martes, 16 de junio de 2009

Suman atliscenses solidaridad con campesinos presos de San Agustín Loxicha, Oaxaca



Fuente: La Jornada de Oriente (Puebla)

MIGUEL ÁNGEL DOMÍNGUEZ RÍOS

Atlixco. Proveniente de la comunidad indígena de San Agustín Loxicha, Oaxaca, la caravana de familiares y amigos de campesinos presos en la capital del país llegó este sábado a la ciudad. Tras un recibimiento en la entrada sur de la mancha urbana, a cargo de militantes locales de la izquierda, investigadores y organizaciones no gubernamentales independientes, el contingente de cerca de 200 personas caminó por las principales arterias para finalizar, con un acto masivo, en el zócalo.

Una vez instalados a un costado del Palacio Municipal y de la parroquia, los visitantes, en su mayoría mujeres, escucharon palabras de aliento y de solidaridad. Y el primero en tomar el micrófono fue Arnulfo González Martínez, de la junta auxiliar de San Pedro Benito Juárez, franja cercana a las faldas del Popocatépetl: “en cada uno de nuestros pueblos abundan los problemas, ¿y cómo pensamos resolverlos?; ¿separados o unidos? La unión hace la fuerza. Durante 70 años gobernó el PRI, y desgraciadamente nunca, como trabajadores del campo, recibimos algo”.

Como “dicen por ahí, no tenemos madre y padre y nada capaz de responder por nosotros. ¿Qué hace falta? Entendernos y exigir justicia para seguir luchando. Caso contrario, ¿cómo deciden traernos las autoridades? Aquí con ustedes está la mejor muestra: 12 compañeros presos desde 1996 hasta hoy por defender sus propiedades y su dignidad”.

Catalogado dentro de los municipios con menor índice de desarrollo humano por la Secretaría de Desarrollo Social federal, los pobladores de San Agustín Loxicha siguen en una encrucijada tras la aparición pública del Ejército Popular Revolucionario (EPR) en 1996, acto causante del reforzamiento de la zona con elementos militares.

Con la presencia de ese movimiento armado, más de 130 campesinos fueron detenidos, y de acuerdo con estimaciones de defensores de los derechos humanos, unos 200 más viven escondidos por pesar sobre ellos órdenes de aprehensión. En tanto, familias enteras migraron ante el temor a ser aprehendidas arbitrariamente.

En medio de este contexto, hace 12 años quedaron encarceladas en penales estatales 12 personas de San Agustín Loxicha, acusadas de pertenecer al EPR y por delitos federales como terrorismo, sabotaje, conspiración y homicidio, cargos no comprobados. Entre los presos están quienes cumplían las funciones de presidente y síndico municipal. Las sentencias para cada uno de ellos son de entre 13 y 32 años de prisión.

Ante la falta de justicia, familiares de los presos y organizaciones de apoyo a sus demandas realizan una marcha de esa región a la ciudad de México, la cual inició el pasado 8 de junio. El objetivo: demandar a las autoridades federales la libertad de los presos cuyos nombres son los siguientes:

Fortino Enríquez Hernández, Abraham García Ramírez, Álvaro Sebastián Ramírez, Agustín Luna Valencia, Ricardo Martínez Enríquez, Mario Ambrosio Martínez, Estanislao Martínez Santiago, Urbano Ruiz Cruz, Eleuterio Hernández G., Zacarías Pascual García López, Cirilo Ambrosio Antonio y Justino Hernández José.

“Nosotros salimos desde San Agustín Loxicha en una marcha caravana a la ciudad de México para pedir la libertad de nuestros esposos, que ya llevan más de 12 años detenidos sin saber nada y sin que nadie pueda hacer algo por ellos. Todos son inocentes; arrebataron al pilar de nuestra familia y los hijos quedaron desamparados. Debido a esas injusticias hoy estamos convertidas en padres y madres. Y estamos aquí porque deseamos una muestra de solidaridad de parte de los habitantes de Atlixco. Queremos espiritualmente una compañía hasta la capital del país para pedir una vez más la libertad de nuestros familiares”, explicó una mujer indígena.

Después, Venenciano Valencia Suárez, otro habitante de esa comunidad indígena de Oaxaca, tras hablar primero en lengua náhuatl, explicó: “soy un indio zapoteca de San Agustín Loxicha, municipio instalado en la Sierra Sur, y acompañamos a las esposas y los hijos de nuestros hermanos presos desde hace más de 12 años”.

La comunidad “está totalmente marginada por no contar con elementos y servicios básicos para sobrevivir como seres humanos. En 1996, los compañeros presos junto con el pueblo alzamos la voz y organizamos una marcha caravana como esta para llegar a la ciudad de Oaxaca y exigirle al entonces gobernador Diódoro Carrasco Altamirano mejores condiciones de vida”.

