Fuente: La Jornada de Oriente (Puebla)
MONICA CAMACHO
Alumnos y trabajadores de la Universidad Pedagógica Nacional de Teziutlán (UPN) iniciaron una huelga de hambre frente al Congreso estatal para exigir al secretario de Educación Pública (SEP), Darío Carmona García, su reincorporación a la institución educativa, de la cual los dieron de baja por acusar de peculado al ex director Rafael Castillo Rojas.
El gobierno estatal tomó cartas en el asunto al asignar al subsecretario de Asuntos Jurídicos, Jorge Díaz Gil, la tarea de fungir como intermediario entre los quejosos y el titular de la SEP.
Al cierre de esta edición, Darío Carmona no respondió el llamado a diálogo que lanzaron los inconformes, quienes advirtieron que mantendrán la protesta hasta que las autoridades educativas atiendan su demanda.
El pasado 21 de abril, tres administrativos y 13 estudiantes fueron expulsados de la UPN de Teziutlán tras denunciar penalmente a Castillo Rojas, a quien acusan de desviar 12 millones de pesos de cuotas escolares para financiar la campaña a la gubernatura del estado de Javier López Zavala, secretario de Desarrollo Social (Sedeso).
El conflicto en la UPN de Teziutlán inició en diciembre pasado, después de que el titular de la SEP se negó a reconocer los resultados de la elección interna de director que dieron el triunfo a José Luis Olaya Méndez sobre a la propuesta de Castillo Rojas, Elizabeth Salazar Gómez.
Los alumnos, maestros y administrativos de las cinco subsedes del plantel, Tenampulco, Guadalupe Victoria, Zaragoza, Chignautla y Teziutlán, celebraron reuniones para exigir respeto al voto, durante las cuales descubrieron que el titular de la SEP pretende mantener el control de la institución a través de Elizabeth Salazar, para utilizar a la universidad como “caja chica” de la campaña de Zavala, según los inconformes.
La denuncia se presentó a los integrantes del Congreso local el pasado 21 de mayo, a quienes solicitaron una auditoría en contra de la administración de Castillo Rojas. Sin embargo, hasta el momento no existe respuesta de los legisladores.
Los alumnos y trabajadores decidieron iniciar la huelga de hambre para obligar a las autoridades a reincorporarlos en la institución y, de paso, conseguir que la SEP reconozca el triunfo de José Luis Olaya, quien es uno de los 16 expulsados.
Antes de iniciar la protesta frente al palacio legislativo, los afectados encabezaron una rueda de prensa en un conocido café de la ciudad de Puebla, donde aseguraron que son víctimas de una arbitrariedad.
Acompañados por la coordinadora de la bancada del Partido de la Revolución Democrática en el Congreso local, Irma Ramos Galindo, precisaron que 12 de los 13 estudiantes expulsados no sólo formaban parte del Consejo Estudiantil, sino que mantenían buenos promedios y eran beneficiarios de becas Pronabes.
Uno de los alumnos dados de baja es Rubén Pereáñez Benavides, quien obtuvo un reconocimiento el año pasado por tener el mejor promedio de la universidad. No obstante, ahora tendrá que esperar hasta enero de 2010 para poder inscribirse en la institución y concluir su último semestre de carrera.
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