en esa nación se produjo lo que se llama rompimiento de la burbuja hipotecaria. Es decir, una crisis que afecta al sector inmobiliario y bancario provocada por un diseño financiero irresponsable que otorga créditos hipotecarios de riesgo, los denominados subprime. Actualmente, el problema tiene alcances nacionales graves porque el sector inmobiliario ocupa el cuarto lugar como palanca de la economía norteamericana, según el reconocido economista James Galbraith.
No obstante, Felipe Calderón se ufana de la “sólida estabilidad económica del país” y dice estar preparado para superar el problema, para lo cual según él “estamos poniendo motores a la economía”.
En el mismo tenor Carlos Gutiérrez, director general de la Conavi , anunció que no habrá repercusiones de la crisis hipotecaria de EU en nuestro país, ya que “el sector de la vivienda es un buen pivote para mantener el crecimiento y el desarrollo económico”, y que debido a que 80% del ejercicio hipotecario se realiza a través de los organismos públicos, es decir Infonavit, FOVISSSTE y Fonhapo, está garantizado el pago de los créditos, ya que se adquieren a partir de la capacidad económica de los trabajadores.
Se pasa por alto que los créditos de estas instituciones se aplican a través de la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF) y las Sociedades Hipotecarias de Objeto Limitado (Sofoles), donde las tasas de interés llegan a 23% anual; es decir, más elevadas que las bancarias, que andan alrededor de 13 por ciento.
Además, el Índice Habita, formado por las empresas del sector que cotizan en la BMV , cayó a fin de enero dramáticamente: en dos días GEO perdió 9%; SARE, 7.6%, y URBI y ARA 7%. Por si fuera poco, Banxico dijo que la morosidad de quienes obtuvieron un crédito bancario para vivienda de interés social, media y residencial, llegó a fines de 2007 a 6 mil 600 millones de pesos, 55% más que la de 2006.
También olvidan que la tasa de desempleo nacional fue de 3.8% a diciembre de 2007, y que la cartera vencida del Infonavit ascendió a 115 mil créditos, lo que diario genera cientos de desalojos extrajudiciales contra familias enteras donde se violan derechos humanos. ¿A eso se debe entonces su optimismo?
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