Plebiscito y Consulta Popular
Fausto Fernández Ponte
La democracia, como el comunismo, es todavía un anhelo no alcanzado". Herbert Marcuse.
I
Madero fue asesinado por Huerta por imperativos de la puja por el poder. Ese crimen fue un epítome de la cultura política: el poder como fin justifica los medios para tomarlo o conservarlo, aunque éstos no sean democráticos.
Ese episodio histórico, si bien deviene en moralejas desacatadas, en realidad es un hito en el "continuum" mexicano de búsqueda incensante y, a la fecha, frustrada, de una verdadera democracia.
La búsqueda no ha dado frutos. A casi cien años de ese sucedido, los mexicanos no hemos podido establecer una forma de organización política verdaderamente democrática. Lo más que se ha logrado es simular la democracia.
La simulación democrática es omnipresente y persiste a contrapelo de los anhelos, propósitos y acciones reivindicadoras específicas de los mexicanos más vanguardistas y conscientes del fenómeno simulador.
La simulación tiene por miga aparentar que la forma de organización política prevaleciente es letrísticamente democrática. El discurso de la élite en el poder –una élite sin representatividad social real— es falaz.
Y la falacia mayor es la de que ésta forma de organización política –o modelo, para mejor describirlo— es la de una democracia, ¡asómbrese el leyente!, representativa y electoral. Pero vero resulta que no es ni lo uno ni lo otro.
II
En esos cien años de frustraciones en pos del anhelo democrático, los mexicanos hemos vivido una etapa armada y otra constructora de instituciones de una revolución social --que en realidad fue política— y que ha sido traicionada.
La traición ha sido violenta, represiva a ultranza –todo el siglo XX estuvo preñado de insurgencias y disidencias políticas organizadas, las que se han extendido al XXI— y otras guisas, incluida la violencia económica.
Aun antes de la Revolución Mexicana –moviento de ribetes épicos e incluso epopéyicos--, el país vivió un siglo entero, el XIX, dominado por luchas facciosas entre enemigos históricos (liberrales y conservadores).
También hubieron luchas libertarias, reivindicadoras auténticas --más allá de la facción ideológica y/o política-- pues el pueblo vivía, como hoy vive, bajo una opresión y la falacia de una democracia fingida y tartufa.
A cien años de la heroica gesta revolucionaria y 200 del Grito de Independencia –en rigor histórico, malograda ésta— el pueblo observa al Estado, cínicamente plutocrático, en un afán de celebrar lo incelebrable.
¿Qué es celebrable de esos hitos, sincretismo de las luchas históricas del pueblo de México en aras de un sistema político verdaderamente democrático? La falsa democracia mexicana tiene por eje central la elección; ésta es simulada.
Ello se vio en 2006. Mientras la figura de la elección sea el punto axial que define al modelo político mexicano, la democracia lisa y llanamente no existirá. ¿Por qué? Porque el pueblo no participa; se le niega participar.
III
¿Y cómo puede participar el pueblo para que el modelo sea democrático? Mediante figuras adicionales a la de la elección que garanticen sin trampas ni candados capciosos ni socaliñas leguleyas ni coartadas la voluntad ciudadana.
Trátase de las figuras del plebiscito, el referendo, la consulta popular, la revocación del mandato gubernamental sin cortapisas ni lenguaje amañado, el tribunal político de pares ciudadanos, y penalización automática severa de ilícitos comiciales.
Esas figuras han sido propuestas una y otra vez en esos dos siglos y siempre han sido desestimadas con actitud represiva, autoritaria y arbitraria y tutelarista, omo si el mexicano fuere políticamente menor de edad o inmaduro.
El modelo prevaleciente, por otra parte, posee mecanismos mediáticos para inducir conductas colectivas en política y para ejercer un control social que reduzca los riesgos del azar en los comicios, para conservar el poder.
Hace unos días, en ciertas comisiones legislativas se elaboró un borrador de dictamen para modificar varios artículos constitucionales que hiciere posible la participación ciudadana directa y, así, transformar al modelo político.
¿Qué ocurrió? El borrador de dictamen no adquirió la condición de tal y, por ello, jamás será aprobado por las comisiones y, desde luego, nunca será presentado al pleno. Los legisladores lo consideraron muy peligroso. Subversivo.
Peligroso, sí, pero, ¿para quién? Para los mismos legisladores de los partidos de derecha (PAN, PRI, Verde y otras formaciones corifeas), de la pseudo izquierda (PRD, Convergencia) y la izquierda risible (PT, Alternativa).
El borrador de dictamen de marras es de contenido ligero, reformista pero no revolucionario. Su rechazo tiene vena didascálica: los que nos representan en el poder le tienen miedo al pueblo. Por eso refuerzan la simulación democrática.
ffponte@hmail.com
Glosario:
"Continuum": en sociología, concatenación lógica de diferentes estructuras dentro de un mismo sistema, que expresa una línea de desenvolvimiento histórico.
Disdascálica: de didascalia. Enseñanza.
Epopéyico: de epopeya.
Épico: perteneciente o relativo a la poesía heroica o a la epopeya.
Epítome: compendio, resumen.
Letrísticamente: que se ajuysta sólo a la letra y no al espíritu de una ley. Interpretación y/o aplicación ortodoxa una regla.
Plebiscito: consulta a la que los poderes públicos someten al voto popular directo para que apruebe o rechace una determinada propuesta. Resolución tomada por todo un pueblo a pluralidead de votos.
Plutocrático: de plutocracia. Gobierno de los ricos.
Tartufa: hipócrita, perversa.
Referendo: procedimientojurídicopor el cual se somete a voto popular directo leyes o actos administrativos cuya ratificación por el pueblo de propone.
No hay comentarios:
Publicar un comentario