Fuente: La Jornada de Oriente (Puebla)
MARTÍN HERNÁNDEZ ALCÁNTARA
Campesinos del municipio de Coronango acusaron al diputado local por el PRI, Avelino Toxqui, de utilizar su influencia para detener arbitrariamente a cuatro integrantes de una familia de ese municipio, quienes han participado en los movimientos en defensa del agua, recurso que el actual representante popular, siendo alcalde de dicha localidad, entregó para abastecer a poblaciones vecinas, como Cuautlancingo.
Los vecinos dijeron que también la tarde del pasado lunes, dos policías judiciales guiados por un hombre que vestía uniforme de la Policía Municipal de San Pedro Cholula también golpearon e intimidaron a Fortunato Teutli Coyotécatl y detuvieron por algunos minutos, sin razón justificada, a su esposa, Isabel Flores Coyotécatl.
Con la excepción de sólo un caso, todas las víctimas de los abusos policiacos fueron engañados con el concurso de las autoridades del ayuntamiento de Cuautlancingo e incluso de los directivos de la escuela primaria Miguel Hidalgo.
Acompañado de varios paisanos y del abogado perredista Ariel Manelic García Islas, Fortunato Teutli Coyotécatl se presentó ayer al mediodía en las instalaciones de esta casa editorial para relatar los hechos del pasado 20 de abril.
Contó que la mañana del lunes, el labriego de 54 años recibió una llamada telefónica en su casa, de las oficinas de la Comuna, en la que le notificaban que su esposa, Isabel Flores Coyotécatl, tenía que acudir al edificio de la presidencia municipal para registrarse dentro de un programa de beneficiarios de abono, cuyo precio estaba en 50 pesos por 60 kilogramos.
Fortunato Teutli respondió que no estaba su cónyuge en ese momento, y que regresaría al filo de las 15 horas. Con suma puntualidad, la pareja se encaminó hacia la sede de la Comuna, pero ahí les dijeron que deberían llevar identificaciones personales y otros documentos que acreditaran la propiedad de sus tierras, como las escrituras.
El matrimonio se encaminó de regreso a su casa para recoger la documentación, pero en el camino fue interceptado por un auto blanco, de modelo reciente –Fortunato dijo no saber mucho de autos, así que ni siquiera intentó en la entrevista precisar de qué modelo se trataba–; en la unidad había tres hombres.
Descendieron dos; del lado izquierdo, en el asiento que se ubica atrás del copiloto, bajó un hombre robusto, moreno, de unos 48 años, vestido con un uniforme de policía. Los testigos de los hechos dijeron que el atavío se parecía mucho al uniforme que usan los gendarmes de San Pedro Cholula.
Otro hombre, de más o menos la misma edad, pero delgado y con “aspecto de judicial”, también se dirigió a la pareja. Ambos “oficiales” les dijeron que Isabel Flores Coyotécatl estaba detenida, y aunque ella y su marido exigieron que les mostraran una orden judicial para aprehenderla, los sujetos no exhibieron el documento y la subieron violentamente al auto.
En el automotor los hombres comenzaron a interrogarla, le preguntaron su nombre y le exigieron que les entregara su identificación oficial del Instituto Federal Electoral (IFE). Ella se negó y se limitó a mostrarles la credencial. Abruptamente, el vehículo se detuvo y el individuo vestido con uniforme de policía descendió rápidamente, a fin de alcanzar a Fortunato Teutli Coyotécatl, quien para ese momento ya estaba subido en su bicicleta dispuesto a solicitar auxilio de sus familiares.
El que iba vestido de policía tumbó a Fortunato Teutli Coyotécatl de su bicicleta de una patada. Acto seguido, le propinó otro puntapié en la costilla derecha y luego, con la mano abierta, le asestó un golpe en la cabeza, cuestionándole: ¡cómo se llama tu esposa, cabrón! Cuando el labriego le confirmó el nombre de su mujer, el sujeto se marchó diciéndole; “¡esta es una recomendación de Avelino Toxqui!”.
Mucha era la gente que a esa hora estaba en las inmediaciones de la plaza principal, donde todo lo anterior sucedió. Algunos ya se aprestaban a auxiliar al matrimonio cuando Isabel Flores Coyotécatl fue liberada y los “policías” se marcharon a gran velocidad.
Minutos más tarde, la pareja se enteró de que otros familiares suyos habían sido detenidos como resultado de emboscadas.
Por ejemplo, Eulalia Chapuli Torres fue requerida por los directivos de la escuela primaria Miguel Hidalgo, quienes le dijeron que tenían que tratar urgentemente un asunto de su hijo. Ella acudió rauda al llamado, pero en lugar de encontrarse con su vástago, un grupo de policías judiciales la aprehendió.
Al tanto de la detención de Eulalia, su esposo, Cirilo Teutli, acudió al lugar donde ella se encontraba acompañado de su hija, Ascensión Teutli Chapuli, de 23 años. Ambos fueron apresados.
Finalmente, otra integrante de la familia, Irma Coyotécatl Tecol, de aproximadamente 42 años, fue detenida en su casa.
Por la noche, Fortunato Teutli se comunicó a esta casa editorial, asegurando que su cuñado lo había llamado para decirle que en el Centro de Readaptación Social de Puebla lo estaban torturando, golpeándolo sin clemencia y amenazándolo de muerte.
Fortunato dijo que hasta ese momento les dijeron que el delito por el que sus familiares estaban en la cárcel era porque habían amenazado de muerte a Eladio Chapuli, hombre cercano a Avelino Toxqui.
Desde la mañana, cuando visito las instalaciones de La Jornada de Oriente, Fortunato Teutli Coyotécatl dijo que hace aproximadamente dos años él, su familia y otros militantes del Partido de la Revolución Democrática impidieron que Eladio Chapuli intentara cerrar una calle de estricto dominio público.
“Avelino Toxqui está tomando represalias porque todas estas personas han denunciado los abusos que cometió entregando el agua cuando fue presidente municipal de Coronango; la agresión es muy clara, y la utilización de sus influencias también”, aseveró Ariel Manelic García Islas, quien añadió que se interpondrán las denuncias penales correspondientes, amén de una queja ante la Comisión de Derechos Humanos de Puebla y ante la Fiscalía Anticorrupción.
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