Fuente: La Jornada de Oriente (Puebla)
AMÉRICA FARÍAS OCAMPO
Catalina Pérez Osorio, miembro del Colectivo de Mujeres por la Democracia, exigió a los legisladores poblanos tener una “visión abierta” y legalizar el aborto en Puebla para evitar que se sigan incrementando las muertes maternas. Se estima que en México cada tres días muere una mujer por someterse a legrados inseguros.
Durante el “Foro la despenalización del aborto y la eutanasia en Puebla”, realizado en la Universidad Iberoamericana, la feminista señaló que la reforma constitucional promovida por el PRI para impedir la despenalización del aborto en la entidad atenta con los derechos adquiridos por las mujeres en las últimas décadas y está condenado a los niños a seguir siendo víctimas de delitos sexuales como la pederastia y la trata de blancas.
Recalcó que los grupos feministas no están a favor del aborto, porque es una “forma de violentar el cuerpo de las mujeres”; sin embargo, enfatizó, sí estamos de acuerdo en que se legisle esta práctica para evitar defunciones maternas, pues abundó que como la interrupción del aborto en el estado es penada por la ley, muchas mujeres recurren a prácticas riesgosas como la ingesta de “menjurjes” o la introducción de ganchos o agujas de tejer en la vagina para producirse un legrado.
Advirtió que así como se pretende dejar la fracción cuarta del artículo 4 de la Constitución, que dice “la vida humana debe ser protegida desde la concepción hasta la muerte”, los legisladores están poniendo en un estado de indefensión a las mujeres poblanas, pues está dejando sin validez el artículo 343 del Código de Defensa Social del estado, que estipula que el aborto no es causa de sanción cuando se da en los términos siguientes: cuando sea resultado de una violación, por estar en riesgo la vida de la madre o que el producto presente malformaciones graves.
La feminista calificó de “doble moral” a los legisladores, pues indicó que hace un año declararon la ley para que todas las mujeres del estado tuvieran una vida libre de violencia, y ahora les estén imponiendo un concepto de familia “madre, padre e hijo”, cuando actualmente existe una diversidad de formas.
“Es una ofensa para las familias poblanas, para esas familias que no son mamá, papá e hijitos, y que la pasan bastante mal no siendo reconocidas en la sociedad. La pasan mal todas esas mujeres que el gobernador del estado ha defendido; finalmente, dónde está la defensa de las jefaturas femeninas con esta ley”.
Pérez Osorio recomendó a los diputados que en lugar de aprobar leyes “inconstitucionales” impulsen “la maternidad voluntaria y responsable”, que implica que las mujeres tengan derecho a la información, a políticas públicas claras por parte de todos los gobiernos y educación sexual desde los niveles de educación básica.
Por su parte, Víctor Manuel Martínez Bulle Goyri, especialista en derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que los diputados no deben concebir la legalización del aborto como una aprobación a esta práctica que atenta con la vida humana, sino como una forma para evitar muertes maternas, que es un problema de salud pública.
AMÉRICA FARÍAS OCAMPO
Catalina Pérez Osorio, miembro del Colectivo de Mujeres por la Democracia, exigió a los legisladores poblanos tener una “visión abierta” y legalizar el aborto en Puebla para evitar que se sigan incrementando las muertes maternas. Se estima que en México cada tres días muere una mujer por someterse a legrados inseguros.
Durante el “Foro la despenalización del aborto y la eutanasia en Puebla”, realizado en la Universidad Iberoamericana, la feminista señaló que la reforma constitucional promovida por el PRI para impedir la despenalización del aborto en la entidad atenta con los derechos adquiridos por las mujeres en las últimas décadas y está condenado a los niños a seguir siendo víctimas de delitos sexuales como la pederastia y la trata de blancas.
Recalcó que los grupos feministas no están a favor del aborto, porque es una “forma de violentar el cuerpo de las mujeres”; sin embargo, enfatizó, sí estamos de acuerdo en que se legisle esta práctica para evitar defunciones maternas, pues abundó que como la interrupción del aborto en el estado es penada por la ley, muchas mujeres recurren a prácticas riesgosas como la ingesta de “menjurjes” o la introducción de ganchos o agujas de tejer en la vagina para producirse un legrado.
Advirtió que así como se pretende dejar la fracción cuarta del artículo 4 de la Constitución, que dice “la vida humana debe ser protegida desde la concepción hasta la muerte”, los legisladores están poniendo en un estado de indefensión a las mujeres poblanas, pues está dejando sin validez el artículo 343 del Código de Defensa Social del estado, que estipula que el aborto no es causa de sanción cuando se da en los términos siguientes: cuando sea resultado de una violación, por estar en riesgo la vida de la madre o que el producto presente malformaciones graves.
La feminista calificó de “doble moral” a los legisladores, pues indicó que hace un año declararon la ley para que todas las mujeres del estado tuvieran una vida libre de violencia, y ahora les estén imponiendo un concepto de familia “madre, padre e hijo”, cuando actualmente existe una diversidad de formas.
“Es una ofensa para las familias poblanas, para esas familias que no son mamá, papá e hijitos, y que la pasan bastante mal no siendo reconocidas en la sociedad. La pasan mal todas esas mujeres que el gobernador del estado ha defendido; finalmente, dónde está la defensa de las jefaturas femeninas con esta ley”.
Pérez Osorio recomendó a los diputados que en lugar de aprobar leyes “inconstitucionales” impulsen “la maternidad voluntaria y responsable”, que implica que las mujeres tengan derecho a la información, a políticas públicas claras por parte de todos los gobiernos y educación sexual desde los niveles de educación básica.
Por su parte, Víctor Manuel Martínez Bulle Goyri, especialista en derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que los diputados no deben concebir la legalización del aborto como una aprobación a esta práctica que atenta con la vida humana, sino como una forma para evitar muertes maternas, que es un problema de salud pública.
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