Rector la desdeña
MARGENA DE LA O
Chilpancingo, 2 de marzo. La justificación médica de que su hija está enferma, no le valió ante el director de la unidad académica de Ciencias Sociales, en Acapulco, José Luis Aparicio López, quien decidió levantarle una acta por abandonar supuestamente sus actividades como secretaria de Control Escolar, denunció Lucila Delgado Alvarez, quien atribuyó la represión a conflictos políticos.
Con desesperación, la trabajadora administrativa irrumpió en una conferencia de prensa que el rector Arturo Contreras Gómez ofreció en una sala que está junto a su oficina; su temor era perder el empleo y no tener la certeza de que su hija continúe el tratamiento.
Pero el rector, y sus funcionarios desestimaron la petición. Lucila Delgado pidió a Contreras que aceptara un documento donde detallaba su caso, pero éste se negó a recibirlo discutiéndole que había instancias y personal que la atendieran.
De un extremo se levantó de su asiento el secretario técnico, Bernardo Campos Espíritu, quien tomó el documento, y le discutió a la trabajadora que no lo había dirigido al rector, y por eso no podían solucionar su caso.
Preocupado por lo que pudieran pensar los reporteros que presenciaban la escena, exhibió el documento para que se cercioraran de que Delgado Alvarez no había hecho el trámite correcto. Sin ningún compromiso, ni alternativa de solución, Delgado se retiró. En tanto Contreras ofrecía disculpas por el incidente: “disculpen por el chou, esto no estaba previsto”.
Fuera de oficina, la trabajadora administrativa de la especialidad de Sicología denunció que en la institución las alumnas se quejan de ser acosadas sexualmente por el director que es afín a la corriente del rector, el Frente por la Reforma Democrática de la Universidad Autónoma de Guerrero.
Manifestó que la presión se intensificó después de las protestas que realizaron en Acapulco, donde denunciaron el exceso en las contrataciones unilaterales, que ni siquiera han dado respuesta a las necesidades de la institución, porque en su caso debería manejar máximo 300 matrículas, y controla 680. Denunció que al saberse incondicional del rector, el director subestima su queja.
Fuente: La Jornada de Guerrero
MARGENA DE LA O
Chilpancingo, 2 de marzo. La justificación médica de que su hija está enferma, no le valió ante el director de la unidad académica de Ciencias Sociales, en Acapulco, José Luis Aparicio López, quien decidió levantarle una acta por abandonar supuestamente sus actividades como secretaria de Control Escolar, denunció Lucila Delgado Alvarez, quien atribuyó la represión a conflictos políticos.
Con desesperación, la trabajadora administrativa irrumpió en una conferencia de prensa que el rector Arturo Contreras Gómez ofreció en una sala que está junto a su oficina; su temor era perder el empleo y no tener la certeza de que su hija continúe el tratamiento.
Pero el rector, y sus funcionarios desestimaron la petición. Lucila Delgado pidió a Contreras que aceptara un documento donde detallaba su caso, pero éste se negó a recibirlo discutiéndole que había instancias y personal que la atendieran.
De un extremo se levantó de su asiento el secretario técnico, Bernardo Campos Espíritu, quien tomó el documento, y le discutió a la trabajadora que no lo había dirigido al rector, y por eso no podían solucionar su caso.
Preocupado por lo que pudieran pensar los reporteros que presenciaban la escena, exhibió el documento para que se cercioraran de que Delgado Alvarez no había hecho el trámite correcto. Sin ningún compromiso, ni alternativa de solución, Delgado se retiró. En tanto Contreras ofrecía disculpas por el incidente: “disculpen por el chou, esto no estaba previsto”.
Fuera de oficina, la trabajadora administrativa de la especialidad de Sicología denunció que en la institución las alumnas se quejan de ser acosadas sexualmente por el director que es afín a la corriente del rector, el Frente por la Reforma Democrática de la Universidad Autónoma de Guerrero.
Manifestó que la presión se intensificó después de las protestas que realizaron en Acapulco, donde denunciaron el exceso en las contrataciones unilaterales, que ni siquiera han dado respuesta a las necesidades de la institución, porque en su caso debería manejar máximo 300 matrículas, y controla 680. Denunció que al saberse incondicional del rector, el director subestima su queja.
Fuente: La Jornada de Guerrero
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