Fuente: El Volador
NODO DE DH
En las elecciones que se avecinan, no nos preocupan los resultados ni las promesas vacías que distinguen a las campañas electorales. Lo que sí nos indigna es que quienes reprimen, torturan, violan y matan tengan el descaro de pretender representar al pueblo cuando representan todo lo que está mal en nuestro país.
Ya tenemos un Gober Precioso, y ahora se nos presenta como candidato a diputado federal del PRI por el distrito de Huauchinango, a uno de los principales represores de Atenco y Oaxaca: al mando de la Policía Federal Preventiva (PFP) ordenó los operativos más brutales en la historia reciente, que resultaron en mujeres y hombres torturados y violados, en muertos y desaparecidos. Nos referimos a Ardelio Vargas Fosado, de las familias más temidas en la Sierra Norte: sus tíos eran caciques de esa región, pistoleros, y su familia se hizo de tierras amenazando campesinos con comprárselas a ellos o “a sus viudas”.
Fue presidente municipal de Xicotepec de Juárez entre 1987 y 1990 y su gestión se distinguió por la violencia. Fue director del Centro de Investigaciones y Seguridad Nacional (CISEN) entre 2000 y 2005 y fue delegado de ese mismo centro en Chiapas. Posteriormente, fue director de la PFP y de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) cuando el narcotráfico tuvo enorme expansión y se dieron las brutales represiones de Atenco y Oaxaca.
¿Cómo es posible que se pretenda hablar de democracia si quienes gobiernan y pretenden gobernar son gatilleros y asesinos?
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