Visita el integrante de la OPIM en la cárcel de Ayutla; su lucha no debe terminar en la prisión
FRANCISCA MEZA CARRANZA (Enviada)
Ayutla, 1º de mayo. El obispo de la Diócesis de Saltillo, Coahuila, Raúl Vera López, ofreció al indígena me’phaa Raúl Hernández Abundio “trabajar muy duro” para que salga de la cárcel de Ayutla, en donde está recluido desde hace dos años, y le dijo que no está solo, pues hay muchas personas que lo apoyan, por lo que sostuvo que se presionará al gobierno para liberarlo y hacer justicia.
Acompañado por integrantes de la asociación Década contra la impunidad, Taller de Desarrollo Comunitario (Tadeco) y el centro de derechos humanos Tlachinollan, el obispo Vera visitó a Hernández Abundio en la prisión. Ahí intercambiaron información sobre el caso que lo mantiene preso.
Con Obtilia Eugenio Manuel, dirigente de la Organización del Pueblo Indígena Me’phaa (OPIM), en una reunión que duró media hora, Raúl detalló al obispo la acusación que hicieron en su contra para detenerlo y las amenazas de muerte de las que ha sido víctima, incluso en fechas recientes.
Narró que todo ello es consecuencia de los señalamientos que hizo contra los caciques de la comunidad que se apoderan de la madera, pues luego de eso le fabricaron el delito.
Acusó que de manera reciente integrantes de un grupo paramilitar se apoderaron del terreno que ocupa para sembrar y subsistir, y les advirtieron que no hicieran nada al respecto porque les podría ir peor y hasta los amenazaron de muerte.
Aseveró ante el obispo no haber matado a nadie y que si está ahí es porque el gobierno busca mantenerlo preso, y reprochó que los verdaderos delincuentes estén libres.
Vera López sostuvo que Hernández no estaba solo, pues hay muchas personas que lo apoyan; dijo que su lucha no debe terminar sólo porque esté detenido.
Dijo que con lo platicado se dan cuenta cuál es el verdadero problema y por qué el gobierno lo quiere mantener tras las rejas, por lo que anunció darle seguimiento al caso.
Los visitantes dejaron a Raúl dos libros y un documento sobre derechos humanos; por su parte, él le regaló al obispo un monedero de los que aprendió hacer en el reclusorio.
El abogado de Tlachinollan Vidulfo Rosales Sierra afirmó que el caso de Raúl tiene tintes políticos, porque hay irregularidades en el proceso, además de que no hay pruebas fehacientes de que fue él quien asesinó al informante del Ejército.
Dijo que Amnistía Internacional (AI), organización que lo adoptó como preso de conciencia, ha examinado el caso y sostiene que no existen pruebas que prueben el delito, y sin embargo Hernández continúa preso.
En entrevista posterior, el obispo dijo que la situación de Raúl es un cliché del gobierno, que criminaliza a los líderes para perseguirlos, pues tiene la idea que al encerrar las voces en prisiones o eliminarlas mediante asesinatos como, afirmó, fue el caso de Raúl Lucas y Manuel Ponce, se solucionarán los problemas, lo cual no ocurrirá.
“Nosotros estamos viendo que padecemos las consecuencias de una clase política ambiciosa de poder y de dinero, que se colude con la mano en la cintura con los narcos, que se colude con las empresas y que quiere poner a disposición de quienes hacen mucho dinero con los recursos naturales, esos recursos que pertenecen a todos los mexicanos”, aseveró.
Cultura de la impunidad
Dijo que durante los ocho años que estuvo en este estado observó la cultura de la impunidad que persiste y que le permite al Estado cometer toda clase de abusos contra las personas.
“La irresponsabilidad de la función pública también aparece en el caso de Raúl, que se le imputa un crimen solamente porque es luchador social para privarlo de toda posibilidad de acción a favor de su pueblo, y que además no solamente a él, sino a los otros luchadores sociales que están tratando de frenar los abusos del cacique que maneja la cuestión de la madera y otros asuntos. Eso también denota la irresponsabilidad en la función pública, cómo es posible que las cosas las quieran arreglar abriéndole el paso a los abusivos, y castigando y actuando de manera impune e irresponsable, creándole delitos a quienes tiene pensamientos rectos respecto a la justicia”, puntualizó.
Dijo que en esos casos no existe idea de lo que es la verdadera vocación política ni de lo que significa ser funcionario púbico, pues los gobernantes sólo aceptan los puestos movidos por la ambición, con lo que se desecha la ética y se actúa deliberadamente contra la ley y todos los principios, lo cual es muy grave porque significa muerte o retraso.
Luego de visitar a Hernández, el obispo de Saltillo se reunió con integrantes de la OPIM en sus oficinas, en donde le expusieron las condiciones en las que trabajan los defensores de los derechos humanos en la entidad.
El ex dirigente de la organización, Cuauhtémoc Ramírez, señaló al gobierno de trabajar con grupos de narcotráficantes pues dijo que ellos son los que “hacen la limpieza”.
Aseguró que los narcotraficantes fueron los que mataron a sus compañeros (Raúl y Manuel), y que recientemente agarraron a unos de sus cómplices y los entregaron a la policía.
Fuente: La Jornada de Guerrero
Difusión: Soberanía Popular
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