Alejandro Medellín
El Universal online (10:14) El libro Libertad secuestrada. Lydia Cacho vista en los medios poblanos, es un ejercicio periodístico que deja al desnudo la impunidad de gobernantes magistrados y jueces y el desamparo, el abuso que se ejerce todos los días en contra de la gente común y corriente, la gente que no pertenece a la esfera del poder político, señalaron durante la presentación de la obra periodistas como Virgilio Caballero y Estela Livera.
El texto, que contiene el análisis sobre la actuación de los medios poblanos en el seguimiento mediático al caso de Lydia Cacho, revela también la falta de compromiso y proclividad hacia el poder por parte de directores de medios y algunos periodistas que recibieron dinero, prebendas y acabaron por sumarse al discurso oficial en favor del mandatario poblano, Mario Marín, consideró la politólogo Denise Dresser al intervenir ayer en la presentación de la obra en la que estuvo presente Lydia Cacho.
Otra de las aportaciones tiene que ver con la falta de profesionalismo en el sector de la prensa y los medios de comunicación nacionales, y la inequidad en el trato hacia las mujeres.
Estela Livera brindó cifras y un diagnóstico sobre esta situación al recordar que las diferencias entre hombres y mujeres siguen siendo abismales y se reflejan en datos como el otorgamiento de concesiones de Radio y Televisión, en donde de mil 200 permisos de operatividad sólo el 2 por ciento son para mujeres.
En las redacciones y en los medios de información en general, siguen privando los abusos y las diferencias de género, se sigue viendo a la mujer como un ser bonito, tranquilo, amable, sumiso, dispuesto para servir e incapaz de lograr grandes metas, dijo la periodista.
En el caso de Lydia Cacho, el seguimiento periodístico hecho en el estado de Puebla permite ver la forma en que los operadores del gobernador de esa entidad, Mario Marín, presionó, manipuló, repartió dinero e hizo todos lo posible por detener notas y bajarle el perfil a lo que se dijera o escribiera en torno al caso, recordó.
El Universal online (10:14) El libro Libertad secuestrada. Lydia Cacho vista en los medios poblanos, es un ejercicio periodístico que deja al desnudo la impunidad de gobernantes magistrados y jueces y el desamparo, el abuso que se ejerce todos los días en contra de la gente común y corriente, la gente que no pertenece a la esfera del poder político, señalaron durante la presentación de la obra periodistas como Virgilio Caballero y Estela Livera.
El texto, que contiene el análisis sobre la actuación de los medios poblanos en el seguimiento mediático al caso de Lydia Cacho, revela también la falta de compromiso y proclividad hacia el poder por parte de directores de medios y algunos periodistas que recibieron dinero, prebendas y acabaron por sumarse al discurso oficial en favor del mandatario poblano, Mario Marín, consideró la politólogo Denise Dresser al intervenir ayer en la presentación de la obra en la que estuvo presente Lydia Cacho.
Otra de las aportaciones tiene que ver con la falta de profesionalismo en el sector de la prensa y los medios de comunicación nacionales, y la inequidad en el trato hacia las mujeres.
Estela Livera brindó cifras y un diagnóstico sobre esta situación al recordar que las diferencias entre hombres y mujeres siguen siendo abismales y se reflejan en datos como el otorgamiento de concesiones de Radio y Televisión, en donde de mil 200 permisos de operatividad sólo el 2 por ciento son para mujeres.
En las redacciones y en los medios de información en general, siguen privando los abusos y las diferencias de género, se sigue viendo a la mujer como un ser bonito, tranquilo, amable, sumiso, dispuesto para servir e incapaz de lograr grandes metas, dijo la periodista.
En el caso de Lydia Cacho, el seguimiento periodístico hecho en el estado de Puebla permite ver la forma en que los operadores del gobernador de esa entidad, Mario Marín, presionó, manipuló, repartió dinero e hizo todos lo posible por detener notas y bajarle el perfil a lo que se dijera o escribiera en torno al caso, recordó.
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