Chilpancingo, 2 de marzo. El presidente de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos (Coddehum), Juan Alarcón Hernández, consideró que para esclarecer la muerte de los indígenas na savi Raúl Lucas Lucía y Manuel Ponce Flores, se deberá integrar una fiscalía permanente con carácter autónomo, para que no haya influencia partidista o de gobierno.
Las fiscalías que se crearon –dijo– para investigar los hechos del 70 con la Guerra Sucia (Fiscalía Especial para los Movimientos Políticos y Sociales del Pasado), la muerte de Luis Donaldo Colosio Murrieta, la masacre de los 17 campesinos de Aguas Blancas, no han tenido éxito, por eso sugirió que ésta sea distinta, sin ligarla al sistema.
La propuesta de integrar una fiscalía surgió del gobernador Zeferino Torreblanca Galindo y el alcalde de Ayutla, Armando García Rendón, para desmarcar a sus gobiernos de la implicación en el doble asesinado de los dirigentes de la Organización para el Futuro de los Pueblos Mixtecos (OFPM), con el argumento de esclarecerlos.
Acerca de que sea la Procuraduría General de Justicia en el Estado (PGJE) la responsable de regular la fiscalía, comentó que esa sería otra lectura, por tanto, insistió, deberá ser “especial, permanente, pero con la participación de los diputados mediante debates y análisis”, sugirió.
El ombudsman guerrerense puntualizó en que de crearse la fiscalía, deberá garantizar a la opinión pública su efectividad, en la investigación de desapariciones forzadas de personas, y “casos graves” como la muerte de los na savi.
Exigió que se investigue a fondo y castigue a los responsables de estas muertes, “todos los organismos civiles se han unificado para luchar por los derechos indígenas, y nosotros no hemos unido a ellas”, apuntó.
Por otra parte, antes, refirió a que el mayor número que quejas que se presentan en la Coddehum relacionadas con el sector educativo, es por violación a los derechos escolares de los menores: el derecho a la educación, el maltrato físico de los niños, expulsión y discriminación por razones de credos religiosos.
Fuente: La Jornada de Guerrero
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