Para conocimiento de muchos, “es pertinente platicarles de la carencia de energía eléctrica, agua potable, vivienda digna y de aulas escolares. Por eso decidimos organizarnos, junto con los compañeros aun presos, para intentar cambiar las cosas. Y en respuesta, del gobierno obtuvimos represión. Nos engañaron con la promesa de establecer mesas de trabajo para saber hasta donde iban a llegar los apoyos de las autoridades hacia nosotros”.

Todo “fue una total mentira, porque luego empezó la represión. Primero detuvieron a las autoridades municipales y después a mucha gente que participó en esa marcha. Entró el Ejército y la fuerza pública a golpear al pueblo de una manera salvaje. Hubo más de 150 detenciones, asesinatos y desaparecidos”.

Sin duda y sin miedo, “vamos a llegar hasta la ciudad de México para exigirle al gobierno federal la libertad de nuestros compañeros que son acusados de pertenecer a un grupo armado para justificar la represión. Y entonces están detenidos por delitos del fuero federal. No vamos a descansar hasta lograr nuestro objetivo”.

Al acto asistieron maestros del Movimiento Democrático Poblano y un centenar de habitantes de la ciudad. Un miembro del primer organismo, Antonino Soriano, lanzó una serie de cuestionamientos: “estamos enterados de la lucha de ustedes, compañeros de San Agustín Loxicha. Aquí también en esta entidad contamos con pueblos campesinos reprimidos. Hace poco hubo represión en contra de los labriegos de Azumiatla, cuyo único pecado era defender sus tierras”.

El Estado “lleva la política de despojar a los ejidatarios de las tierras para entregárselas a las empresas privadas. Nosotros como magisterio independiente estamos en la disposición de dar la batalla junto a nuestros hermanos afectados. Y no nada más con ese grupo, también al lado de los comerciantes, obreros, amas de casa y de quienes quieren una Puebla con igualdad de justicia y de oportunidades. Todos bajo un frente de defensa”.

Otro integrante del magisterio poblano independiente, Miguel Ángel Hernández, hizo énfasis en la postura de los familiares de los campesinos de Oaxaca: “quienes realmente luchamos por la democracia en la región de Atlixco, a la cual pertenezco, estamos con ustedes y vamos a seguir apoyándolos hasta las últimas consecuencias. No existe miedo; bien dice claramente aquella frase: vale más morir de pie que morir arrodillado ante un gobierno represor. Sigamos en la batalla”.

Enseguida, un militante de la organización 28 de Octubre habló así de cara a los asistentes: “¿Qué quieren los presos políticos del país? Libertad, libertad, libertad. Y una de las maneras para conseguirla es creando un poder popular. Por luchar, el maldito gobierno termina por encarcelarlos para convertirse en presos políticos. Sin embargo, los verdaderos delincuentes siguen allá arriba, no con dios, porque esos cabrones no llegarán hasta allá, arriba en el pinche poder. Ahí siguen los auténticos ladrones”.

Es una realidad, “a esos cabrones rateros el gobierno sigue solapándolos. De ahí la importancia de la unidad entre los diversos movimientos sociales de campesinos, obreros, estudiantes, magisterio y comerciantes. No sólo es la lucha por la reforma educativa, es la pelea por todas las reformas estructurales para cambiar a este México lleno de represión, represalias que cuentan con la complicidad de los partidos políticos”.

Por eso “no es bueno creer en ningún partido político. Por ejemplo, en Atenco PRI, PAN y PRD unieron fuerzas para darle en la madre a los compas de esa comunidad que mostraron resistencia a la construcción de un proyecto del gobierno federal. Eso mismo ocurrió en Oaxaca con la propia APPO. No debemos olvidarlo. Es mejor creer en la fuerza y voluntad de las comunidades”.

Finalmente, Omar Esparza, de una organización social de la Mixteca poblana y oaxaqueña, expresó: “nuestros compañeros campesinos siguen presos por una razón: los gobiernos estatal y federal no quieren despertar la conciencia de nuestros pueblos, que significa levantarse y luchar por su dignidad y sus tierras. Son 12 años de secuestro injusto de los trabajadores de la tierra de San Agustín Loxicha”.

Esas personas, “además de ser reprimidas, son torturadas y golpeados por el propio sistema en que vivimos. Sin embargo, cuando la gente alcanza a organizarse, trabajar y levantarse para decir ¡ya basta, estamos cansados!, la única respuesta oficial está relacionada con la reprimenda y el uso de la fuerza policiaca y militar. Nosotros nada más queremos diálogo”.

La gente de Oaxaca “está cansada de observar cómo pisotean su dignidad. No más presos políticos en las cárceles. Hoy gran parte de esa entidad está en resistencia. Todos los días los ciudadanos de ese lugar despiertan para decir estamos hartos de gobiernos priistas, panistas y perredistas. No vamos a quedarnos callados ante las injusticias cometidas en muchas partes del país”.

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