jueves, 4 de diciembre de 2008

NOTAS DEL NUEVO PARTIDO DE DERECHA MEXICANO, EL PRD

COMENTARIO: La esperanza de un cambio real no está en los partidos políticos ni en sus dirigentes, pues son una élite alejada del pueblo, y obvio es que para ellos lo principal es defender sus privilegios, no esperen que surjan políticos honestos por generación espontánea, ni siquiera de los movimientos sociales van a surgir, pues me consta que muchos lidercillos sociales de medio pelo tan pronto empiezan a brillar un poco adoptan actitudes de diputado plurinominal.

El verdadero cambio está en nosotros, el pueblo, en el ciudadano común, y este cambio solo lo vamos a lograr en la medida que exijamos nuestros derechos, en la medida en que exijamos a los funcionarios públicos que hagan su chamba. Tenemos que generar una cultura de la denuncia ciudadana, y de rechazo a la indiferencia y la autocompasión, recuerden que el valiente vive hasta que el cobarde quiere.


Queman propaganda de Ortega y renuncian al PRD


De la Redacción

La Jornada On Line (07:50) Un grupo de personas quemó ayer sus documentos de afiliación al Partido de la Revolución Democrática (PRD) y propaganda de Jesús Ortega. Además pintarrajearon la fachada del edificio de Benjamín Franklin, donde hoy se presentará el dirigente de Nueva Izquierda para comenzar a trabajar. Gritaron consignas en contra del dirigente y su corriente. Entre las pintas destacaron las palabras ¡Traidores! y ¡Huele a mierda! También quemaron una figura de cartón de Ortega. Fue su manera, dijeron, de renunciar al partido.

Pedro Martínez, quien hasta ayer fungía como subsecretario de Prensa de la Secretaría de Comunicación y Propaganda del Comité Ejecutivo Nacional perredista, señaló, al emitir un pronunciamiento en la concentración, que renunciaban porque los dirigentes de Nueva Izquierda ya habían “vendido” el proyecto que dio vida al partido.

Indicó que el PRD se está “derechizando”, y confiaron en que a sus renuncias –unas 40 de acuerdo con el número de asistentes– se sumen muchas más para iniciar un nuevo proyecto partidista para la izquierda. Pedro Martínez señaló que el partido se ha convertido en un ente burocrático.

Ortega relanza al PRD

Alberto Morales

El Universal online (07:30) En su primer acto oficial como presidente nacional del PRD, Jesús Ortega se comprometió a articular una nueva etapa del partido que resulte en una izquierda propositiva, plural y negociadora.

Arropado por líderes empresariales y por el jefe de Gobierno del Distrito Federal, agregó que el perredismo se asumirá como una izquierda pacífica que apuesta al cambio por la vía democrática.

Dijo que el PRD no desea ni espera la ruina del país para ser una alternativa. “La izquierda debe presentarse ahora mismo como opción de gobierno”, mencionó.

En referencia a la corriente que encabeza Andrés Manuel López Obrador, aseguró que un PRD incluyente obliga a incorporar no sólo a los “enojados” de la coyuntura, sino además “a los esperanzados” en el cambio.

PRD llama a la unidad y a superar diferendos

Alberto Morales

El Universal online (07:32) Arropado por el sector empresarial y por el jefe de Gobierno del DF, Marcelo Ebrard, el presidente nacional del PRD, Jesús Ortega, presentó ayer un programa de compromisos cuyo objetivo es articular la nueva etapa del partido del sol azteca, como una izquierda propositiva, plural, que se siente a negociar y que ve en los procesos electorales el medio para llegar al poder.

En el Teatro de la Ciudad de México, foro que Andrés Manuel López Obrador utilizó en 2006 para presentar a su “gabinete legítimo”, Ortega Martínez llamó al perredismo a superar los conflictos internos.

El líder perredista, único orador del acto, dijo que el partido no utilizará el problema de la inseguridad con fines electorales.

“Nos interesa ganar votos, pero más nos interesa la seguridad nacional y la seguridad de las personas”, expresó ante la plana mayor de la corriente Nueva Izquierda, que de inmediato lo respaldó con sus aplausos.

Advirtió que no aceptarán una visión conservadora de Estado policiaco para combatir a la criminalidad.

En su primer acto oficial, Ortega reunió a dirigentes del sector privado, como el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Armando Paredes; de la Coparmex, Ricardo González Sada, y de la Asociación Nacional de Tiendas Departamentales, Vicente Yáñez.

A la ceremonia asistieron además el presidente de la CDHDF, Emilio Álvarez Icaza; los gobernadores perredistas Amalia García, de Zacatecas; Zeferino Torreblanca, de Guerrero, y Narciso Agúndez, de Baja California Sur.

Además de representantes de medios de comunicación, estuvieron los legisladores Ruth Zavaleta, vicepresidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, y el coordinador del PRD en el Senado, Carlos Navarrete. Incluso destacó la presencia del diputado federal del PAN, Gerardo Priego.

