jueves, 30 de julio de 2009

'Mi hijo Brian Alexander no murió, lo mataron los gobiernos'


Fuente: La Jornada de Zacatecas

Redacción

Silvia Núñez Esquer

A Lilian Cristina García el año 2009 no la trata bien. Sin tregua para un respiro, ha ido de pérdida en pérdida. Este año se ha llevado a dos de sus hijos, y también perdió su trabajo, todo derivado de su condición de madre trabajadora.

Como empleada de Telas Parisina, sucursal Sendero, tuvo un parto prematuro de 32 semanas de gestación, el 17 de marzo. Dados los esfuerzos exhaustivos que realizaba para desempeñar sus labores, a Cristina no le queda duda de que fue accidente de trabajo.

El 12 de ese mes fue incapacitada, y debió regresar a trabajar el 16 de marzo, pero dado lo delicado de su estado, el doctor no la dejó regresar. Su hijo, a quien registró como José Miguel, murió a los 10 días de nacido. Poco después, el 5 de junio, su pequeño Brian Alexander, dejó de existir asfixiado y quemado en la guardería ABC.

Un giro de 360 grados ha dado su vida desde entonces, pues la depresión que la agobia no la ha dejado regresar a sus ocupaciones cotidianas. Hoy igual marcha en las calles con el Movimiento 5 de Junio, integrado por familiares y activistas de derechos humanos, que se convierte en elocuente oradora en los mítines que se realizan al concluir.

En sus discursos, Cristina García ha tratado de equiparar la tragedia de la guardería ABC con otros agravios sociales para exigir que la negligencia, corrupción, tráfico de influencias e irresponsabilidad que produjeron el siniestro sean castigados de forma ejemplar.

Así, ha propuesto que tal como renunció el gobernador Biebrich en 1975, por la matanza de campesinos en el municipio San Ignacio Río Muerto, al sudoeste de Sonora, con el asesinato por omisión de 49 niñas y niños amerita que el gobernador Bours renuncie a su cargo.

Días, meses o hasta años está dispuesta a esperar y luchar para encontrar justicia por la muerte de su hijo. Le queda claro que la pérdida en marzo de su recién nacido o la muerte del hijo en la guardería ABC son indiferentes para la empresa para la que prestaba sus servicios.

En la actualidad es una mujer desempleada, pues Grupo Parisina SA de CV la dio de baja en el Seguro Social, razón por la que se percató de que había sido despedida. “Sinceramente lo que a ellos les mueve es el dinero, lo único que recibí es una patada en el trasero”, afirma.

Ni siquiera le brindaron una palabra de aliento, ningún apoyo moral ni de otro tipo, es su queja. Sólo el despido injustificado fue el pago por sus servicios. Hoy está claro que las condiciones de trabajo de esa empresa no eran las más aptas para su estado de embarazo de seis meses, por lo que entablará una demanda por la pérdida, al igual que por el despido.

El centro comercial Sendero es una de las instalaciones que ofrece la modalidad de opción múltiple de giros comerciales, incluido un complejo de cines. Dentro de sus negocios cientos de trabajadoras a diario acuden a prestar su fuerza de trabajo en jornadas extenuantes, muchas de ellas habiendo llevado a sus hijas e hijos a alguna de las guarderías aledañas.

Cristina no es la única madre trabajadora de ahí que perdió algún hijo en la guardería ABC, subrogada del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), pues por su cercanía, en Sendero trabajan otras que sufren la misma pena.

Hasta marzo de este año, desde la colonia Cuauhtémoc, Cristina trajinaba con su embarazo creciente, y de la mano llevaba a su hijo Brian hacia la guardería ABC. Esa temporada hoy es sólo un recuerdo, que la dejó el 5 de junio con las manos vacías al morir también su hijo de 2 años y medio.

Por su parte, Nicole, de 8 años, también ha pasado la experiencia de perder a dos hermanos en un lapso de tres meses. No hay palabras que expliquen a una niña cómo es que en tan corto tiempo pierde a dos hermanos.

Acompañando siempre a su madre, Nicole sobrevive a la tragedia tratando de entender el cambio brusco de vida que les ha dejado 2009 y las pésimas condiciones de la seguridad social en México para las trabajadoras.

Cristina es otra de las madres que fue usuaria de la guardería ABC desde que su hijo Brian tenía 42 días de nacido. Con esa confianza hacia el personal, cuenta que hizo notar en repetidas ocasiones a la anterior directora del plantel su preocupación por la lona bajo el techo y las razones para su instalación, lo que preguntó varias veces.

Un calor inmenso es como describe el ambiente en esa sala de usos múltiples bajo la lona multicolor, que a diario soportaban las y los niños. De forma irónica, por recomendación de una conocida a quien le resultaba un buen servicio llegó a ser usuaria.

Vivir en el sur de la ciudad, contar con familiares como su abuela y su tía en ese sector, y la cercanía de su centro de trabajo, la guardería ABC siempre fue su mejor opción. En menos de tres meses Cristina ha enterrado inesperadamente a dos hijos.

A diferencia de otras empresas que apoyaron a sus empleadas en el duro trance, Telas Parisina ha reaccionado con la baja de Cristina del Seguro Social. Y si antes no había pensado en demandar por el accidente de trabajo de marzo, hoy es una convencida de que hacer valer sus derechos es la mejor forma de honrar la memoria de ambos hijos.

Como otras madres y padres, hoy exige resultados. Ya no habla de servicios, sino de derechos. Ya no pide favores, sino que solicita el cumplimiento de las prestaciones.

Finalmente, quien despertó de golpe a la militancia ciudadana, sin titubeos, hace una advertencia de que si a ella o a su hija le pasa algo, responsabiliza directamente al gobierno del estado y a los dueños de la guardería, pues son a quienes más ha enfocado su denuncia pública.

Ejemplo de esto es cuando en una intervención frente al micrófono, Cristina García retó al gobernador diciendo: “mi hijo no se murió, a mi hijo lo mató el gobierno federal, estatal y municipal. Si el gobernador nos quiere dar ayuda solidaria a cambio de venderle los derechos de la demanda contra el IMSS, le cambio la tortilla: le doy ese dinero y usted deme a su hijo”.

A la fecha Cristina no come ni duerme bien, siente mucha presión encima de sus hombros, le duele constantemente la cabeza, pero reconoce que cada vez más se fortalece como ciudadana.

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