Ahora tricotomía
Según afirmó Calderón en Los Angeles, USA, las 3 opciones del gobierno federal en contra Pemex son: 1- realizar alianzas con la iniciativa privada para perforar en aguas profundas, 2- quitar recursos a la educación, el campo o la salud para destinarlos a Pemex y, 3- quedarnos como estamos. La primera, privatizar a Pemex, es la propuesta del imperialismo, del PRI y el PAN.
Si de verdad Calderón y el PAN no tienen diagnóstico y, empezaran a hacerlo la próxima semana, según declaraciones el diputado Héctor Larios, coordinador de la fracción parlamentaria del PAN, entonces debieran callarse pero prefieren exhibirse. ¡Bravo!, confiesan sus maniobras.
Las tres propuestas se manejan para el manipuleo deslizando la preferida mediante chantajes. No se necesita quitarle recursos a la educación ni a la salud para dárselos a Pemex porque es al revés. Los ingresos que ahora produce son de tal cuantía que, con ellos, el gobierno financia una parte de sus deberes. A partir de la privatización del sector estatal de la economía, en 1982, el Estado se quedó sin fuentes de ingresos. Nada de lo que había dicho se cumplió. Ahora, si no fuera por los ingresos de Pemex, el Estado estaría totalmente incapacitado económicamente. Pemex funciona y puede seguir funcionando sin afectar los servicios de educación o salud, mismo que no están en las mejores condiciones por otras razones. En el caso del campo la situación es gravísima pero no por culpa de Pemex sino de la política del Estado.
Dejar las cosas como están, en el lenguaje del gobierno, implicaría seguir destruyendo a Pemex hasta aniquilarla. Tratándose de los ingresos, como está, Pemex es una de las empresas petroleras más rentables del mundo. Los recursos son tales que Pemex puede autofinanciar su propio desarrollo y seguir generando más ingresos. Sin embargo, el gobierno decidió hace años que Pemex debe ser destruida por el propio Estado. La política petrolera actual es contraria al interés de Pemex y de la nación. Cuando Calderón habla de dejar las cosas como están está implicando aumentar el grado de destrucción bajo el pretexto de no querer modernizar a la paraestatal.
Las dos propuestas anteriores se manejan para fortalecer a la tercera como única opción dogmática. El gobierno tiene pacto con el imperialismo y transnacionales para privatizar a Pemex por la vía de las alianzas con la iniciativa privada extranjera para la exploración y producción en las aguas profundas y ultraprofundas del Golfo de México.
Diagnóstico y diálogos falsos
El presidente de facto dijo que los mexicanos deben hacer un diagnóstico “objetivo y ponderado” de la situación en el sector energético y, concretamente, de Pemex.
Sin embargo, una cosa es la que dicen y otra la que hacen. Si de verdad “los mexicanos” deben ser partícipes de ese diagnóstico habría que respetar las decisiones del pueblo. Reiteradamente, diversos sectores hemos propuesto otra política petrolera, radicalmente a la actual basada en ser fuente de suministro de petróleo crudo a los Estados Unidos. Por otra parte, las encuestas que el mismo gobierno manipula indican que más del 80% de los mexicanos estamos en contra de privatizar a Pemex.
Es obvio que NO hay tal diagnóstico, ni se empezará a realizar la próxima semana. Por lo demás, esa NO es tarea exclusiva del PAN. Este partido se va a limitar a presentar un escenario catastrofista y dirá, con fe supersticiosa, que o se privatiza Pemex o enfrentaremos al diluvio. Para ello se basará en los datos y proyectos conocidos formulados por la secretaría de energía (Sener), Pemex y Labastida (PRI). En todo caso, consultarían a las transnacionales con las que Pemex ha firmado convenios de “entrada”.
Para Calderón y el PAN el pueblo de México no cuenta. Hace días, habló de una supuesta consulta. Ahora, aclaró que “el diálogo sobre este tema se está dando y se dará en el Congreso de
“Tenemos mucho petróleo, un tesoro enterrado en el mar”
Ese es un discurso etéreo. Los estudios realizados hasta ahora revelan que no se ha encontrado una gota de crudo en trabajos con tirantes de agua de más de mil metros de profundidad. Las estimaciones están en el nivel de cuentas alegres y han sido realizadas por las propias transnacionales. El gobierno solamente repite mecanicistamente. Obviamente que podría haber petróleo pero no se sabe bien.
Al gobierno federal le preocupan las reservas disponibles para seguirlas saqueado. Desde luego que las reservas de petróleo crudo han venido disminuyendo alarmantemente. Los datos del gobierno, de acuerdo a la reclasificación de reservas de
Tampoco hay duda respecto de la “política” basada en la exportación de crudo y la importación de productos petrolíferos. El propio Calderón declaró que ha aumentado la importación de gasolina de Estados Unidos, incluso de Asia, con un costo de un dólar por litro, mientras que en nuestro país se vende a 70 centavos de dólar. Es decir, ¿se subsidia el consumo automovilístico? Eso no es lo más grave. Si el barril de petróleo mexicano crudo de exportación se cotiza en un promedio de 80 dólares por barril, eso quiere decir que el litro del crudo mexicano vale 50 centavos de dólar, la mitad de lo que cuesta importar un litro de gasolina, menos del valor de venta (con subsidio) en el país. Eso no es correcto.
Pemex NO es del gobierno
Calderón y el PAN dicen que van a empezar a hacer el diagnóstico pero, desde ahora, afirman que “la extracción del petróleo no es sólo un problema de dinero, sino de tecnología, ya que las mayores reservas probables de México pudieran estar en el mar, pero a 3 mil metros de profundidad. Entonces, ¿cómo saben que hay mucho petróleo, de qué calidad es, tienen datos o son de las transnacionales?
Calderón reiteró que “no desea” la privatización pero … Para apoyar su dicho puso como ejemplo a las petroleras de Noruega y Brasil, ambas transnacionales imperialistas que navegan con bandera de semipúblicas. También mencionó a países comunistas como China y Cuba. En los dos últimos casos se trata de una vulgar manipulación.
También dijo que Petróleos Mexicanos “tiene que seguir y seguirá siendo del gobierno y de los mexicanos exclusivamente”, y que no habrá ni debe haber una privatización de la empresa. Ese individuo está mal de la cabeza. Los hidrocarburos (petróleo y gas) y Pemex NO son del gobierno, ni siquiera son del Estado, son de la nación. Calderón, su gobierno y el Estado mismo, por tanto, NO tienen ningún derecho para realizar la expropiación petrolera extranjera.
Frente de Trabajadores de
de México
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