Fuente: La Jornada de Guerrero
Chilpancingo, 20 de abril. Desde que salieron de la cárcel de Ayutla, el 19 de marzo, por primera vez Orlando Manzanarez Lorenzo, Romualdo Santiago Enedina y Manuel Cruz Victoriano partieron de El Camalote, y por lo tanto es la primera vez que duermen sin el temor de ser sorprendidos en la noche para cumplir las amenazas de muerte contra ellos.
“Estamos libres, queremos salir de nuestro pueblo a continuar con nuestro trabajo, pero sabemos que en cualquier momento nos pueden chingar”, resume sin complicaciones Orlando Manzanarez, tras su participación en el Foro internacional sobre la criminalización de los defensores de derechos humanos y de la protesta social, efectuado en esta capital.
En 2008, los tres me’phaa –además de Natalio Cruz Ortega, quien por enfermedad no pudo salir de El Camalote y Raúl Hernández Abundio, que aún está preso– fueron detenidos acusados de matar a un informante del Ejército. Al salirde prisión, recibieron amenazas de muerte.
Orlando, quien mejor habla español, cuenta que por primera vez desde su libertad han dormido tranquilos, porque en El Camalote el temor los invade a cada momento.
Por las noches, dice Orlando, cuando caminan por las calles de su pueblo, temen a las sombras que proyecta la luz de la luna –no hay alumbrado público– y sienten que en cualquier momento puede surgir alguien que los agreda.
“Tenemos temor y no podemos salir de nuestra comunidad a continuar con nuestro trabajo”.
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