miércoles, 11 de mayo de 2011

Defender los derechos humanos desde todos los espacios


EMILIO MUÑOZ BERRUECOS

El sábado 7 de mayo del presente año se llevó a cabo la XIX entrega del Premio Don Sergio Méndez Arceo, dicho evento tuvo lugar en la Catedral de Cuernavaca, Morelos. Don Sergio fue un destacado defensor de los derechos humanos; el 17 de abril de 1981 decretó la excomunión para los torturadores: “Entre las formas más graves que ofenden al hermano más pequeño, su vida, su integridad y dignidad está la tortura… sobre todo cuando… lo hace la autoridad puesta para proteger y promover todo lo que contribuye a la vida y dignidad de los ciudadanos, se hace con la fuerza y los medios que el mismo pueblo proporciona para su seguridad y respeto; constituye una violación y traición a la confianza depositada por el pueblo en sus autoridades”.

En memoria de su fuerte compromiso con la promoción y defensa de los derechos, a partir de 1993 se instituyó la entrega de este premio como un reconocimiento a todas esas personas y organizaciones que en diversas partes de la geografía nacional y frente a temas diversos han hecho una defensa de los derechos humanos, entre las personas reconocidas están las siguientes: Mons. Samuel Ruiz (+) y doña Rosario Ibarra de Piedras (1993), fray Miguel Concha Malo (1994), Ofelia Medina (1995), Mons. Raúl Vera (2000), Lydia Cacho (2006), Ignacio del Valle y Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (2007), don Arturo Lona (2008), Pbro. Pedro Pantoja Arreola y la Organización para el Futuro de los Pueblos Mixtecos (2009), Sara López y el Consejo de Pueblos del Estado de Morelos (2011).

En este 2011 el reconocimiento fue recibido por la Comunidad Paso de la Reina, defensores y defensoras del Río Verde en Jamiltepec, Oaxaca, quienes a favor de sus comunidades, sus territorios y los recursos que en él existen han luchado en contra del proyecto hidroeléctrico de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) quienes desde 1966, viene realizando diversos estudios en el cauce principal del Río Verde –localizado en la Sierra Sur y Costa de Oaxaca– para determinar el potencial hidroeléctrico de esta importante cuenca del país.

A partir de febrero de 2006, la misma CFE ha estado visitando a las localidades de la zona con la finalidad de presentar parte de un proyecto denominado “Aprovechamiento Hidráulico de Usos MúltiplesPaso de la Reina, la cual de realizarse afectaría a más de 40 comunidades de los pueblos indígenas Chatinos y Mixtecos, afromexicanos y mestizos.

En la categoría de persona, el Premio Don Sergio Méndez Arceo, le fue otorgado a Norma Librada Ledezma Ortega, fundadora de Justicia para Nuestras Hijas A.C., en Chihuahua, esta es una asociación civil de familiares y amistades de mujeres que han sido asesinadas y/o desaparecidas en Ciudad Juárez, Chihuahua, México, desde hace una década. Esta organización nació en febrero de 2001, a raíz de la desatención a las demandas de justicia judicial, la inacción gubernamental, la violación a derechos humanos y el recurrente desamparo a víctimas. Norma, madre de Paloma, relató el profundo dolor e indignación que sufren las madres y los familiares ante la incapacidad de las autoridades para dar seguridad y para detener estos crímenes.

Al día siguiente 8 de mayo, pudimos constatar cómo la indignación está presente en miles de mexicanos. Respondiendo al llamado del poeta Javier Sicilia acudimos a la marcha convocada en el Distrito Federal, en dónde a lo largo de unos 20 kilómetros, poco menos, pues nos ganó la salida, pudimos constatar toda esa sensibilidad e inconformidad que está presente en la sociedad, miles de personas de todas las edades exigiendo un alto a esa política de masacre impulsada por el gobierno federal. Silenciosamente exigimos: ¡No más sangre, queremos paz!

Estas expresiones nos llenan de indignación, dolor, impotencia, pero también de hermandad y solidaridad, de esperanza al encontrarnos muchos movimientos de México que siguen en mayor o menor medida aportando en la exigencia de que se respete la dignidad humana. Estas acciones sólo cobrarán sentido, si como asistentes somos capaces de transmitirlas a nuestros diversos lugares de luchas, de hacer nuestra esa indignación ante nuestros propios problemas, de convocar las personas que han sido víctimas, que les ha sido pisoteada la dignidad, que les han sembrado dolor.

El país requiere una forma diferente de hacer política, de políticos diferentes, de construcciones ciudadanas distintas, de democracias reales, se requiere garantizar condiciones dignas de vida y oportunidades reales de desarrollo, de otra manera estamos seguros que la violencia seguirá creciendo, apoderándose de las instituciones que como sociedad creamos para garantizar nuestros derechos y la Paz.

Sirva este artículo como un reconocimiento para Norma Librada Ledezma Ortega, a Javier Sicilia y a la Comunidad Paso de la Reina, defensores y defensoras del Río Verde. Porque es gracias a sus acciones que el espíritu de quienes habitamos México no entra en un letargo permanente, es por ustedes que nuestra conciencia sigue gritando ante las injusticias, son ustedes quienes nos enseñan a exigir y defender los derechos humanos, en todos los lugares y ante todos los dolores que pesan sobre la sociedad, sobre nosotros.

Fuente: La Jornada de Oriente

No hay comentarios: