lunes, 22 de junio de 2009

Se enfrentan comuneros de Zumpango con precaristas por 34 hectáreas de tierra

Campesinos bloquean vía federal y queman 14 casas de los invasores del Tepetlayo

Fuente: La Jornada de Guerrero


Calma los ánimos el compromiso con el alcalde Pérez Leyva de una reunión el martes

MARGENA DE LA O

Zumpango, 20 de junio. Invasores del predio Tepetlayo se liaron a golpes con comuneros de Zumpango cuando intentaron desalojarlos de las 34 hectáreas que son consideradas como una reserva ecológica, aunque no pudieron evitar que les derribaran y quemaran 14 de sus casas.

La jornada de protesta inició a las 9:15 horas, cuando unos 500 comuneros y habitantes de Zumpango bloquearon la carretera federal Chilpancingo-Iguala, a la altura del predio invadido, es decir a unos seis kilómetros de distancia de la capital, exigiendo que las 350 familias abandonaran las tierras comunales.

El bloqueo provocó que se formaran interminables filas de vehículos en ambos sentidos, mientras el alcalde de Zumpango, Modesto Pérez Leyva, trataba de llegar a un acuerdo con los comuneros, encabezados por David Adame, y precaristas, liderados por Luis Ortiz Donato; el ofrecimiento fue una reunión el próximo martes, a las 5 de la tarde, en el ayuntamiento.

En todo momento se observó la presencia de unos 40 policías, entre estatales y municipales.

Antes de retirarse, el alcalde aseguró que la invasión viola la ley, porque los Bienes Comunales la declararon como una reserva ecológica, y señaló que este asunto que se está tratando legalmente, y que las autoridades pertinentes habrán de actuar en consecuencia.

Aunque no adelantó si desalojarán a las familias, afirmó que es un asunto que ya determinan la Semarnat y Profepa.

La espera de los automovilistas fue larga, pues en las tres horas que duró el bloqueo, sólo en dos ocasiones los comuneros permitieron que algunos vehículos pasaran en ambos sentidos. El simultáneo claxon ensordecedor de los vehículos varados imperó al igual que las caras largas, como la de diputada priísta, Silvia Romero Suárez.

A través de sus consignas, los comuneros advertían a los invasores que los desalojarían. Asimismo, los precaristas se defendían argumentando que ellos pagaron en efectivo al presidente de Bienes Comunales de Zumpango, Raúl Rosales Basilio, por esas tierras.

El encontronazo

Alrededor de las 12:15 horas, los comuneros se retiraron de la carretera, obligados por la rabia de los precaristas, que se encontraban atrincherados en la puerta de rejas del asentamiento irregular.

El perímetro del acceso al asentamiento fue cercado con barras de concreto por los comuneros, con la ayuda de los trabajadores que reparaban la carretera federal. Los invasores soltaron carros particulares sobre los muros en un intento de derribarlos.

En seguida, los primeros intercambios de manotazos y empujones, que alcanzaron al reportero gráfico de La Crónica y Ecos de Guerrero, Tedomiro Ortega de la Cruz, incluso un grupo de comuneros le arrebataron su cámara y la tiraron al vacío de un barranco. No obstante, se fijó un compromiso de que se la repondrían.

Parecía que todo había quedado ahí. Daban las 13 horas. Los inconformes cavaban una zanja delante del cerco, para evitar que los vehículos de sus contrarios derribaran los muros, una avalancha humana se volcó sobre ellos, respondieron y se armó la trifulca en la que salían disparados cualquier tipo de objeto.

Con la ayuda de maquinaria, los comuneros entraron violentamente al predio y comenzaron a derribar las casas hasta completar siete. Otro grupo roció gasolina sobre otras siete y les prendió fuego hasta consumirse.

La gente corría para todos lados, por momentos no se sabía a qué grupo pertenecían. Entre la confusión, se escuchaban los gritos pidiendo que no destruyeran sus casas de madera y cartón, pero todo fue inútil.

Los policías permanecían ahí, como al principio, sin hacer nada, sólo observaban.

Entre la multitud, una señora era asistida por paramédicos de la Cruz Roja Mexicana, se pudo observar con varias lesiones, al igual que varios de los precaristas.

No hay comentarios: