martes, 3 de marzo de 2009

Que el Ejército persiga a narcotraficantes pone en riesgo a la población civil: Taibo II



YADIRA LLAVEN

“En menos de dos años, la guerra contra el narcotráfico ha dejado más de 7 mil 500 muertos. Esta situación imperdonable que no tiene ritmo de desaparición ni freno ha desestabilizado violentamente a varias ciudades fronterizas, donde hay toque de queda después de las 8 de la noche. Ya nadie sale a cenar, por miedo a las balaceras. Y así, así… México se ha vuelto un país donde frases malditas generadas en EU, como bombas accidentales, bajas colaterales, empiezan a sonar cotidianamente”.

Esta es la opinión del escritor, periodista y activista social Paco Ignacio Taibo II de la actual situación económica, política y social del país, vertida en una entrevista que concedió a La Jornada de Oriente, previo a la presentación de su reciente libro Tony Guiteras, un resumen de la historia de la revolución cubana de 1933–34.

–¿Cuál es su opinión de la crisis que flagela a México por su dependencia económica de Estados Unidos?

–Me parece, como siempre, muy graciosa: la crisis se produce en Estados Unidos y el peso se devalúa en México. Es contradictorio, pues en toda lógica y todo sentido si los Estados Unidos están en crisis profunda, la economía mexicana no debería de ir en picada. En el último de los casos, estamos tan pegados a ellos, que debería mantener el ritmo de devaluación frente al euro, pero contra el dólar.

“La única respuesta es que este país está lleno de especuladores canallas que ganaron su dinero en pesos y lo convirtieron en dólares para escaparse de este país y tener casa de Boca Ratón (Florida) y sus cuentas en Islas Caimán. Es una burguesía ñoña y pendeja: además, ni siquiera casas bonitas hacen en Miami.

“Hoy –el viernes– una noticia en La Jornada, que es el periódico que leo todos los días, me dejó muy inquieto. En la contraparte del diario decía: ‘0.19 por ciento de los mexicanos controla un tercio de la riqueza de todo el país’. Eso ni en la Rusia de los zares. Alguien está cocinando las condiciones materiales para que este país explote, y luego que no se hagan pendejos y digan: yo no fui”.

–¿Y en realidad qué pasa con el tema del combate al narcotráfico en México?

–Tengo muy clara mi opinión, porque lo advertí hace 15 años en un libro que se llama Sueños de fronteras, que especulaba que este país estaba mutando desde su franja norteña y que existía una doble realidad: la primera es la combinación entre funcionarios priistas de alto nivel y narcotraficantes, la desaparición del peso del cártel de Medellín y su sustitución por el cártel de Cali, la conversión de los narcos mexicanos de “mariguaneros a cocaineros”, lo cual les ponía millones de pesos en la bolsa, y el cambio de la situación que hacía de los narcos mexicanos ya no transportadores, sino traficantes.

“¿Qué hay?, –se pregunta y a la vez responde. “El señor que nos preside por azares del IFE (Instituto Federal Electoral) y no de la voluntad nacional, le quiso dar a la administración Bush, en los últimos años, un regalo. Lo que tantas veces le había pedido: le vamos a hacer la guerra contra el narco en México, pero no se le ocurrieron varias cosas.

“En primera, para hacer una guerra contra el narco debe haber un pacto claro con el gobierno estadounidense, que significa el cierre de fronteras, presión del otro lado, y bloqueo del tráfico de armas. Si no, el narco se te va a armar desde arriba, de manera pasmosa y peligrosísima, en un país donde el tráfico de armas es algo tan común y corriente.

“No lo negoció. Tan no lo negoció, que después de un año, en 2008, dijo: ‘vamos a pedir que se detenga el tráfico de armas’. ¡Que güey! De tal manera que en México creó una situación en la que nosotros poníamos los muertitos y los gringos la sonrisa. Agitó un avispero.

“Cuando vas a una guerra contra el narcotráfico tienes dos problemas originales de alta importancia: se necesita un trabajo previo de inteligencia potente que te diga quién es quién, y dónde están… tampoco hay tanto misterio, en las comunidades de Sinaloa, Sonora y Jalisco te lo cuentan. Y por otra parte, es prioritario limpiar el Ejército, tener gente de confianza, y él tenía una policía extremadamente corrupta.

“Alguna vez un director de un periódico del norte me dijo: ‘para un narco sale más barato contratar un policía que entrenar un sicario’. Además, el policía tiene pistola y permiso para manejar (ríe).

“Tenía –Felipe Calderón– el equipo podrido, una ausencia de inteligencia, una serie de gobernadores priistas, principalmente, coludidos con el narco. Había campañas pagadas por el narcotráfico, todo mundo lo sabe; presidentes municipales, en cientos de lugares de este país, que han sido electos con el dinero del narco.

“¿Te lanzas así a una guerra? y el resultado es el esperado: 7 mil 500 muertos en menos de dos años. Esta situación no tiene ritmo de desaparecer ni freno, es interminable, sin solución. La demanda estadounidense de la droga permanece. Si desbaratas una banda de narcos siempre queda un jovencito que dirá: el jefe ya se fue, pero yo por un dinerito te la reconstruyo.

“En un país de penurias, no desmontó la estructura de los supermercados de distribución en Houston, en El Paso… y tiene toda la red, de allá, jalando cínicamente. Es una más de las metidas de pata de este señor que lleva ya más de 7 mil muertos, con un costo de desestabilización violenta, en varias zonas del país, sobre todo en la frontera, donde hay toque de queda después de las 8 de la noche, y ya nadie sale a cenar, por miedo a las balaceras.

“Cuando el Ejército no está acostumbrado a moverse en la población civil, se empiezan a crear situaciones verdaderamente peligrosas, como aquellos que iban corriendo, a quienes primero les dispararon y luego les preguntaron; la mujer embarazada que se brincó un retén, los campesinos que estaban cosechando y que de repente vieron llegar 40 soldados armados, se espantaron, corrieron, y les dispararon; y así, así, así… México se ha vuelto un país donde frases malditas generadas en Estados Unidos, como bombas accidentales, bajas colaterales, empiezan a sonar cotidianamente. Es imperdonable:”.

“¡Qué resumen más chingón me acabo de echar!: brinca del asiento y vuelve a reír, como sólo él sabe, a carcajadas.

–Y finalmente, ¿cómo ha visto la postura de Barack Obama en esta situación? ¿Qué opinón le merece?

–Hay que dejarlo, hay que verlo y hay que observarlo. Es un hombre colocado en el corazón del imperio, gobierna con las encuestas, pero tiene una virtud, que creo es importante y que hay que considerar cuando se analiza; tiene una base social debajo, que está presionando hacia la izquierda. Muy potentemente.

Fuente: La Jornada de Oriente (Puebla)

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