jueves, 8 de octubre de 2009

Una pausa antes de continuar


Fuente: La Jornada de Oriente (Tlaxcala)

Iván Farías

Qué vamos a hacer, dónde va a quedar la esperanza si los viejos soñadores van cayendo uno por uno, irremediablemente. A quién echarle la culpa. ¿A la muerte? Si su paso es inexorable. ¿A las enfermedades? Si todos somos de carne y deseo y la carne se hace vieja y el deseo va perdiendo fuerza. ¿A los viejos dictadores? Que hicieron que nuestros soñadores sufrieran el exilio, la muerte y desapariciones de sus familiares.

Sólo podemos echarnos la culpa nosotros, que nos morimos antes, que dejamos de creer, que permitimos dejar de volar y de gozar con una frase y la promesa de un mundo mejor.

Qué vamos a hacer si los viejos soñadores se van uno a uno aquejados del mal del olvido. Si el mar de Cuba ya no calienta los pies de Reinaldo Arenas, si Montevideo ya no oye los pasos cansados de Benedetti, si La Negra Sosa ha dejado huérfano el Festival de Cosquín. Estas dos muertes, en tan poco tiempo, han ensombrecieron tanto el camino. Al hacer el merecido recuento de las luces me doy cuenta que nos quedan tan pocas ventanas a donde arrimarnos.

Porque es cierto que con tenacidad han ido terminando con nuestras esperanzas. Ya no podemos tocar nada sin el riesgo de contagiarnos de “algo” –desde influenza hasta esa “terrible enfermedad” que producen las ratas sobre los envases de aluminio de los refrescos. Los riesgos de “coger” porque podemos contagiarnos de algo: Sida o herpes.

El hecho de compartir fotos o hablarle a algún amigo se ha convertido en un riesgo potencial de ser secuestrado.

Extraño cuando podías hablar por teléfono y confiar en el tipo amable que te saludaba en elmetro. Ahora todos son enemigos potenciales, portadores, ladrones o secuestradores. El mundo tiene miedo y nos piden que nos recluyamos en nuestra casa.

Extraño los días en que había un sueño y uno podía hablar libremente sin que ofendieras a los negros, a las mujeres o a los gays. Por eso, un saludo Mercedes Sosa. Tú ya estás en un lugar mejor.

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