Fuente: La Jornada de Zacatecas
Redacción
Por Leticia Puente Beresford/corresponsal
En Estados Unidos se registra un doble lenguaje sobre el tema migratorio: por un lado, la administración de Barack Obama habla de reforma migratoria con vía a la documentación; por su parte, la policía del estado de Nueva Jersey hace mal uso e incorrecta aplicación de la Regla-Interrogatoria Migratoria.
Oficiales policiacos en Nueva Jersey “cuestionan el estatus migratorio de conductoras y conductores y de las y los pasajeros latinoamericanos en su mayoría; de mujeres y hombres que caminan por las calles, incluso de víctimas de crímenes”.
“Detienen a esas personas, las reportan a las autoridades federales migratorias, las encarcelan por varios días, sin que medien cargos criminales”, denuncia el estudio de Seton Hall Law School.
El periódico The New York Times informa lo anterior en su edición de ayer y precisa que “la información sugiere la existencia de una tendencia que distorsiona y es atentatoria racialmente por la policía de Nueva Jersey”, según la abogada Bassina Farbenblum, del Center for Social Justice, quien además detalla 68 casos registrados en los últimos nueve meses.
Explica que la gente es cuestionada acerca de su estatus migratorio, al parecer por ninguna razón o después de que cometió una infracción menor, como pasarse una señal de alto, sin que esté de por medio que manejen en estado de ebriedad o usen documentos falsos.
Esa medida fue aprobada por la abogada general estatal, Anne Milgram, en tanto que el vocero de la dependencia, David Wald, revisará los casos citados después de preguntar al Center for Social Justice, dice el rotativo, al agregar que en el estudio no se reportan nombres porque resguarda las identidades de las personas involucradas.
“Aceptamos las imputaciones del Centro, pero nosotros cuestionamos sus conclusiones”, señala Wald, “no creemos que la policía de Nueva Jersey arresta personas sólo por aplicar las leyes de migración federal”.
El camino legislativo
En tanto, la administración de Obama impulsa un camino legislativo para legalizar el estatus migratorio de millones que están en este momento vulnerables a la deportación. Pero el reporte del Centro denuncia la diferencia entre el cambio de tono de la política migratoria de Washington y lo que realmente pasa.
Entre los casos citados, está el de oficiales policiacos de la estación de tren de Camden, que después de preguntar por el boleto de pasaje a una persona de procedencia latinoamericana, quien no pudo mostrárselos, fue arrestada y detenida por siete días.
Posteriormente fue turnado a Immigration and Customs Enforcement. El departamento de policía de Camden no regresó la llamada a la periodista del New York Times, Nina Bernstein, para comentar el caso, dice la nota del rotativo. Otro hombre sufrió lo mismo y fue trasferido a la autoridad federal migratoria, luego de permanecer cuatro meses detenido por conducir sin licencia de manejo.
El New York Times también señala el caso de una mujer argentina, quien después de mostrar su licencia de manejo de su natal Argentina, en un punto de revisión fue detenida. Fue turnada con agentes federales migratorios, pese a que el juez le dijo a la mujer que no había cometido infracción alguna o delito que le persiguiera.
Nueva Jersey es un estado en el que con frecuencia se manifiesta el racismo, de acuerdo con críticos, jefes policiacos y defensores de migrantes. Incluso ya se ha solicitado la modificación de esa reglamentación porque crea confusión y trato inadecuado.
Sin embargo, la abogada general del estado dice que esa norma ayuda a mantener en custodia a criminales peligrosos, dado que las críticas son especulaciones basadas sólo en anécdotas. Incluso ha llamado a los defensores a modificar sus suposiciones por “evidencias reales de cometerse abusos”.
De los 68 casos que muestra el estudio, 65 corresponden a personas de origen latinoamericano. Otros involucran a ciudadanos y ciudadanas de España, Haití y Kazakhastán, indica Farbenblum. Una mujer le dijo al Center for Social Justice que ella llamó a la policía en busca de protección por sufrir violencia doméstica, y sólo logró que esa instancia llamara a la agencia federal migratoria.
Otro caso es el de una persona que perdió su pasaporte, por lo que fue detenida por 16 días, ya que le encontraron boletas de pago de infracciones automovilísticas no pagadas. Eso ocurrió en Mount Holly y lo turnaron con agentes migratorios. La policía tampoco atendió la llamada de la periodista.
Por lo pronto cerca de 10 mil personas han sido trasferidas por oficiales policiacos a Immigration and Customs Enforcement, pero sólo mil 417 han violado la ley migratoria, citan datos oficiales, y muchos de los casos han resultado recaer en residentes o ciudadanas y ciudadanos estadunidenses.
El caso de Eber González, ciudadano guatemalteco, es reportado por Latin American Legal Defense and Education Funds. El dio una vuelta en “u” no permitida, no se le encontró récord criminal, pero fue enviado a la cárcel después de haber pagado 300 dólares de multa.
Lo trasfirieron a custodia de migración por sospecha aparente de permanecer en el país con vencimiento de visa, y está en espera de que un juez migratorio resuelva su caso.
Por su parte, un vocero de Immigration and Customs Enforcement, Harold A. Ort, indicó que la agencia no ha visto el reporte. Destacó que la agencia prohíbe discriminación racial, en tanto, la secretaria Janet Napolitano ha ordenado una revisión de esas iniciativas migratorias.
Así está el escenario migratorio, sin embargo, al llamado de Obama para abordar la reforma migratoria se sumaron dos importantes federaciones de sindicatos del país: AFL-CIO y Change to Win. (CIMAC)
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