Ortega aseguró que el PRD, desde la oposición, atenderá los problemas de todos los sectores del país y “no deseamos, ni esperamos la ruina del país para asumirnos como alternativa. La izquierda ahora mismo debe presentarse como opción de gobierno”, indicó.

En adelante —agregó— el PRD representará una izquierda pacífica, que apueste a la transformación de México por la vía democrática, y no será “oposición mecánica”.

Sin mencionar su nombre, Jesús Ortega se refirió al grupo que encabeza López Obrador, al señalar que un PRD incluyente obliga a ampliar su representatividad, a incorporar no sólo a los “enojados” de la coyuntura, sino además “a los esperanzados” en que es posible el cambio. “Es decir, una izquierda que represente a la mayoría, pero que sea para todo el país”.

Al término de la ceremonia, Armando Paredes, del Consejo Coordinador Empresarial, dijo estar dispuesto a trabajar con la actual dirigencia y dejar a un lado las diferencias con el PRD.

Carlos Navarrete aseguró que Ortega ha marcado el inicio de la nueva etapa del PRD y de la izquierda mexicana. “Hoy hubo definiciones de fondo claras… se trata de delinear la nueva imagen del PRD, un partido que quiere ser socialmente útil a los mexicanos”.

La gobernadora Amalia García indicó que hoy la prioridad del partido es la gente y el país, para ello hay que tomar el liderazgo en un momento de crisis económica. “Veo con optimismo este discurso concentrado en iniciativas para la gente”, expresó.

Ortega pide a empresarios apoyo para “modernizar” la izquierda

Alma E. Muñoz

La Jornada On Line (07:56) Jesús Ortega Martínez delineó ayer el rumbo que seguirá el Partido de la Revolución Democrática (PRD) bajo su presidencia ante los dirigentes del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), un representante del Partido Acción Nacional (PAN) y, entre otros perredistas, gobernadores emanados del sol azteca. Destacó la presencia del jefe de Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, y la ausencia del mandatario de Michoacán, Leonel Godoy.

No asistieron el grueso de los dirigentes de Izquierda Unida a escuchar un largo discurso de Ortega, quien manifestó que junto con otras fuerzas políticas y los ciudadanos, el PRD debe encontrar soluciones adecuadas a las problemáticas nacionales. Aclaró que es tiempo de conformar una izquierda moderna, consecuente con sus principios, propositiva y contemporánea, que no confunda derrota con congruencia, y que no le apuesta a la ruina del país.

“Sabemos que el cambio por el que luchamos no vendrá del desastre y del colapso económico y social de la nación. No deseamos ni esperamos la ruina del país para entonces asumirnos como alternativa. La izquierda, ahora mismo, debe presentarse como opción de gobierno y lo seremos si frente al fracaso evidente de la derecha logramos convencer a los mexicanos con mejores propuestas para lograr el crecimiento económico, restablecer el proceso de transición y avanzar hacia un régimen político democrático”, señaló.

En el Teatro de la Ciudad, donde presentó el “nuevo espíritu del PRD”, Ortega Martínez delineó una radiografía de la situación económica, política y social que vive México. Habló de la desigualdad e injusticia social, del estancamiento de la economía, del “castigo” al salario de los trabajadores mientras los precios de productos de primera necesidad aumentan “escandalosamente” y la tasa de desempleo repunta.

De cómo la producción de electricidad continúa “extranjerizándose” y de que “somos uno de los principales productores de petróleo en el mundo, pero importamos cada vez más gasolina y otros derivados” del crudo. También se pronunció en contra de que México tenga una economía estatista o controlada por una oligarquía.

Cuestionó que ante la realidad, el actual gobierno mantenga sin cambios sustantivos el rumbo neoliberal. “Se carece de un programa de Estado para el desarrollo nacional; no existe una estrategia general para superar el estancamiento de la economía, ni tampoco para enfrentar la crisis de la economía mundial y la recesión estadunidense que nos está afectando en todos los terrenos”.

Se recurre, insistió, a medidas de coyuntura y de impacto mediático, en muchas ocasiones, como ocurre con el problema de inseguridad pública, en tanto, cuestionó, miles de empresas apenas sobreviven por el endurecimiento de la política fiscal y otras, especialmente las medianas y pequeñas, “llegaron a la quiebra, perdiéndose con ello decenas de miles de empleos”.

Dijo que al país le resulta indispensable una izquierda fuerte y democrática, “que se convierta en opción de gobierno progresista”, y no transite en un “penoso regreso hacia la marginalidad política”. Que incluya a los más pobres y desprotegidos, a las clases medias, los movimientos civiles que reivindican derechos humanos y los ecologistas y “a la mayoría de los empresarios que como nosotros están en contra de abusos, de la corrupción, de una economía controlada por una oligarquía y que quieren un gobierno honesto que promueva el desarrollo del país”.

