martes, 14 de abril de 2009

Jerarcas católicos rinden culto a los banqueros, critica filósofo

“Sólo los creyentes marginados conservan los principios y valores morales”

Fuente: La Jornada de San Luis


Al interior de la iglesia católica, existen grupos con objetivos totalmente diferentes, y uno de ellos se caracteriza por que pretende convertir a la fe en un negocio. Así lo consideró Fernando Buen Abad Domínguez, quien es doctor en filosofía y ha sido colaborador de los gobiernos de Hugo Chávez y Evo Morales.

En entrevista para La Jornada San Luis, habló sobre la relación que tiene la cultura con la religiosidad, en especial aquellas actividades que tradicionalmente se desarrollan año con año en la ciudad de San Luis Potosí. Consideró que es muy difícil separar la religión de la cultural, situación que pasa no sólo con la religión católica si no con todo tipo de religiones.

“La cultura es un concepto muy amplio, y sin duda la religión también es parte de ese enorme universo; por ejemplo, en San Luis existen cientos de miles de católicos, y en ese sentido muchas actividades culturales que se realizan van a estar siempre permeadas por la religión”, comentó.

Señaló que la religión católica en México muestra dos características diferentes: la primera es la cultura de los creyentes, llena de principios éticos y valores morales que la misma religión impone, y la segunda, es la cultura del sector de los lideres de las iglesias, que son condescendientes y serviles a los grandes explotadores del mundo.

“A mi parecer existen una iglesia, o mejor dicho, un comportamiento social del pueblo, cuyo perfil, sabor o encanto, de debe a que los pobres buscan la fraternidad la hermandad y la solidaridad, y no como sus líderes cuyo comportamiento es rendir culto a los grandes banqueros”, manifestó.

Por ultimo, dijo que en San Luis Potosí existe una diferencia de clases muy notoria, lo que permite percibir con mas claridad la existencia de un grupo al interior de la iglesia católica que se caracteriza por pretender convertir a la fe en un negocio.

“Lo que percibo es que a la iglesia sólo le interesa convertirse en un negocio, mientras que a la clase política también busca aprovecharse de las necesidades de los creyentes solo para obtener votos. Esta dicotomía de clases se notó con mas claridad en días pasados; vemos en toda la ciudad muy pocos autos importados demasiado caros, comparado con cientos de miles de personas que tienen la necesidad de usar camiones, por ejemplo, además de muchos otros que no tienen empleo y ni qué comer. A los jerarcas católicos aún no les queda claro el papel que las religiones juegan respecto a la solución de las problemáticas sociales”, concluyó

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