Oaxaca. El conflicto limítrofe entre San Mateo Yucutindoo y Santiago Textitlán cobró otras dos vidas luego que fueron emboscados dos indígenas, quienes se suman a la lista de crímenes que se han cometido en la Sierra Sur, informó el responsable jurídico de Servicios del Pueblo Mixe, Hugo Aguilar Ortiz.
Según el representante comunal de Santiago Amoltepec, Maximino Velasco, la noche del lunes pasado habitantes de San Mateo Yucutindoo emboscaron y asesinaron a Marcos Roque Roque y a su hijo Maximino Roque López cuando éstos regresaban de sus parcelas.
"Como ha ocurrido en otras ocasiones, los responsables de estos hechos se dieron a la fuga, y todo parece indicar que no serán castigados, pues la Procuraduría de Justicia únicamente limita su labor a levantar el cadáver y ordenar se nos expida el acta de defunción", se quejó Velasco Hernández.
En una carta enviada a las autoridades federales, estatales y de derechos humanos, las autoridades comunales denunciaron que, en Amoltepec, "quedarse quieto significa morir de hambre por la pobreza, pero también salir en busca de comida implica morir perforados por las balas.
"Por nuestra parte, habremos de levantar a nuestros muertos, darles sepultura en medio de nuestro dolor y pobreza, pero no podremos dar a los ofendidos la esperanza de que se hará justicia a quienes fueron acribillados cuando buscaban su sustento diario", añadieron en la misiva.
Aparte, Maximino Velasco hizo un llamado a sus vecinos de San Mateo Yucutindoo para dejar a un lado la violencia y establecer una mesa de conciliación, pues "no queremos un muerto más".
Recordó que el conflicto agrario se agravó luego de la intervención del Tribunal Unitario Agrario de Oaxaca, que en 1999 emitió una sentencia "injusta, ilegal y totalmente absurda", ya que ocasionó que se adjudicara a San Mateo Yucutindoo el "cerro Amole", que dio nombre y fundación a Santiago Amoltepec.
Según el representante comunal de Santiago Amoltepec, Maximino Velasco, la noche del lunes pasado habitantes de San Mateo Yucutindoo emboscaron y asesinaron a Marcos Roque Roque y a su hijo Maximino Roque López cuando éstos regresaban de sus parcelas.
"Como ha ocurrido en otras ocasiones, los responsables de estos hechos se dieron a la fuga, y todo parece indicar que no serán castigados, pues la Procuraduría de Justicia únicamente limita su labor a levantar el cadáver y ordenar se nos expida el acta de defunción", se quejó Velasco Hernández.
En una carta enviada a las autoridades federales, estatales y de derechos humanos, las autoridades comunales denunciaron que, en Amoltepec, "quedarse quieto significa morir de hambre por la pobreza, pero también salir en busca de comida implica morir perforados por las balas.
"Por nuestra parte, habremos de levantar a nuestros muertos, darles sepultura en medio de nuestro dolor y pobreza, pero no podremos dar a los ofendidos la esperanza de que se hará justicia a quienes fueron acribillados cuando buscaban su sustento diario", añadieron en la misiva.
Aparte, Maximino Velasco hizo un llamado a sus vecinos de San Mateo Yucutindoo para dejar a un lado la violencia y establecer una mesa de conciliación, pues "no queremos un muerto más".
Recordó que el conflicto agrario se agravó luego de la intervención del Tribunal Unitario Agrario de Oaxaca, que en 1999 emitió una sentencia "injusta, ilegal y totalmente absurda", ya que ocasionó que se adjudicara a San Mateo Yucutindoo el "cerro Amole", que dio nombre y fundación a Santiago Amoltepec.
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