Pero para ello, continuó, el pensamiento del PRD debe alejarse de las “recetas y verdades únicas”, y debemos salir airosos y triunfantes en las contiendas electorales, al “dotarnos de ideas nuevas, de las mejores propuestas”, y así derrotar culturalmente el pensamiento conservador. Por eso estamos dispuestos, subrayó, a “lograr los mejores acuerdos en razón del país y de la seguridad de la gente”.

El presidente nacional perredista expresó que pugnará por reformas políticas y electorales que restablezcan el respeto al voto. En este sentido, dijo, el Instituto Federal Electoral (IFE) debe recuperar la autoridad, autonomía y facultades necesarias para impedir que los poderes económicos u otros fácticos, como sucedió en 2006, se conviertan en los grandes electores.

Debemos convencer a los ciudadanos, manifestó, que “no somos una oposición mecánica” y aprovechó para acotar que su partido representará a una izquierda pacífica y no recurrirá a la violencia.

Pareciera, dijo, que no hay lugar para la esperanza, pero no es cierta esa visión “apocalíptica, porque desde la misma crisis se abre paso una izquierda democrática, que reconoce las virtudes del liberalismo democrático, como la libertad, la soberanía popular, la igualdad jurídica”.

En la presentación de Ortega destacaron los presidentes de la Coparmex, Ricardo González Sada; de la ANTAD, Vicente Yáñez; y del CCE, Armando Paredes, quien al final de la misma consideró que con el perredista “podemos trabajar juntos” porque hay coincidencias y celebró que impulse una transformación para que México al fin cuente con una izquierda moderna.

También asistió Gerardo Priego, diputado del Partido Acción Nacional, quien resaltó la pluralidad que representa Ortega y señaló que su partido está dispuesto a trabajar con el sol azteca en aquellos puntos en que tienen coincidencias.

Estuvieron además, los gobernadores de Zacatecas, Amalia García; de Guerrero, Zeferino Torreblanca; y de Baja California Sur, Narciso Agúndez. Asimismo asistió el presidente de la Comisión de los Derechos Humanos del Distrito Federal, Emilio Álvarez Icaza, entre otros.

El renacimiento de un partido

Fidel Samaniego

El Universal online (07:31) En el mismo escenario en el que voló la portentosa voz de Enrico Caruso, danzó la magia de Anna Pavlova y jugueteó la picardía de Joaquín Pardavé, ayer, en su presentación formal en sociedad como dirigente nacional del PRD, Jesús Ortega anunció el renacimiento de su partido, renovado en el comportamiento ético, en el quehacer político, y... ya no más en el peligroso filo de la navaja entre la legalidad y la ilegalidad.

Y si un 25 de mayo de 1918 el entonces presidente Venustiano Carranza conmocionó a quienes llenaban el teatro con su inesperada asistencia para presenciar la actuación de Esperanza Iris, ayer a muchos sorprendió la llegada de Marcelo Ebrard, quien ocupó el lugar principal en la primera fila para escuchar, aplaudir y saludar a su nuevo aliado.

Fue la toma de posición, no de posesión, de Jesús Ortega. La congregación del chuchismo empoderado.

Ahí, desde luego, Carlos Navarrete, Graco Ramírez, Guadalupe Acosta Naranjo, Ruth Zavaleta. Y como invitados la gobernadora de Zacatecas, los de Baja California Sur y Guerrero.

Ausentes del Teatro de la Ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador y los suyos. Tampoco estuvo en el discurso de Jesús Ortega. No fue mencionado su nombre en ningún momento. Ni el de Alejandro Encinas, quien estuvo cerca y lejos de ahí un poco más temprano, desayunando con el rector de la UNAM, José Narro Robles. Susana Monreal, la hermana de Ricardo, sí acudió, se acercó, habló con el recién ascendido dirigente.

Una presentación en un acto

No se levantó el telón color burdeos. De espaldas a él, ante 300 girasoles, vestido de negro con amarilla corbata, entre una bandera de México y otra del PRD, frente a su esposa, sus hijos, sus seguidores y los invitados, embajadores, columnistas, el legislador panista Gerardo Priego, la estrella de la función, Jesús Ortega habló durante casi una hora.

Antes, mientras él esperaba en el camerino, ya con la mayoría de los convidados dentro del teatro, nerviosos organizadores gritaban que quien no tuviera boleto no podría entrar, advertían que en unos minutos más se cerrarían las puertas.

Estaban avisados de la posibilidad, la amenaza de que fieles lopezobradoristas podrían intentar irrumpir, interrumpir, protestar, reventar el acto. No ocurrió. No llegaron. Ninguna voz incomodó.

Y sin que nadie diera la tercera llamada, una voz en off, suave, modulada, anunció: “Señoras y señores, con ustedes el presidente del Partido de la Revolución Democrática, Jesús Ortega Martínez”.

Y apareció él por el lado derecho del escenario, caminó acompañado por los aplausos. Y en el mismo lugar en el que estuvieron divas y divos, figuras del bataclán, estrellas de la opereta y la comedia, anunció el renacimiento de su partido. Y en primera fila, lo miró complacido su nuevo aliado, su casi carnal.

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