martes, 14 de abril de 2009

Sólo las semillas criollas han respondido a las necesidades de los productores poblanos, indicó Espinosa Limón


Fuente: La Jornada de Oriente (Puebla)

TANIA DAMIÁN JIMÉNEZ

“El maíz tiene futuro en el país, es la base de la alimentación y la garantía de la paz social”, indicó el presidente del Consejo de Productores de Maíz del estado de Puebla, Carlos Espinosa Limón, quien se pronunció en contra de la siembra del maíz transgénico porque las semillas criollas han respondido a las necesidades de los productores.

En cambio, el maíz transgénico representaría un mayor gasto para los campesinos, al tener que comprar las semillas, así como no se cuenta con la seguridad de que su siembra traerá beneficios, agregó.

“Como productores hemos establecido que el cultivo del maíz transgénico nos perjudicará porque habrá daños a la economía y se perderán las variedades que los campesinos han sembrado durante cientos de años”, dijo.

El dirigente de los maiceros a nivel local subrayó que en la entidad las semillas criollas les han funcionado “muy bien”. Mientras, el maíz híbrido no ha logrado introducirse en la entidad debido a su mínima productividad en condiciones de temporal y previó que sucederá lo mismo con el transgénico.

En el estado hay 64 variedades de maíz criollo, las cuales se siembran en las diferentes regiones, y las mismas no se pueden cambiar de lugar porque cada una está adaptada de acuerdo al clima y al tipo de suelo.

Las semillas criollas son las únicas que se han podido adaptar a la agricultura de temporal que se practica en el estado, la cual representa el 85 por ciento del total de las siembras de este alimento. Los productores poblanos cultivan el maíz en época de lluvia –es decir de abril a octubre–, a fin de garantizar las cosechas. El promedio de la producción que se obtiene es de 1.7 toneladas por hectárea.

“Para sembrar las semillas transgénicas requerimos que exista una garantía de que no nos perjudicará, pero pasarán los años y ese respaldo no llegará. No es que estemos en contra del cambio tecnológico, pero tenemos que asegurarnos que los cambios no dañen”, explicó.

Espinosa Limón dijo que lo que se requiere es sembrar las mejores semillas criollas, así como capacitar a los productores para la siembra de este grano. Añadió que hace falta que existan más técnicos que apoyen a los campesinos con el fin de incrementar la productividad, ya que con el aumento de los insumos ya no es rentable este cultivo.

En la entidad poblana, unas 300 mil familias dependen directamente del cultivo del maíz, las cuales siembran el grano en 600 mil hectáreas. El precio de la tonelada en el mercado es de 3 mil pesos, y el costo de producción es de 2 mil 400 pesos.

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